*Los expertos señalaron como factores la arquitectura de las construcciones y los refuerzos de acero en las estructuras que se vinieron abajo con el fuerte movimiento telúrico del 19 de septiembre
Santiago.- Un grupo de ingenieros de la Pontificia Universidad Católica de Chile entregó un informe sobre las causas del colapso de varios edificios en Puebla y la Ciudad de México tras el terremoto del 19 de septiembre pasado.
Los expertos del Departamento de Ingeniería Estructural y Geotécnica de esa casa de estudios colocaron como factores la arquitectura de las construcciones y los refuerzos de acero en las estructuras que se vinieron abajo con el fuerte movimiento telúrico.
Hay al menos dos aspectos fundamentales en los edificios afectados. Uno corresponde a la arquitectura de los primeros pisos, que son distintos al resto de las plantas (‘piso blando’), y el otro tiene que ver con los refuerzos de acero al interior de las estructuras, donde las cantidades no parecían las adecuadas”, indicó al diario chileno La Tercera Christian Ledezma, quien participó en la investigación junto a los profesores Rosita Jünemann y Matías Hube.
El terremoto de magnitud 7.1 que remeció a México el 19 de septiembre pasado dejó un saldo de 369 personas fallecidas, al menos 38 construcciones derrumbadas y 200 con graves daños estructurales.
Ledezma añadió que, en Chile, estos casos difícilmente pueden ocurrir, ya que la normativa sísmica impone restricciones a los diseños similares al mexicano, porque generan “puntos débiles” en las estructuras en caso de terremotos.
El académico chileno señaló que hay un grado de responsabilidad en la fiscalización de las edificaciones dañadas, de acuerdo a la conversación con ingenieros mexicanos.
En otros casos, también pudo haber incidido la existencia de normativas más o menos flexibles”.
Sin embargo, Ledezma destacó que varias obras de gran envergadura resistieron el pasado terremoto de México gracias a que fueron construidas con base en la experiencia que dejó el fuerte movimiento sísmico de 1985.
La ingeniería actual permite estimar el comportamiento sísmico de los edificios e incorporar los refuerzos que sean necesarios para mitigar los posibles daños en un evento futuro.
Eso tiene un costo, pero requiere de una decisión política que apoye este tipo de esfuerzos”, afirmó Ledezma.
La investigación realizada por los expertos chilenos fue publicada por la Asociación de Reconocimiento de Eventos Extremos Geotécnicos de Estados Unidos, la cual estudia y documenta los impactos de los terremotos en el mundo