Salvador Flores Durán
Oaxaca.- Los edificios de cantera del Centro Histórico de Oaxaca se encuentran en grave riesgo por los daños que han sufrido después de más de tres décadas de conflictos sociales.
La Catedral Metropolitana, el Teatro Macedonio Alcalá, el Palacio de Gobierno y la iglesia de San Francisco, la Facultad de Derecho, el Edificio de Correos, principalmente, han sufrido un grave deterioro por las marchas, manifestaciones, plantones, grafitis, vandalismo, destrucción, e incluso su uso como sanitarios, por lo que está en riesgo de perderse la declaratoria de Patrimonio Cultural de la Humanidad otorgado por la Unesco al Centro Histórico y Monte Albán.
El Director de la Facultad de Arquitectura 5 de Mayo de la UABJO, Ignacio Santiago León, el antropólogo y restaurador de la FAHHO, Nicholas Johnson, y la arquitecta restauradora, Minerva Reyes, coincidieron en que los daños provocados por manifestantes y organizaciones políticas a los edificios históricos son irreversibles.
Los especialistas coincidieron en que la Catedral Metropolitana es el edificio histórico más emblemático de Oaxaca y a la vez el más dañado en las últimas décadas.
Minerva Reyes explicó que, en tanto, hay un catálogo de unos 65 inmuebles y edificaciones totalmente abandonados a punto de derrumbarse y perderse.
La cantera verde, fuerte y sólida que se usó para construir una gran cantidad de edificios históricos monumentales muy importantes, como la Catedral Metropolitana o Santo Domingo de Guzmán, para calles, iglesias y edificaciones coloniales y de barrios como Xochimilco y Jalatlaco, en muchos casos fue traída de la Ciudad de las Canteras.
Esta piedra que dio renombre mundial y que forma parte de la identidad arquitectónica y culturalde la Verde Antequera,llamada así por el verde de sus calles y edificios, es muy difícil de conseguir, hay muy pocas reservas de buena calidad y también es muy complicado encontrar personas que la trabajen bien, además de sus altos costo.
Cada vez que se pinta o daña un edificio de cantera de algún edificio histórico, se pone en riesgo de perder siglos de historia, de cultura y arquitectura de los oaxaqueños.
Nicholas Johnson, investigador del Museo Textil de Oaxaca, quien ha participado en múltiples proyectos de restauración en edificios religiosos de la región de la Mixteca y de otras regiones, explicó que lo que más le molesta es que cuando pintan la cantera se tiene que limpiar con una pequeña brocha y se tiene que desgastar la piedra.
El antropólogo explicó en entrevista que “no tienen en cuenta que es un recurso muy limitado. Encontrar buena cantera es muy difícil y es un patrimonio que es muy difícil de recuperar. El daño de la pintura sobre la cantera es permanente porque sufre un proceso de desgaste”.
El investigador del MTO de la Fundación Alfredo Harp Helú, explicó que la cantera dura es muy escasasaunque se consigue en algunos lugares en la Mixteca y en San Juan Teposcolula, pero también es muy limitada.
“La piedra dañada con el tiempo se va desgastando y las pinturas que se hacen en la base de los edificios va a tener consecuencias en el futuro, hay que protegerla, porque es un reto encontrar quien la pueda trabajar bien”, recalcó Johnson.
Dijo que la cantidad de proyectos de restauración en el estado han dado suficientes empleos para que los especialistas talladores de la cantera puedan seguir trabajando el material, como en los casos de las restauraciones de Santo Domingo de Guzmán, Yanhuitlán yTeposcolula, entre otras, pero son carísimas.
Señaló que se tiene que educar a la población sobre la cantera misma, “pueden pintar en cualquier otro pero no sobre la cantera. Los ciudadanos deben proteger su patrimonio, porque es muy difícil de recuperar, si no imposible”.
Detalló que la conservación del patrimonio se tiene que enfocar en la educación y formar a los ciudadanos para que lo protejan. “Otra cosa que no ayuda nada son los clavos. En 2006 hubo muchos daños permanentes. También cuando destruyen la banqueta para piedras, después vamos a tener puras banquetas de concreto, o no sé qué. Ya lo están haciendo en García Vigil”.
Uno de los aspectos que dieron motivo al descontento social que provocó la crisis en el 2006, fue que el entonces gobernador Ulises Ruiz inició realizó obras en las que se cambiaron muchas calles de cantera, como las que circundan el zócalo capitalino, el andador turístico Macedonio Alcalá, y las escaleras para subir al Cerro del Fortín, en la calle de Crespo, donde la cantera fue sustituida por un adoquín de asfalto negro.
Además, en cada gobierno municipal, se han realizado obras en las que han cambiado la cantera verde por otro tipo de materiales, como sucedió en la plaza de la Danza, la Iglesia de la Soledad, y en el Barrio de Xochimilco, en la calle del antiguo acueducto que traía agua a la ciudad desde San Felipe del Agua.
Johnson explicó que a la llegada de los españoles la ciudad no tenía cantera y los primeros edificios que realizaron fueron hechos con piedra laja, como se aprecia en un muro del exconvento de San Pablo, yasí eran las construcciones de toda la ciudad, “fue hasta muchos años después de la llegada de los españoles que se empezó a usar la cantera”.
Recalcó que la cantera es “parte de la identidad de la ciudad y en el futuro lo vamos a ver. Hay buena cantera pero muy escasa y para aprovecharla va a costar mucho dinero hacer estudios”.
A su vez, el maestro arquitecto Ignacio Santiago León, Director de la Facultad de Arquitectura 5 de Mayo de la UABJO, dijo que sí está en riesgo la denominación de Oaxaca como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
“Hay un daño físico a los edificios del nuestro centro histórico que es catalogado para su cuidado y funcionamiento a través de organismos internacionales, pero el hecho de recibir humo, agresiones físicas, van dañando nuestro centro histórico, pero también existe la parte social, la parte que es más delicada y es la que se debe de atender”, señaló.
Dijo que si bien “tenemos un gran inmueble de un gran valor como el Teatro Macedonio Alcalá, que está todo ahumado, también una vida humana tiene mucho más valor”.
El maestro explicó que parte de la declaratoria comprende el cuidado de los inmuebles en toda la poligonal del Centro Histórico, “y en este momento todo está en riesgo, por una agresión física a la agresión por humo. El dañar el centro histórico es muy fuerte y pone en riesgo nuestro nombramiento”.
La poligonal del centro histórico es muy grande, y abarca hasta el final de la calle de Independencia, al igual a los laterales, que llegan hasta el Exmarquesado.
Advirtió que muchos inmuebles están abandonados y se están derribando por el tiempo, por lo que se necesita un programa gubernamental para salvaguardar los inmuebles que nos marcan la historia de Oaxaca.
“Cada edificio nos habla de una etapa y de una historia, de todos los estilos arquitectónicos. Cuando una edificación se derrumba se pierde la identidad de Oaxaca. Cada vivienda catalogada en el centro histórico tiene una historia”, recalcó.
Dijo que es urgente que independiente de las marchas y plantones, se haga un estudio para poder salvaguardar todos los edificios con valor histórico.
Santiago León señaló que el gobierno tiene el deber de salvaguardar los inmuebles, pero “siempre dicen que no hay presupuesto, que no hay manera, pero se nos está destruyendo la ciudad de Oaxaca. Independientemente del centro histórico, todo el polígono se está destruyendo sin que le importe al gobierno, a la ciudadanía, o a las escuelas de arquitectura”.
Llamó a salvaguardar nuestra arquitectura, y lamentó que la mayoría de los edificios del centro histórico se hayan convertido en comercios y ya no haya viviendas, “es una responsabilidad gubernamental el cambio de uso de suelo, de vivienda a comercial porque es más rentable para los dueños, y eso hace que perdamos mucha identidad”.
Lamentó también que los reglamentos no se respeten por las propias autoridades, como sucedió con el edificio de la terminal del ADO, también realizado durante el gobierno de Ulises Ruiz Ortiz, porque se “modificaron las leyes para darle paso a una empresa y se perdió parte de la historia de Oaxaca” en el barrio de Jalatlaco.
Santiago León recalcó que es urgente que entendamos el valor de la historia de nuestros edificios, “las escuelas de arquitectura hacemos nuestro trabajo, educar sobre el valor del centro histórico, hacemos lo que podemos, pero debe ser un programa gubernamental, que beneficie a toda la sociedad, que sigue lastimada y en pobreza extrema”
“Tenemos que atender las dos cosas, la parte social y los edificios históricos” y para eso debemos tener gobernabilidad, aplicación de la ley, educación, y atención a las demandas sociales, recalcó.
En tanto, la arquitecta restauradora Minerva Reyes, explicó que hay una advertencia de la Unesco sobre la posible pérdida de la denominación como Patrimonio Cultural de la Humanidad, porque se han integrado otros conceptos como el paisaje urbano y el metabolismo urbano, que entran en el proyecto Agenda 21 del organismo internacional.
Esta declaración también se puso en riesgo por la construcción del estacionamiento del proyecto del Centro de Convenciones que el gobierno de Gabino Cué pretendía construir en el Cerro del Fortín, y por “las intervenciones que se están haciendo a gran escala en el paisaje urbano”.
Dijo que en lo arquitectónico es fundamental el daño que provocan las pintas a la cantera verde “son daños irreversibles, porque para limpiarlos hay que limar la piedra otra vez, capa tras capa, se va deteriorando la cantera y se adelgaza la piedra”.
La recomendación de la Unesco, dijo, fue una de las causas por las que se detuvo la intervención invasiva del proyecto del Centro de Convenciones, a la que se opuso fuertemente el maestro Francisco Toledo.
Las convenciones de la Unesco revaloran el paisaje urbano de las ciudades porque las invasiones de las grandes empresas trasnacionales invaden y transforman para hacer negocios alrededor de los centros históricos, “no es malo, sino la cuestiónes que trastocan lo que tiene valor y por lo que fue reconocida la ciudad”.
Reyes dio que lo importante es que los ciudadanos y los propietarios de edificaciones históricas reconozcan el valor de sus propiedades y tengan opciones de hacer inversiones y recuperar ese patrimonio de manera coherente con los que establece el decreto de la Unesco.
La especialista explicó que el catálogo de inmuebles completamente abandonados comprende unas 65 edificaciones porque los propietarios los dejan que se caigan solos y es un proceso que se inició hace seis años.
Dijo que hay undecreto por el cual se hace histórico cualquier edificación que esté dentro del centro histórico, “eso implica para los ciudadanos asumir proyectos muy costosos de intervención, y como no hay incentivos reales ni hay un programa efectivo de rescate, y la ley dice que el municipio y el INAH pueden hacer las intervenciones y darle facilidades a los propietarios, pero en realidad eso no existe”.
Por ello los dueños prefieren dejarlos derrumbarse porque piensan que después pueden hacer intervenciones contemporáneas, lo que tampoco se puede.
La Catedral, la Iglesia de San Francisco, el palacio de gobierno y el Macedonio Alcalá son los edificios con más riesgos de daños, “la catedral por su exposición a las manifestaciones siempre es agredida, vandalizada con pintas, clavos, suciedad y porque las usan como sanitarios”.
La limpieza de los edificios, dijo, siempre implican un desgaste, “en realidad no tienen ni idea de lo costoso y riesgoso para la cantera que es un grafiti en los muros, es demasiado costoso, muy agresivo. Le causa daños irreversibles. Además, no se puede limpiar como si fuera un piso y la cantera se va deteriorando”.
Las pintas y la suciedad es lo que más afecta a la catedral, señaló. “Es una lástima porque los maestros y las organizaciones tendrían que tener una conciencia real del valor del patrimonio de los oaxaqueños”
Otro de los edificios con daños severos es la iglesia de San Francisco, porque la usan de explanada y clavan tendederos en la cantera y porque usan esa esquina como baño, “es un desconocimiento y desapego del valor patrimonial”
Llamó a que las organizaciones y los maestros revaloricen el patrimonio histórico de Oaxaca, “somos resultado de diversas culturas, nuestra ciudad en su contexto geográfico e histórico comprende una cultura inmensa, diversa, y en manos de los maestros debiera estar también el respeto por el patrimonio edificado”.
Dijo que cada una de las rehabilitaciones, las tareas de conservación, cuestan mucho dinero y nos cuestan a todos los oaxaqueños.