Ernestina Gaitán Cruz
Los niños de cero a seis años de edad son invisibles y sin embargo viven la etapa de vida en que están al cien por ciento de sus posibilidades, por ello la Secretaría de Cultura y la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca les harán “un acto de justicia” al ofrecerles actividades artísticas para contribuir a formarlos como adultos sanos.
Así lo señaló Eva Janovitz de la Coordinación Nacional de Cultura Infantil de la Secretaría de Cultura, al anunciar el Primer Festival para la Primera Infancia en Oaxaca, que se llevará a cabo en el Centro Cultural San Pablo el sábado 27 y el domingo 28 de febrero, con la impartición de 32 talleres y dos espectáculos.
Las investigaciones científicas, dijo, han ayudado a hacer visibles a los que eran invisibles. Han tirado las teorías que decían: como son chiquitos no entienden, no saben; aliméntalos, déjalos que duerman. Esa mirada se mantuvo mucho tiempo y ahora se sabe que todo lo que les des bien durante los primeros años, son los cimientos de su vida, agregó.
Especialmente se plantea que el trabajo debe ser de mucha calidad, porque en esta etapa de la primera infancia, los pequeños están al cien por ciento de sus posibilidades, tienen todos los sentidos abiertos, dispuestos a la experiencia, por eso el arte ocupa un lugar fundamental, además de rodearlos con afectos y con muchos estímulos, explicó.
La pedagoga pionera en México en el trabajo de lectura con bebés, platicó su impresión al ver a un bebé frente a una obra de arte como del muralista mexicano Diego Rivera y dijo que son grandes observadores. “No sabemos qué ocurre en su cerebro, pero nos damos cuenta que estimula sus neuronas, empiezan a movilizarse”.
Por ello, detalló, se plantearon realizar el primer Festival para la Primera Infancia en Oaxaca, para acercar la experiencia de los niños de cero a seis años con el arte, pero también para contribuir a que los adultos se reeduquen, ya que hemos perdido sensibilidad, tolerancia y el saber escuchar.
“Esta convivencia de 45 minutos, nos ayuda a consolidar el vínculo tan importante entre padres e hijos, pero también nuestra misma historia como niños. Queremos que sean aportes para una ciudadanía comprometida y este proyecto ha dado muchas respuestas. Cuando los padres salen de la experiencia cantando la canción que ese día recordaron, conocieron o habían perdido, llevarán la práctica a casa, es una cadena de posibilidades que se gesta para los niños”.
Acompañada de Socorro Benetts Fernández, coordinadora de Proyectos Educativos y Culturales de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (FAHHO) y de Mariana Zardain, directora del Centro Cultural San Pablo, comentó que el propósito es contribuir en la formación de adultos sensibles y afectuosos que generen una mejor sociedad.
PROGRAMA
Socorro Benetts aclaró que ya no hay cupo para más asistentes, sin embargo cabe la posibilidad de una lista de espera ya que se apuntaron 800 familias luego de la convocatoria que hizo la FAHHO.
Explicó que el sábado 27 y el domingo 28 de febrero, se llevará a cabo el I Festival para la Primera Infancia en Oaxaca, con la impartición de 32 talleres y la presentación de dos espectáculos para los niños de cero a seis años. Los talleres se realizarán de las 10 a las 14 horas y el espectáculo de las 16 a las 17 horas.
Participará un grupo de profesionales en música, teatro, títeres, talleres de artes plásticas, música y movimiento, literatura, diseño de disfraces y vestuarios, maquillaje, experiencias lúdicas, narraciones orales y lectura en voz alta diseñados para los más pequeños.
La inauguración será a las 9:45 horas en el Centro Cultural San Pablo y contará con la presencia de María Isabel Grañén Porrúa, presidenta de la Fundación Harp Helú Oaxaca, Socorro Bennetts, coordinadora de Proyectos Educativos y Culturales de la FAHHO, y Eva Janovitz, coordinadora del programa Alas y Raíces de la Secretaria de Cultura.
LA PRIMERA INFANCIA, DE ACUERDO CON LA UNICEF
La primera infancia, de los 0 a los 5 años de edad, representa una etapa decisiva en el desarrollo de las capacidades físicas, intelectuales y emotivas de cada niño y niña, y es la etapa más vulnerable del crecimiento.
En esta fase se forman las capacidades y condiciones esenciales para la vida, la mayor parte del cerebro y sus conexiones. El amor y la estimulación intelectual permiten a los niños y niñas desarrollar la seguridad y autoestima necesarias. Para ello, su entorno y las condiciones de vida de la madre son fundamentales.
LA SITUACIÓN EN MÉXICO
En México, la población entre 0 y 5 años de edad es de 11.6 millones en 2009, de los cuales 5.9 millones son niños y 5.7 son niñas. El 61.2% de ellos se encuentra en condiciones de pobreza patrimonial y el 27.4% en condiciones de pobreza alimentaria. La desigualdad de sus ingresos y oportunidades varían con la geografía del país.
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