*Inauguran la exposición “Tamayo: Mixografias”, que reúne 45 obras en la técnica que trabajó de 1978 a 1990 en el MUPO

Ernestina Gaitán Cruz

Oaxaca de Juárez, Oax., 8 de mayo de 2023.- En el Museo de los Pintores Oaxaqueños (MUPO) de esta ciudad fue inaugurada la exposición “Tamayo: Mixografias”, que reúne 45 obras en la técnica que trabajó de 1978 a 1990, y que representan un fragmento de la historia del pintor que renovó el mural en el mundo e introdujo la poesía, el símbolo y el signo, dijo el curador e investigador de su obra, Juan Carlos Pereda Gutiérrez.

El historiador del arte, quien ha sido curador de la obra de Rufino Tamayo desde 1986, comentó en entrevista que la exhibición que permanecerá del 6 de mayo al 15 de septiembre, muestra la técnica que “el abuelo de los pintores de Oaxaca”, “uno de los hermanos mayores” de los artistas mexicanos inventó y que traerlo a Oaxaca, a sus orígenes, es celebrarlo, reconocerlo y enaltecerlo.

En la inauguración, acompañado por familiares del artista, pintores, funcionarios y representantes de los amigos del MUPO, dijo que la selección fue traída a esta entidad luego de seis meses de haber batido récord de asistencia en el Museo Tamayo de la Ciudad de México, “para quedar a disposición de universitarios, pintores y público en general, para apreciar la identidad estética y espiritual del artista”.

https://twitter.com/cronicadeoaxaca/status/1655392493620322304?s=20

La técnica de mixografía, creada por el pintor y el ingeniero Luis Remba en el Taller de Gráfica Mexicana, le permitió imprimir dibujos muy grandes sobre papel artesanal, con el resultado de volúmenes, texturas y colores intensos, lo cual se puede apreciar en las 45 obras de la exposición, explicó en el recorrido por la exhibición.

RUFINO TAMAYO RENOVÓ EL MURAL A NIVEL INTERNACIONAL

En entrevista posterior, el investigador dijo: “Lo que trajimos a Oaxaca es un fragmentito, pero Rufino Tamayo es un universo en sí mismo: pinta, dibuja, hace mural, lo renueva en el mundo entero. Esa grandeza, esa gloria que le habían dado Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros al muralismo mexicano, Tamayo lo innova con la manera de hacer mural, de decodificar las imágenes para pintarlas en los murales”.

“Él introduce la poesía, el símbolo y el signo al mural. Aquello que Diego había pintado con esa nitidez, con esa claridad, con esa didáctica, Rufino Tamayo lo convierte en el verso de una poesía que está ahí para que la decodifiquemos. Habla con poesía. Tamayo es poeta en la forma y eso es lo que enriquece la etapa del muralismo que él crea”.

A más de 40 años de estudiar la obra del artista oaxaqueño, el subdirector de colecciones del Museo Tamayo de la Ciudad de México aseveró que “es un artista con una potencia que no tiene ningún otro, que expresa de una manera totalmente distinta el ser del mexicano, su carácter. Me parece que es un hombre situado en la realidad, pero con una aspiración espiritual muy fuerte. Tamayo es uno de los artistas más importantes a nivel universal del siglo XX”.

Luego de comentar los aportes de los muralistas Rivera, Orozco y Siqueiros, dijo que “el hermano desobediente, inquieto, el rebelde Rufino Tamayo” (25 de agosto de 1899, Oaxaca de Juárez -24 de junio de 1991, Ciudad de México) tiene un lugar distinto porque partiendo de lo que ellos ya habían hecho, logra proyectar eso que ya somos, a nivel universal.

Olga Tamayo, su esposa, decía que el maestro había llevado a México al mundo y que había traído al mundo a México, de regreso. Y es muy cierto porque viviendo 15 años en Nueva York y 10 más en París, expresa lo que somos, en aquellos lugares que son los epicentros del arte contemporáneo con nuestro propio sentido de existencia, con la forma en la que somos, a partir del arte prehispánico, de la artesanía popular”.

¿Rufino Tamayo dejó una escuela? ¿Hay seguidores de su técnica y de su obra?

Juan Carlos Pereda Gutiérrez, quien también ha sido coordinador de la Bienal de Pintura Rufino Tamayo contesta que el artista es único, inspira, es referente y habrá quien lo calque, quien lo interprete, que parta de su obra para hacer algo que se parece, pero luego se queda en ese proceso.

“Me parece que a Tamayo lo estamos empezando a descubrir, no solo en sus imágenes, en su color, sino en su concepto; es un acto muy complejo. Verlo implica, nos exige, que no solamente lo veamos, sino que lo tengamos, que lo vivamos, que lo introyectemos. Eso es un proceso complejo que no se logra en un primer momento al ver una obra”.

El ambiente, el arte, la arquitectura, los colores que se viven de manera cotidiana en esta ciudad ¿permiten que las personas tengan la sensibilidad para apreciar su arte?

Lo que sí creo, lo que yo vivo es que cuando llego a Oaxaca me lleno de una energía verdaderamente fantástica porque la vemos para empezar por la luz, por los colores, por la naturaleza, por la comida, por la calidez de la gente. Creo que es otro universo, esto potencializa a la persona para estar en otra postura creativa para hacer.

EXPOSICIÓN DE TAMAYO, PARA DISFRUTE DEL PÚBLICO Y PARA QUE LOS ARTISTAS SE CUESTIONEN

La invitación a los habitantes de esta ciudad para que acudan a ver la exposición “Tamayo: Mixografias” es para que la disfruten todas las personas, pero también para que los artistas se pregunten y se exijan a sí mismos ante un cuadro de Tamayo, que decodifiquen todo el universo que hay en el fragmento de un cuadro.

“Tengo 40 años viendo sus cuadros y cada que los veo son distintos, cada vez tienen otra energía, otro lugar, otra luz y yo que no soy artista puedo captar esto, imagino que quienes tienen la sensibilidad para crear, pueden encontrar en su obra, un universo que adoptar”.

Luego de agradecer la recepción de la exposición en “la casa de Tamayo”, dijo, “vamos a abrirle la puerta a la gente para que tenga un encuentro con él. Puede ser grato, puede ser amable, pero también esperaría que fuera un encuentro exigente, a veces violento, cuestionador y que inicie un proceso de crecimiento de los artistas”.

“Da para eso y para mucho más, pero lo que me anima tanto estar acá es eso, de traerlo, de ponerlo al alcance de la gente, para que lo disfruten, para que lo estudien, lo cuestionen y para que lo descubran en esa poesía monumental profunda y amplia, para que la hagan suya”.