Salvador Flores Durán
Oaxaca.- El jaguar ha tenido una importancia fundamental en Oaxaca desde el punto de vista arqueológico, cultural y social, y por su interrelación con las comunidades rurales e indígenas del estado, además de que la conservación de la especie es clave para la conservación de las selvas tropicales, y se estima que en todo el país hay una población de tres mil 800 jaguares, de los cuales hay más de 400 de estos felinos en el territorio estatal, especialmente en las regiones de los Chimalapas y la Sierra Norte.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) informó que Oaxaca es un estado prioritario por su carácter de refugio para el Jaguar al contar con una población estimada en más de 400, pero es necesario redoblar acciones que permitan su reproducción y conservación.
Este felino es una especie en peligro de extinción y se estima que a inicios del siglo 20 había entre 20 y 25 mil jaguares en México, sin embargo, el primer censo nacional realizado por Alianza Nacional por la Conservación del Jaguar, indica que actualmente sólo hay alrededor de cuatro mil, lo que representa que la población ha disminuido en un 80 por ciento.
Para la conservación del jaguar se requiere de la conservación de bosques, selvas, de cientos de miles de especies de plantas, animales y microorganismos que viven en su hábitat.
La Estrategia Nacional para la Conservación del Jaguar se elaboró para consolidar cinco poblaciones de jaguares que tienen entre 500 y mil ejemplares para mantener las poblaciones, que habitan en al menos 16 de las 176 áreas naturales protegidas.
La Conanp concluyó hace unos meses el trabajo de monitoreo del jaguar en la zona conocida como la Chinantla, en Oaxaca, como parte de los trabajos de conservación de ecosistemas a través del Programa de Conservación para el Desarrollo Sostenible (Procodes), con el objetivo de preservar dicha especie que se encuentra en peligro de extinción.
Explicó que Oaxaca posee una amplia diversidad de flora y fauna, gracias a su ubicación geográfica que le permite albergar ecosistemas como la selva húmeda, bosque, costa y selva seca, sin embargo, existen ecosistemas que peligran y, a su vez, especies como el ocelote, tigrillo, tortuga caguama y jaguar.
La Conanp, la Universidad Autónoma Metropolitana y el Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional Unidad Oaxaca, realizaron la investigación de campo que permitió evaluar y calcular el estatus numérico del jaguar, además de estudiar su hábitat para diseñar una metodología que permita a la comunidad participar en la conservación de la especie.
Explicó que la extinción del jaguar en una determinada región afectaría de manera negativa la dinámica de ese ecosistema, por lo que se realizaron proyectos de vigilancia y monitoreo comunitario de fauna en 19 localidades ubicadas en Áreas Destinadas Voluntariamente a la Conservación (ADVC), las cuales se ubican en cinco municipios de la región.
Con ello se organizaron, capacitaron y equiparon a 19 brigadas en técnicas básicas de monitoreo y vigilancia, en las que participaron 420 ejidatarios y comuneros, y se colocaron cámaras trampa en tres senderos.
El resultado fue un acervo fotográfico y de video de alrededor de tres 500 imágenes, que se sistematizan para generar una base de datos para su análisis, lo cual permitirá generar información sobre la situación actual de la población de este felino en la región y establecer una estrategia de sensibilización y educación ambiental orientada a la revalorización de la especie y la preservación de su hábitat.
