El exilio: ¿huida o salvación?

Alicia Alarcón

Como polvo en el viento (Tusquets 2021) escrita por Leonardo Padura (La Habana 1955) trata de una historia poco común en su estructura, pero universal en los temas como la nostalgia, la amistad, el miedo, el espionaje, el exilio: ¿huida o salvación?

 

Como digo es compleja en su estructura porque es una novela coral donde se presentan varios personajes conectados y todos con la misma importancia y protagonismo. El tiempo real de la novela transcurre en 2016.  Pero inicia veintiséis años antes, en 1990. Es una analepsis; va y viene al alterar la secuencia cronológica de la historia, al conectar momentos distintos y trasladar la acción al pasado.

 

Esta historia arranca en abril del 2016 con una conversación telefónica entre Loretta y su hija Adela en la que observamos que por alguna razón la relación entre ambas no va nada bien. A lo largo de la lectura sabremos por qué. Adela es una joven neoyorkina, y su madre cubana. Radica en Hialeah cerca de Miami, Florida junto con Marcos, su pareja, ingeniero cubano exiliado, bailador, dicharachero y buen conversador que siempre está contando historias de su infancia en la isla, arropado por un grupo de amigos de sus padres llamados el Clan.

 

Un azaroso día Marcos, “chequeaba” su Facebook, con la esperanza de que su madre, Clara, que radica en La Habana, hubiera echado a andar la computadora. Sabía que, como casi todos los cubanos de la generación de su madre, era una competente graduada universitaria, pero analfabeta tecnológica. Marcos supo que su madre se había conectado porque vio la portada de su muro; Clara había colocado una foto del grupo de amigos, junto a la cual escribió la leyenda “Nuestro Clan antes de la ventolera. 21 de enero de 1990”. Marcos, muestra la foto del perfil a Adela, y al momento de describirle a los amigos de su mamá, Adela descubre en la imagen a su madre, Loretta, embarazada. Toda asombrada empieza a preguntar qué hace su madre en esa foto ¿Qué hay oculto?

 

A partir de ese momento la novela se convierte en una cancha de futbol donde la historia rueda como el balón, y quienes la patean son los once protagonistas integrados en un clan de amigos cercanos, que la vida los pone a jugar en diferentes canchas llenas de recovecos históricos, los cuales transcurren entre 1989 y 1991 cuando en Cuba hay una ruptura en la sociedad a propósito de la Perestroika y la caída del Muro de Berlín, y esa ruptura también cae sobre el clan, ya que cada personaje va a tener sus razones para emigrar.

 

El autor explica que el exilio ha sido una constante en la vida cubana. Cada cubano tiene una historia de exilio, aunque no seamos nosotros personalmente lo exiliados, dice. “Tenemos un hermano, un primo, un hijo, una mamá o un papá que se ha ido al exilio y toda esa suma de sensaciones que produce el hecho de que uno sienta que se va a quedar solo”.

 

La novela utiliza referencias de escritores como Paul Auster, Albert Camus, los poetas Beats, Milán Kundera, Anthony Burges; de filósofos como Horacio, Platón, Sócrates; de películas y novelas. Por ejemplo, el grupo de amigos se hacía llamar el Clan, a propósito de 1984, la obra de Orson Wells que popularizó los conceptos del Gran Hermano, el vigilante como un ente omnipresente que todo lo ve, que Leonardo Padura utiliza con inteligente precaución, ya que nos muestra de forma implícita una crítica a la falta de libertad de expresión, a la crisis política y económica que azota el país, así como a la escasez de opciones y oportunidades de las nuevas generaciones por continuar en la isla. Pero también es irónico y provocador tratando de señalar que el futuro es impreciso no solo en Cuba sino en el mundo. “Este mundo de fantasía en donde todos se esfuerzan por sentirse plenos, realizados, a salvo de los horrores del mundo, de los cuales nos queremos sentir ajenos, alejados (miedo, misera, hambre, plaga, guerra, crisis) en los que se imponen no pensar mientras disfrutan de la suerte, de los privilegios”, explica el autor.

La historia del clan ha sobrevivido a un destino de exilio y dispersión en Estados Unidos (Nueva York, Miami, y hasta un rancho equino de raza Cleveland Bay en Tacoma, en el estado de Washington); en Madrid y Barcelona, en Puerto Rico.

 

La Habana la pinta triste, abandonada, donde la gente vive hacinada y en precarias condiciones materiales, con poco o ningún dinero, pero a la vez resuelta en una fiesta perenne, llena de vida y colorido.  Es esa Habana de principios de los años noventa donde conviven estos jóvenes estudiantes y profesionistas, seguros de sí mismos, que en nuestro pensamiento cobran vida, los hacemos nuestros, sentimos que los conocemos porque esa es la habilidad del autor llegar hasta a las entrañas de la existencia humana. Como menciono, todo inició con la foto del Clan, una imagen donde estaban reunidos once amigos que se fueron desgajando del grupo, unos hacia la muerte, otros salidos de Cuba por distintos caminos y hacia diversos destinos. Amigos entrañables hasta que el exilio los alejó y con ello la amistad murió.

Hay algo más que quiero señalar; los personajes Clara, Elisa y Adela son mujeres que responden a una realidad. Clara el pedazo más fuerte del imán que siempre atrae a los amigos y que une a los sobrevivientes porque es la que se queda en Cuba. Elisa la que simboliza la traición, la huida, el miedo. Y Adela, la que no es de aquí ni de allá ¿Cuál es su origen? Toda su vida construida a partir de mentiras, pero ¿acaso la verdad existe?

 

Como polvo en el viento muestra las voces de la llamada diáspora cubana; los que partieron han tenido que vivir mirando a la isla y los que permanecieron han aprendido a vivir con una sensación de pérdida. Una novela visceral, asegura su autor, porque sale de vivencias, dolor, constatación de la gente que se ha exiliado por muchas razones.

Como polvo en el viento remite a la canción “Dustin in the wind” del grupo americano Kansas, solo que la novela tiene agregado el adverbio “Como”.  El autor tenía problemas con el nombre porque le había puesto durante mucho tiempo El clan disperso, pero es el título de una novela que Alejo Carpentier (1904-1980) nunca publicó, y los de la Fundación de Carpentier en Cuba le pidieron que lo cambiara porque tal vez ellos publicarían esos fragmentos y podría confundirse.

 

Invito al lector a tomar en sus manos este libro de 670 páginas en las que posiblemente en cada uno de los personajes nos reconozcamos porque muchos de los actos expuestos no nos son ajenos, porque la novela como la vida es un canto a la amistad, a los poderosos hilos de amor y las viejas lealtades, y donde la migración sea por exilio, huida o necesidad es una constante humana para ir en busca de oportunidades, de nuevas experiencias y aprendizajes.

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