Salvador Flores Durán
Oaxaca.- Del 2012 al 2014 Oaxaca registró un enorme “avance” de la pobreza y pobreza extrema, como resultado de la crisis del 2006, por lo que otro enfrentamiento por el conflicto magisterial agudizará más esta situación, advirtió el sociólogo Carlos Sorroza Polo.
Abundó que “si llegamos a una situación de fuerza, puede ser que el futuro de Oaxaca sea inviable. Estamos en una situación delicadísima, porque antes del 2012 teníamos el lugar 30 en pobreza y hoy estamos en el 31 muy cerca de Chiapas”.
Explicó que desde el conflicto del 2006 Oaxaca registró pérdidas en todos los sentidos, ya que ahora hay más pobreza, más desigualdad, más violencia y un gobierno totalmente ineficiente. “Oaxaca ha perdido una década en lo que se tenía que hacer en materia de desarrollo, de mayor democracia e inclusión. Si llegamos a una situación de fuerza puede ser que el futuro de Oaxaca sea inviable. Estamos en una situación delicadísima, teníamos el lugar 30 en pobreza y ahora tenemos el 31, muy cerca de Chiapas”.
“Oaxaca es el estado que más descendió en pobreza general y pobreza extrema, ya que desde el 2012 al 2014 tuvimos una enorme caída en mayor pobreza extrema, mucho más que Guerrero y Chiapas. Oaxaca bajó de manera catastrófica, lo que menos sirve a Oaxaca es una salida represiva”, recalcó.
El académico expuso que se necesita un diálogo serio y llegar a una propuesta para integrar una comisión internacional para la reforma educativa, con la participación de expertos de la Unesco y representantes de sindicalismo magisterial latinoamericano, porque las “negociaciones bajo la mesa dejan en la incertidumbre, desconocemos las negociaciones, sí hay avances o no, y estamos paralizados y afectamos a la sociedad civil”.
Dijo que en el conflicto en Oaxaca también están presentes intereses con miras a la elección presidencial del 2018, “cada quien está ya poniendo sus baterías, Morena y gente arropada en los precandidatos del PRI y del PAN, cada quien trata de sacarle jugo a esta situación, de llevar agua a su molino, y es lamentable porque es un retroceso para México, para Oaxaca y la sociedad civil, la educación y para un gobierno que quiera tener liderazgo y legitimidad para gobernar el país”.
Detalló que desafortunadamente la Secretaría de Gobernación y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación están en una situación en que miden fuerzas y costos de un posible enfrentamiento y ambos manejan un doble discurso, “se fijan posiciones conciliatorias y luego posiciones de todo o nada, de querer imponer decisiones al adversario”.
El investigador del Instituto de Investigaciones Sociológicas de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, consideró que posturas del todo o nada y el doble discurso no llevan a ninguna salida.
Sorroza Polo consideró que debe haber seriedad de las dos partes, “Segob y la CNTE se quejan de que no hay seriedad, otros han dicho que el dialogo es a puerta cerrada y no se sabe que se discute ni se sabe de avances, si existen”.
Dijo que la sociedad está a la expectativa y espera que no se llegue a un choque violento o “ya está decidido y es cuestión de tiempo para que esto se produzca”.
Una solución represiva no le conviene a nadie en Oaxaca, ni le conviene al gobierno, expuso, porque está en una situación muy cuestionada a nivel internacional y nacional, “tenemos una crisis de derechos humanos y este tipo de decisiones no pueden seguir así”.
Planteó que tanto el gobierno federal como la CNTE deben abrir una salida negociada, las dos partes deben dar muestras de civilidad, de creatividad e innovación, y proponer salidas que permitan entender la posición del adversario, “se han dado opciones y propuestas para una salida negociada, incluso algunos diputados han dicho que puede negociarse la ley, no es una posición intransitable la del Poder Legislativo a nivel nacional”.
Dijo que una posible reforma a la Ley de Educación puede ser una forma de dar paso a una solución negociada y se podrían nombrar una comisión mediadora y abrir un nuevo horizonte para la educación en México, en el que se puede plantear un reinicio de la reforma educativa “donde se considere la regionalización de la misma, con componentes fundamentales como los planes de estudios, la formación de los profesores y la evaluación, pero todo de manera integral”.
