Cantera Política / José Luis Mendoza
En Oaxaca empieza el mes de mayo con temperaturas para freírse y no se diga el clima del ambiente político que se va a poner como caldera del Diablo.
Menuda bienvenida al experimentado Héctor Anuar Mafud en la Secretaría General de Gobierno, quien tendrá su prueba de fuego no solamente en las negociaciones con los hampones de la Sección 22 del SNTE, sino para mantener las condiciones de gobernabilidad en el estado con miras a las elecciones de presidencias municipales, diputados locales, diputados federales, senadores y presidente de la república. Y la literatura pierde a una de sus jóvenes promesas.
El cambio en la Segego apenas fue a tiempo, ante un Alejandro Avilés desgastado desde antes de tomar posesión, lo que no significa que haya caído en desgracia como divulgaron algunos que hasta lo ubicaban en Morena. Nada más alejado de la realidad, porque si bien es un ave de tempestades y está marcado por el desprestigio, se trata de un elemento que sin duda operará políticamente para su partido.
El paquete para Mafud es enorme, especialmente luego de la detención del exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, porque Gabino Cué, Jorge Castillo y sus secuaces están muy preocupados y buscan crear conflictos en Oaxaca para negociar impunidad. No olvidemos que es el primer año de gobierno y todavía quedan muchos espacios donde los exfuncionarios tienen todavía influencia, porque dejaron una estructura que trabajaba muy bien para robar todo lo que se podía, y con ello buscarán a toda costa impunidad y no terminar calentando tabique.
Si el jefe político de los priistas no dudó en meter al bote a uno de sus correligionarios, qué puede esperar el ladrón de siete suelas que se despachó con la cuchara grande y permitió toda clase de latrocinios en todas las dependencias del gobierno estatal, especialmente en Salud, Sinfra, Administración, Turismo, y un largo etcétera.
Cué está preocupado porque durante los primeros años de su administración entregó dinero a manos llenas a Andrés Manuel López Obrador, mediante Salomón Jara Cruz, actual dirigente estatal de Morena, quien se desempeñó como titular de Sedafpa antes de que Gabino lo quitara y pusiera al hermano de Diódoro Carrasco, su verdadero jefe.
El pleito que generó la destitución de Jara Cruz provocó algunas declaraciones en contra de Gabino por parte de López Obrador, pero todo se subsanó mediante un acuerdo monetario, y por ello Salomón cerró su bocaza y se olvidó de la ingratitud de Cué, con quien recorrió durante varios años todo el estado para lograr la gubernatura en una coalición que resultó desastrosa como gobierno, no así como negocio, porque las empresas poblanas vinculadas con Carrasco fueron muy bien recompensadas.
Con Moreno Valle como cabeza de lo que ya llaman el Gay Power, el clan gabinista-diodorista, está preocupado por lo que pueda pasar, porque saldrían a relucir la serie de negocios turbios y desfalcos al erario de Oaxaca para favorecer a constructores y empresas poblanas.
Curiosamente, hay un clan de “comunicadores” y negociantes del periodismo, vinculados con Ulises Ruiz Ortiz y con empresas beneficiadas por Gabino Cué, que han hecho de dos portales su espacio para presionar en busca de prebendas. Quieren que la administración de Alejandro Murat les permita seguir con sus privilegios y negocios turbios.
Uno de los integrantes de este clan, vinculado con el esposo de una periodista oaxaqueña que trabaja en un diario de la capital del país, está al servicio de la empresa que tenía el enorme negocio de la administración del tiradero de basura, y desde ahí enfoca sus baterías contra el titular de la Semaedeso, porque la empresa pretende seguir con un negocio fabuloso a costa del erario estatal.
Un istmeño que labora en el diario de Ulises Ruiz se dedica a inventar cartitas ridículas para denostar a funcionarios, porque es parte del mismo negocio de chantaje que realiza el tipo que fue denunciado por Javier Villacaña.
Así, desde dos portales “políticos” marcados por la mano de Ulises Ruiz y que se aliaron a las huestes de Jorge Castillo en los grandes negocios de empresas poblanas, los gabinistas, negociantes, constructores y prestadores de servicios que se vieron beneficiados por Cué, compran la pluma para endosar ataques a servidores públicos de la plena confianza del gobernador Alejandro Murat, quienes reciben un día sí y otro también, ataques orquestados simplemente porque les están cortando las uñas a quienes se acostumbraron a robar el dinero de los oaxaqueños.
Han llegado a mentiras infantiles que no les cree ni su abuelita, con el invento de cartitas y documentos que piden renuncias de secretarios, pero pecan de inocentes.
Otro sujeto de muy mala fama, que se enriqueció en el sexenio de Ruiz Ortiz de la mano de su paisano Eviel Pérez Magaña, ha hecho del chantaje y la prebenda su forma de vida. Es el mensajero que de acuerdo con los intereses de sus patrones, a quienes cobra muy caro, lleva los chismes e inventos a “columnistas” para que hablen mal de los enemigos de sus clientes y a favor de quienes le pagan.
Los oaxaqueños no olvidan las declaraciones del gobernador Alejandro Murat: dejaron a Oaxaca en quiebra. A casi medio año del cambio de gobierno los oaxaqueños de a pie todavía resienten la dura crisis económica. Las deudas dejadas por el ladrón de Gabino no solamente afectaron a los proveedores, constructores y prestadores de servicios, sino a la sociedad en general, porque el dinero dejó de circular y estancó la dinámica económica de Oaxaca.
Cabe recordar que desde la mitad de sexenio se veía venir la debacle en que el ladrón Cué dejaría a los oaxaqueños. El expresidente municipal, Luis Ugartechea, se enriqueció como pocos, construyó casas y abrió nuevos negocios y restaurantes, y dejó también una serie de adeudos con proveedores de todo tipo, con la desventaja de que quien lo sucedió en la presidencia municipal no reconoció las deudas, especialmente las que dejó el ratero de Ugartechea con los medios de comunicación, que todavía lo recuerdan muy bien.
El cambio de la doctora Velásquez en los Servicios de Salud de Oaxaca, donde fue nombrado Celestino Alonso Álvarez, es también un ajuste con miras a lo que viene. Es uno de los sectores más críticos de la administración pública, porque Germán Tenorio resultó un raterazo de siete suelas, y se necesita un político experimentado y con conocimiento de la problemática, especialmente en el trato con los sindicalizados, porque nadie desea que se complique el panorama para los oaxaqueños en ese sector en pleno proceso electoral. La doctora Gabriela Velásquez Rosas cumplió bien la encomienda en los primeros meses, aunque su estado de salud no era óptimo. La doctora desempeñó un buen papel desde la creación del Coesida y hace unos días fue sometida a una intervención quirúrgica.
Comentan que en Administración sigue el estira y afloja entre Javier Villacaña y la dirigencia del sindicato de Burócratas. Los angelitos quieren las más de 4 mil bases que vendieron en el gobierno de Cué con funcionarios cercanos a Varela, otro de los consentidos de Cué, quienes vendieron cada base en mínimo 250 mil pesos. Es cuestión de hacer cuentas para ver el dineral que se embolsaron. Nos comentan que hay la indicación de echar abajo todas las bases entregadas de manera fraudulenta, y que representan un enorme gasto para el presupuesto estatal. Además, todos saben que el gobierno está saturado de miles de trabajadores que no hacen nada.
La gran mayoría se dedica a pasar el tiempo en las oficinas disfrutando de una beca de por vida. Un aumento descomunal de cuatro mil bases significa también menos posibilidades del gobierno de otorgar incrementos salariales y prestaciones, pero como se trata de un año electoral, creemos que será difícil que se tomen medidas para meter orden en la burocracia.
Este caloroso mes de mayo es apenas el comienzo de lo que viene y se advierte que Oaxaca vivirá uno de los procesos electorales más complejos de su historia, por lo que el gobernador Alejandro Murat fortalecerá a su equipo, porque está empeñado en trabajar y cumplir a los oaxaqueños, enfocado en dar resultados al estado y a su jefe político.
En esta coyuntura, nada conviene más a Oaxaca que un PRI fortalecido y un presidente que mantenga el buen trato y deferencia que Peña Nieto ha dado al estado en los primeros meses del gobierno de Alejandro Murat.