Cientos de personas se congregaron para observar el eclipse solar en la UAM

*A través de la Dirección de Comunicación del Conocimiento, la UAM impulsó en Sinaloa ocho experiencias dirigidas a personas con ceguera y baja visión

*También se generaron cinco infografías en cinco lenguas mayas en colaboración la Universidad Autónoma de Chiapas

*Hubo una zona de observación gratuita, pública y masiva en el bosque de Tláhuac

Clara Grande Paz

La explanada de la Rectoría General de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) fue el punto de encuentro para apreciar el eclipse total de Sol de este lunes 8 de abril.

Cientos de personas se dieron cita desde las 11 de la mañana para disfrutar las distintas fases de este fenómeno fascinante y espectacular en el cual la luz del Sol quedó bloqueada en un buen porcentaje por la Luna y alcanzó su punto máximo pasado el mediodía.

A pesar de que en la Ciudad de México se observó en un 79 por ciento, la emoción predominó en las y los asistentes que, con el apoyo de la Dirección de Comunicación del Conocimiento de esta casa de estudios, se hicieron observaciones en dos telescopios de diferentes potencias.

Durante esta jornada se repartieron de manera gratuita alrededor de 300 lentes especiales hechos por el único proveedor certificado a nivel mundial con la calidad ISO que dejan pasar a través del material especializado una diezmilésima parte de la luz del Sol, además se hizo el préstamo de 50 de ellos, para que quienes no contaran con lentes especiales, pudieran verlo sin riesgos.

El doctor José Antonio de los Reyes Heredia, rector general de la Casa abierta al tiempo, destacó que además de esta iniciativa, la UAM, a través de la Dirección de Comunicación del Conocimiento impulsó en el Campamento del Sistema de Desarrollo Integral de la Familia del estado de Sinaloa, ocho experiencias dirigidas a personas con ceguera y baja visión, a partir de materiales táctiles, sonoros y degustativos.

También, se generaron cinco infografías en cinco lenguas mayas en colaboración con la Universidad Autónoma de Chiapas, así como una zona de observación gratuita, pública y masiva en el bosque de Tláhuac, donde se iniciaron actividades desde las 10 de la mañana.

Alejandro Arteaga, coeditor de la Revista Casa del Tiempo, señaló que la actividad organizada en la Rectoría General fue una oportunidad de convivencia alrededor de un evento histórico.

 “Ver cómo en un lapso breve cambia la percepción de la luz, la temperatura, aprecias sombras distintas a las que ves regularmente como si estuvieras bajo un lente extraño, personalmente me atrae como una forma de experiencia que no vives todos los días”.

Joel García Solís, trabajador del área de comedor, celebró la ocasión de ver el eclipse de manera informada en compañía de sus compañeras y compañeros de trabajo.

“Me gusta todo lo relacionado con la astronomía, incluso en casa cuento con un telescopio y disfruto de hacer observaciones del cielo. Es una maravilla que la UAM nos dé la oportunidad de disfrutarlo de manera segura”.

La joven Ana Karen Espinosa Paz, egresada de la Unidad Xochimilco, disfrutó de la experiencia gracias a una caja especial hecha de cartón en donde era posible reflejar la sombra del eclipse que realizó con apoyo de personal experto de la UAM.

Lucina Munguía Zaragoza, de Sistemas Escolares, recordó cómo en el eclipse total de sol 1991, las cosas eran muy diferentes y no había la información que se tiene ahora de este tipo de fenómenos.

“En ese entonces vivíamos en Valle de Chalco y mi mamá estaba muy asustada, se puso a llorar y nos escondió a mis hermanos y a mí porque pensaba que se acababa el mundo cuando de repente todo se oscureció; tenía como 10 años y experimenté miedo; ahora sabemos que no hay nada que temer y me siento afortunada porque puedo disfrutarlo en forma segura acompañada de mi hija, así que es una oportunidad única”.

Su hija, Alexa Monserrat, quien cursa tercero de secundaria, destacó que ha sido un evento inolvidable en el que además contó con los consejos y medidas pertinentes. “Me ha llamado la atención los telescopios porque nunca había tenido oportunidad de hacer una observación así y fue algo muy lindo”.

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