Hannah Mills – Una estrella de la vela contra los plásticos

Para convertirse en la regatista más exitosa de la historia de los Juegos Olímpicos hay que ser persistente, y la regatista del equipo británico Hannah Mills siempre ha sido exactamente eso.

Desde su primera medalla de plata en los Juegos Olímpicos de su país, Londres 2012, hasta su segundo oro en el Puerto de Veleros de Enoshima en Tokio 2020 junto a Eilidh McIntyre, la galesa, ya retirada, siempre ha sido implacable en su búsqueda de la excelencia.

Ahora está canalizando esa energía para salvar el medio ambiente.

Al igual que Scanlan, el deporte que practica Mills le obliga a estar en contacto con la naturaleza, y gracias a esa relación que ha desarrollado a lo largo de su vida, ahora hace todo lo posible por salvarla.

“Todas las playas, los puertos deportivos y las marinas en los que he navegado están llenos de plástico”, declaró el año pasado al Comité Olímpico Internacional (COI).

“Eso me ha abierto la puerta al mundo de la sostenibilidad. Quiero utilizar mi experiencia deportiva, mis redes y mi perfil para concienciar, cambiar comportamientos e influir en otros sobre cuestiones medioambientales.”

“El sueño olímpico consiste en ser lo mejor posible, y eso no solo significa competir o ganar medallas, sino ser un buen ciudadano del mundo”, Hannah Mills a Olympics.com.

El año pasado, cuando los líderes del mundo estaban bajo el foco de atención de la cumbre COP26 en Glasgow (Escocia), Mills aprovechó el momento.

Con la ayuda del COI y de su compañera olímpica Melissa Wilson, reunió a más de 50 deportistas olímpicos y paralímpicos de alto nivel para que prestaran su apoyo a la acción climática.

Desde la estrella keniana del maratón Eliud Kipchoge hasta el as británico del tenis Andy Murray no se escatimó el poder de ninguna estrella del deporte.

Calificaron la COP26 (considerada como una de las conferencias sobre el cambio climático más importantes jamás celebradas, dada la situación mundial actual) como las “Olimpiadas de las cumbres sobre el clima”, e instaron a los líderes mundiales a cumplir lo que se esperaba de ellos en los Juegos Olímpicos de Tokio.

Incluso antes de la COP26, Mills ya había incluido en su agenda la lucha contra el plástico.

Ya en 2019, la bicampeona olímpica lanzó el ‘Big Plastic Pledge’, cuyo objetivo es eliminar por completo el plástico de un solo uso del deporte. Desde el uso de botellas de agua rellenables hasta el rechazo de los envases de plástico, la campaña promueve todas las formas de ayudar a acabar con nuestra dependencia del material.

Un año después, ella y el remero noruego Martin Helseth fueron elegidos embajadores del Pacto Climático Europeo para ayudar a informar, inspirar y apoyar la acción climática dentro de la comunidad deportiva.

“Creo que es responsabilidad de cada persona hacer lo que pueda para ayudar a abordar el cambio climático, porque este problema global nos afecta a todos y cada uno de nosotros”, dijo entonces en declaraciones al COI.

“El deporte tiene un enorme papel que desempeñar. Hay muchas razones para ello, como el alcance de los eventos deportivos mundiales y el hecho de que el deporte es un “innovador”, que siempre supera los límites. Si podemos utilizar su poder para ayudar a más personas a entender el cambio climático y las soluciones disponibles para abordarlo, entonces podemos marcar realmente la diferencia”.

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