*Las autoridades no hicieron nada antes del 19 de junio, cuando ya había 37 puntos de bloqueo en todo el estado, y “el gobierno del estado no tiene ningún margen de nada para encausar el asunto. El gobierno del estado está borrado, prácticamente no existe. Gabino Cué quedó al nivel de Ulises Ruiz Ortiz en el 2006
Salvador Flores Durán
Oaxaca.- El conflicto en Oaxaca va a escalar a niveles mayores que los registrados en la crisis política y social del 2006, advirtió el sociólogo Porfirio Santibáñez Orozco, debido a que no hay voluntad del gobierno federal, de la Secretaría de Gobernación, y de las organizaciones políticas y la Sección 22 del SNTE para solucionar el problema.
Dijo que el nivel de violencia registrado en el enfrentamiento entre policías con el magisterio y organizaciones políticas en Asunción Nochixtlán, solamente es el “inicio de lo que viene”, porque no se percibe que haya disposición para hallar soluciones y el estado será el perdedor, “vamos a perder todos”.
El investigador de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) consideró que no hay elementos suficientes para determinar si en los bloqueos y protestas están inmiscuidos grupos guerrilleros.
Santibáñez Orozco consideró que el conflicto que se vive en el estado es el resultado de la torpeza de los operadores políticos del gobierno federal y del gobierno estatal, “por un lado, un secretario de Educación que no conoce Oaxaca, ni las escuelas cómo es la vida educativa ni como son los oaxaqueños, y que cree que con amenazas y policías puede imponer su proyecto de reforma, es una tontería”.
Dijo que Aurelio Nuño creó el desorden y espera que otros lo resuelvan, “dejan una situación muy complicada porque genera un ambiente de tensión, inseguridad, desabasto, interrupción de pagos a trabajadores. Las consecuencias las pagamos todos, nada más crearon el problema y no lo quieren resolver”.
Consideró como muy difícil que encuentren una solución al conflicto de Oaxaca en la reunión que sostendrán este miércoles funcionarios de la Secretaría de Gobernación y la CNTE y de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
“Quieren que el asunto se descomponga más. Están en una situación muy difícil y no tiene mucho margen. La opinión mayoritaria de la sociedad es en contra del gobierno federal. El problema es resultado de las torpezas y del autoritarismo, quieren prolongar una solución pensando que a lo mejor la situación cambia”, indicó.
Autor de diversos libros sobre política e historia en Oaxaca, Santibáñez Orozco dijo que las autoridades no hicieron nada antes del 19 de junio, cuando ya había 37 puntos de bloqueo en todo el estado, y “el gobierno del estado no tiene ningún margen de nada para encausar el asunto y no camina nada. El gobierno del estado está borrado, prácticamente no existe. Gabino Cué quedó al nivel de Ulises Ruiz Ortiz en el 2006”.
Dijo que en las autoridades federales no se ve voluntad de resolver el problema “para ellos es un asunto que está en el sur y no les interesa mucho”.
Una salida, dijo, sería que las autoridades cambiaran de actitud y se dialogue “que se sienten a negociar con una mediación nacional de intelectuales, directores de instituciones educativas, con integrantes de calidad moral. Deberían llegar a un acuerdo en que las partes cedan sus posturas, porque no se puede seguir manejando este problema con criterios que no funcionaron”.
El conflicto en la entidad puede escalar a mayor violencia y a más problemas porque se han sumado más organismos sindicales, como los sindicatos de salud que se oponen a la universalización del sistema de salud, “mientras no se atienda esto se va a complicar cada vez más el conflicto y se va a polarizar más, y el vamos a perder todos, todo el estado”.
Santibáñez Orozco dijo que no hay datos sólidos para sostener que hay presencia de grupos guerrilleros en las movilizaciones y bloqueos que realiza la Sección 22 y las organizaciones políticas, “la única forma de evitar que, si existen estos grupos y tengan una influencia mayor de la que tienen, es negociar. No sirve de nada que los denuncien, el gobernador denunció a grupos infiltrados. Los grupos radicales son organizaciones que tienen vida pública el propio gobierno no tiene la información. Se hacen conjeturas con base en las acciones”.
Las autoridades, dijo, “no quieren reconocer que estos hechos vandálicos y violencia focalizada hacia comercios y empresas trasnacionales es resultado del hartazgo por un modelo que ha traído más pobreza y tensiones sociales”.
El estallido de bombas en los cajeros automáticos de la Comisión Federal de Electricidad, ocurrida unos días antes del 19 de junio, “son cosas que pasa al calor de lo que sucede, pero no hay información real de lo que pasa en Oaxaca”.
Dijo que en los bloqueos y manifestaciones “no son los maestros nada más, son sectores sociales, en general una gama amplia de la sociedad, porque la mayor parte de los habitantes están hartos de lo que pasa”.
“No se ve en el corto tiempo que esto mejore, no se ve voluntad política. Un escenario de violencia lo único que hace es abrir la puerta a una respuesta violenta y eso sucedió. Hay evidencias de que los policías iban armados y que no iban a disuadir, no dispararon al aire. El tamaño de la violencia es algo inesperado, porque creyeron que no habría resistencia como en otros lugares y se llevaron la sorpresa”, consideró.
En asunción Nochixtlán, dijo, hubo brutalidad policiaca y la reacción de la gente es el saldo de lo que sabemos. “Nochixtlán es el equivalente al 14 de junio de 2006”, recalcó.