Por Marytere Narváez
Yucatán.- En colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), Carlos Yáñez Arenas, investigador del Laboratorio de Conservación de la Biodiversidad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), realiza estudios acerca del riesgo de invasión de especies de reptiles exóticas en México.
El Sistema de Información sobre Especies Invasoras en México (SIEI) de la Conabio se creó con el objetivo de recopilar la información disponible sobre especies reportadas como invasoras, incluyendo aquellas ya establecidas en México y aquellas que representan un alto riesgo para la biodiversidad de México. Entre estas hay alrededor de 15 especies de reptiles que la Conabio identificó como especies en las que hay interés por evaluar el riesgo de invasión, como la pitón de Birmania, la pitón reticulada entre otras especies de serpientes, geckos, varanos y tortugas, por mencionar algunas.
La primera parte del proyecto consiste en recabar toda la información biológica en la literatura científica sobre las especies identificadas como riesgo potencial por la Conabio, con el fin de corroborar científicamente esta clasificación o si todavía pueden ser manejadas como especies de cuidado menos especial.
En la segunda fase se generarán fichas biológicas de todas las especies y se incorporará la modelación de nichos ecológicos con los registros que existen de cada especie en sus áreas de distribución nativas, por ejemplo, la pitón de Birmania que se distribuye en Asia y que ha causado muchos problemas en Florida, Estados Unidos, donde fue introducida hace unas décadas.
“Con la información ambiental de las preferencias ecológicas de esta especie (pitón de Birmania) en su área de distribución nativa, que sería el sudeste asiático, en el proyecto se generarán modelos de distribución en esa región que serán proyectados a México, pero también a América. De esta manera, podrá conocerse cuáles son las regiones donde existirían más posibilidades de que una población de pitones sobreviva y se convierta en plaga y esa metodología se aplicará para cada especie”, indicó el investigador.
Sin embargo, si las condiciones ambientales que le gustan a la especie no están representadas geográficamente en su área nativa, puede ocurrir que no podrán realizarse predicciones correctas, ya que no son análogas a las regiones donde se calibrarán los modelos. Esto podría ocurrir si, por ejemplo, en el sudeste asiático no se encuentran todas las condiciones ambientales que le gustan a una pitón de esa región. Para esto, Yáñez Arenas ha diseñado técnicas matemáticas que se incorporarán para eliminar este tipo de dificultades.