Por Amelia Gutiérrez
Colima.- En el Laboratorio de Neurociencias de la Facultad de Psicología de la Universidad de Colima (Ucol) desarrollan una investigación para encontrar un fármaco que favorezca la producción de mielina, que es una proteína aislante que facilita la transmisión de información entre las células y evita que existan contactos no deseados entre las neuronas.
El profesor investigador de la Facultad de Psicología, Óscar González Pérez, adscrito al Laboratorio de Neurociencias, señaló que en el campo de las enfermedades desmielinizantes, como esclerosis múltiple, encefalitis o inflamación cerebral y síndrome de Guillain-Barré, han descubierto que la sustancia llamada fenitoína parece estimular la reproducción y la integración de unas células llamadas oligodendrocitos, que son las encargadas de producir la mielina.
“Cuando las enfermedades desmielinizantes atacan a una persona, lo que hacen es destruir estas células que producen esos aislantes y aunque las neuronas estén intactas y el cerebro esté prácticamente a nivel neuronal sano no tiene el aislante y empieza a ocurrir, por decirlo así, un corto circuito entre las neuronas y se hace una comunicación aberrante y la persona lo manifiesta de muchas formas dependiendo de qué región cerebral sea dañada”, explicó el doctor en ciencias fisiológicas, nivel III en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), quien desarrolla esta investigación desde hace más de ocho años.
Indicó que este tipo de enfermedades ataca principalmente a adultos jóvenes, cuando los individuos son más productivos, ya que se presentan sus primeras manifestaciones entre los 20 y 25 años, alcanza un pico máximo alrededor de los 30 años y empieza a declinar su incidencia ya pasados los 40 años.
Oscar Gonzalez Perez“Por razones que no conocemos afecta más a las mujeres que a los hombres, la proporción varía poco, de tres a uno o de cuatro mujeres a un hombre, por lo que es un problema porque no hay un tratamiento efectivo, hay algo para paliar la enfermedad pero, hasta el momento, no se cuenta con un fármaco que pueda hacer esto”, declaró el investigador.
Por eso, dijo, están enfocados en la búsqueda de una sustancia que pueda promover el crecimiento o la reproducción de los oligodendrocitos para que comiencen a funcionar como aislantes y se genere la vaina de mielina para las neuronas.
Aclaró que las enfermedades como Alzheimer y Parkinson destruyen las neuronas, las células encargadas de producir la comunicación, mientras que en las enfermedades desmielinizantes las neuronas están prácticamente intactas, pero estas no se pueden comunicar bien porque no están aisladas.
Esta investigación retomó un estudio realizado en la Universidad de California, en San Francisco, Estados Unidos, en donde encontraron que al estimular el receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR, por sus siglas en inglés) con una sustancia como la fenitoína produce proliferación de oligodendrocitos.
Efecto antiepiléptico y remielinizante
Desde hace cinco años, en la Ucol están indagando específicamente el efecto de la fenitoína en el cerebro y han encontrado que estimula el receptor EGFR, favoreciendo el crecimiento de células por el efecto del antiepiléptico y estas células son oligodendrocitos. “Tenemos un modelo en donde ya simulamos la enfermedad de esclerosis múltiple en un humano y le estamos dando fenitoína a los ratones”, dio a conocer el catedrático.
Los hallazgos sugieren que la fenitoína favorece la remielinización, ya que los animales experimentales se recuperan más rápido cuando consumen dicha sustancia que cuando se les deja en su evolución natural.
Sin embargo, dijo que deben ser muy cuidadosos con las sustancias que producen crecimiento celular, sobre todo en el cerebro, ya que en caso de que el paciente presentara algún tumor podría estimularse; por ello continúan haciendo pruebas con un modelo más estricto, que se parece más a la esclerosis múltiple, en donde estimulan el sistema inmune que ataca el cerebro de los ratones para observar si la fenitoína es capaz de modular esto y, si funciona, los clínicos tendrían una herramienta más para combatir la enfermedad y que la persona sobrelleve mejor este padecimiento.
Finalmente, González Pérez subrayó que en la actualidad tratan de detener el ataque y la destrucción de los oligodendrocitos porque aún no hay manera de reponerlos, lo que podría suceder a mediano plazo para mejorar la calidad de vida de los pacientes que sufren enfermedades desmielinizantes, sobre todo esclerosis múltiple que es la más común.