Por Yohana Ríos
Tepic, Nayarit. 24 de noviembre de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- “Las mujeres tienen más enfermedades porque están sometidas a un mayor estrés; el intento de conciliar la vida laboral con la familiar ocasiona que las mujeres tengan menos tiempo para sí mismas, en cambio se dan más espacios de recreación para los varones”, afirmó la doctora en Ciencias, Lourdes Consuelo Pacheco Ladrón de Guevara, quien es miembro nivel II del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Además de la experta en sociología de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), tres especialistas de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro), la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) y la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), respectivamente, trabajan en la investigación denominada Armonización de la vida laboral y familiar, un proyecto con perspectiva de género financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
“Es un proyecto que trata de encontrar de qué manera el estado y específicamente las universidades reparten las responsabilidades entre hombres y mujeres, responsabilidades tanto laborales como familiares, porque hasta ahora la responsabilidad de la familia ha sido asignada arbitrariamente a las mujeres y esto ha sido recogido por los códigos civiles, normatividad, los seguros de vida, por las reglamentaciones universitarias, de tal manera que a las mujeres se les impone el hecho de que tengan que hacerse cargo de la crianza de los hijos, el cuidado de los enfermos y la organización del hogar”, aseguró.
Añadió que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró que esta situación atenta contra la igualdad de las mujeres, pues tener la responsabilidad del hogar impide que asciendan a trabajos más profesionales y más dignos.
Desigualdad en la academia
Los primeros resultados de la investigación revelaron que existe un andamiaje cultural que designa a la mujer como la responsable de los trabajos del hogar y que las universidades públicas de la zona occidente no escapan de esta realidad; Lourdes Pacheco aseguró que las académicas se enfrentan a dicha desigualdad día con día.
“Uno de los problemas fundamentales es que a las mujeres y a los hombres académicos no nos evalúan con los mismos criterios, por ejemplo, si una mujer que en un año tiene un parto y por lo tanto tiene una crianza, es evaluada, claramente su trabajo académico disminuye porque tuvo que dedicar tiempo al hogar y a la crianza; esto no se toma en cuenta, y lo que nosotras pretendemos es que el trabajo que se dedica al cuidado de los hijos se considere para las evaluaciones académicas”, afirmó.
Además de las evaluaciones anuales de productividad que las especialistas pretenden modificar con esta investigación, esperan coadyuvar a la reforma de diversas normativas, como los permisos de paternidad y maternidad.
“En la Ley Federal del Trabajo se establecieron cinco días de licencia de paternidad, las universidades no lo han incorporado, el Instituto Politécnico Nacional (IPN) es el único que tiene aproximadamente once días de paternidad, entonces tratamos de crear instrumentos que permitan a las universidades incorporar a los varones a este trabajo de la crianza”, finalizó.
El estudio que en coordinación realizan las cuatro universidades públicas se finalizará el próximo mes de abril de 2016.