*El vehículo propiedad de su hijo fue registrado en Puebla para evitar el pago de tenencia en el Estado de Oaxaca donde el importe supera los 15 mil pesos anuales.
Oaxaca.- Pablo Alberto Ramírez Puga Domínguez, hijo de Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva, director de LICONSA aún es un estudiante y no percibe ingresos pero ya es dueño de un auto de lujo edición sport, del cual según la marca aun circulan muy pocos en México, el mismo con valor superior al medio millón de pesos.
De acuerdo al portal de transparencia de LICONSA el director de dicha dependencia percibe un ingreso mensual neto de $111,582.33 pesos, el funcionario ha sido cuestionado en la antigüedad por corrupción y desvío de recursos para favorecer empresas familiares.
De igual forma datos de la Secretaria de Finanzas del Gobierno del Estado de Puebla revelan que Ramírez Puga Domínguez tiene registrado a su nombre un auto Mercedes Benz A 250 CGI SPORT modelo 2013, con número de placa TXY9133 y número de serie WDDBF4EB0DJ120864 valuado en $ 554,900.00 pesos.
Aun cuando el funcionario federal ha criticado las políticas subsidiarias que se aplican en Estados como Puebla y el Distrito Federal, el vehículo propiedad de su hijo fue registrado en Puebla para evitar el pago de tenencia en el Estado de Oaxaca donde el importe supera los 15 mil pesos anuales, otros vehículos propiedad del funcionario federal han sido emplacados en el Distrito Federal para evitar el pago de impuestos en la entidad oaxaqueña, de acuerdo al mismo portal de la Secretaria de Finanzas el vehículo ha sido captado por la foto infracción por lo menos en 3 ocasiones por ser conducido con exceso de velocidad.
Tras el escándalo a finales del año pasado donde Heliodoro Díaz Escarraga, ex funcionario del INFONAVIT le regaló a su hijo que se desempeñaba en el área jurídica de LICONSA un automóvil Porsche con valor superior a 1.5 millones de pesos y por lo que ambos aún son investigados por la SFP, hoy el hijo del director de LICONSA revive el escenario de lujos e insensibilidad hacia el pueblo mexicano por parte de funcionarios y familiares que viven con opulencia a costas del erario público.