Oaxaca.- Mito o leyenda, nadie lo sabe, la historia del sacrificio de la princesa Donají, a quien cortan la cabeza como un sacrificio para salvar a du pueblo, se presentó esta noche en el auditorio Guelaguetza previo al primer Lunes del Cerro de este lunes, en un escenario incomparable de color y música, en la que se escenificó la historia de amor, sacrificio y tragedia de la princesa zapoteca, ante un auditorio repleto de oaxaqueños y visitantes nacionales y extranjeros.
relata teatralmente la historia de la princesa indígena Donají y su amor incondicional por el pueblo zapoteco, el cual finalmente la llevó al sacrificio.
Cuenta la leyenda que antes de la llegada de los españoles, Oaxaca se encontraba dominada por una casta de nobles zapotecas y mixtecos, y el rey Cocijoeza, soberano de Zaachila, tuvo una hija a quien nombró Donají, que quiere decir “Alma grande”, quien al nacer ya tenía trazado su destino.
Según la leyenda el sacerdote Tiboot de Mitla vaticinó una gran desgracia para la pequeña, ya que ella se sacrificaría algún día por amor a su pueblo.
Los mixtecos y zapotecos enfrentaron juntos a los mexicas que trataron de conquistar la región para anexarla a su imperio, pero ambos pueblos inician violentas disputas.
El guerrero y príncipe mixteco Nucano es herido y hecho prisionero por los zapotecas, y puesto a disposición del rey, pero Donají se enamora de él y lo cuida hasta que se recupera. Entonces le pide a Donají que lo deje en libertad.
Nucano, libre, alienta a su pueblo a terminar con la guerra, mientras Donají hace lo mismo con su padre. Zapotecas y mixtecos pactan la paz, aunque los mixtecas piden que Donají sea la prenda de paz para garantizar la promesa del rey, ya que de lo contrario sería sacrificada.
La leyenda cuenta que por amor a su pueblo, la princesa avisó a los guerreros zapotecas que sus carceleros se encontrarían al anochecer en Monte Albán, lugar donde fueron sorprendidos y diezmados por la gente de Cocijoeza.
Donají es apresada y llevada por los mixtecas a Monte Albán como ofrenda de paz para que el rey zapoteco cumpliera con los tratados de paz, de lo contrario, sería sacrificada.
Los mixtecas decidieron vengarse del rey sacrificando a la princesa cerca del río Atoyac, donde le cortaron la cabeza, y en el lugar donde fue sepultada y se dice que al momento de encontrar su cadáver, no presentaba rastros de putrefacción, y que de su cabeza había nacido un lirio silvestre que de inmediato se convirtió en símbolo del pueblo zapoteco.
Según la leyenda, Nucano, convertido en gobernador de los zapotecos, dedicó el resto de sus días a velar por el pueblo de su amada hasta su muerte, cuando finalmente fue enterrado en la iglesia de Cuilapan de Guerrero, donde también había sido sepultada Donají.
La edición 34 de Donají…La Leyenda, cautivó a los miles de personas que acudieron al auditorio Guelaguetza para la historia de amor, magia, color y tragedia, que rememora parte de la historia de Oaxaca de Juárez.
El espectáculo fusionó el misticismo, la música prehispánica y luces que asombraron a las miles de personas que acuden a presenciar el espectáculo que organiza el municipio de Oaxaca de Juárez.
En las danzas y bailes participan 84 actores, que interpretan la historia ante el presidente municipal Javier Villacaña Jiménez y la Diosa Centéotl 2016, Leticia María Reyes Salinas, así como la presidenta del DIF Municipal, Verónica Quevedo Arango.
Desde 1928 la cabeza decapitada de Donají y el lirio, son el emblema y escudo oficial del Honorable Ayuntamiento de la Ciudad de Oaxaca de Juárez.
Para concluir este espectáculo dancístico, el cielo se iluminó de luces multicolores, donde los juegos pirotécnicos son el sello distintivo de las fiestas de los Lunes del Cerro.
Con gran éxito representan la Leyenda de Donají, parte de las tradiciones de Oaxaca
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