Por Marytere Narváez
Mérida, Yucatán.- Con el apoyo de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) desarrolló el proyecto Red de jardines medicinales del Mayab, que tiene por objetivo generar un espacio en el que los médicos puedan expresar las problemáticas en que se ven envueltos por el desarrollo de su práctica, así como para compartir los conocimientos sobre las plantas medicinales y las prácticas curativas del estado de Yucatán.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, Rafael Durán García, coordinador del proyecto, señaló que se ha implementado el desarrollo de jardines medicinales con las plantas que los médicos tradicionales emplean para que cuenten con una mejor representación de estas especies y con mejores condiciones para su cultivo, que comúnmente se encuentran en los solares de sus casas.
Con el apoyo del Instituto para el Desarrollo de la Cultura Maya del Estado de Yucatán (Indemaya), se ha trabajado en el fortalecimiento de la infraestructura de los solares, donde pueden contar con un mayor número de las plantas que requieren para elaborar sus remedios arbolarios. Entre los jardines que forman parte de esta red, se encuentra el jardín de Tibolín, el jardín de Yaxcabá y el jardín de Acanceh, donde se han realizado diversas reuniones de intercambio con los médicos tradicionales.
El Jardín Botánico Regional “Roger Orellana” del CICY también forma parte de esta red, y algunas organizaciones han manifestado su interés por integrarse como socios del proyecto. “Sin embargo, la base son los jardines que están en las casas de los propios médicos porque es la manera más directa de conservar la práctica de la medicina tradicional y la flora medicinal, a través del uso que ellos hacen al atender a sus pacientes”, señaló el investigador, quien pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) con nivel I.
Como parte de la labor de investigación, se realiza un inventario de los jardines y una labor etnobotánica para reconocer cada una de las plantas que se encuentran en estos, con la información de las aplicaciones que los médicos emplean para diversos padecimientos. Actualmente se cuenta con 10 jardines en los que se tienen representadas alrededor de 266 plantas medicinales que tienen un uso determinado de acuerdo con cada una de sus partes.
“Nosotros documentamos la riqueza de plantas que tenemos como medicinales, pero también la riqueza cultural asociada a ella a través de su uso. El ejemplo más directo es el libro de la Flora medicinal de los mayas peninsulares, que cuenta con 100 especies, que son de las que tenemos mayor información. Por otra parte, se encuentran las que tienen mayor uso por parte de la población: solamente en el estado de Yucatán reconocemos que existen más de 650 especies de plantas medicinales, y de muchas de estas no se tiene tanto conocimiento, como estudios fitoquímicos, farmacológicos o toxicológicos, para poder asegurar que se pueden utilizar de manera segura”, indicó el investigador.
Intercambio de experiencias con los médicos tradicionales
De acuerdo con Durán García, una de las problemáticas presentes en la medicina tradicional es que los médicos son adultos de la tercera edad y muchos de ellos no tienen aprendices a quienes puedan heredar sus conocimientos. “Lo que estamos intentando generar en este espacio de discusión es que los médicos intercambien conocimientos entre ellos, además de promover el interés de jóvenes que se acerquen a ellos para que puedan recibir el conocimiento de esta importante tradición”, indicó.
Durante los encuentros se diagnostican las problemáticas a las que los médicos tradicionales se enfrentan en su práctica cotidiana y se toma nota de las propuestas que pueden desarrollarse para enfrentarlas. Uno de los aspectos más importantes es que en estos espacios los médicos pueden platicar sobre la forma en que utilizan determinadas plantas o partes de las plantas para curar las enfermedades. Muchos de los tratamientos incluyen no solamente remedios para la salud primaria, como dolor de cabeza o de garganta, sino enfermedades complejas como la diabetes y el cáncer que pueden ser atendidas con el uso de hierbas.
Usualmente, cada médico realiza sus tratamientos con una determinada combinación de plantas y pueden diferir en la selección o en las proporciones que otros recomiendan. “Por eso es importante que ellos vayan enriqueciendo su saber con el decir de los demás. También es muy importante que enriquezcan sus propios jardines, y lo que queremos hacer a través de la red de jardines es que se propaguen las plantas que ellos utilizan para que cada uno de ellos las pueda tener en sus propios jardines sin falta”, apuntó el investigador.
Centro de Desarrollo de la Medicina Tradicional
De manera complementaria, en la Reserva de Tabi se edificará el Centro de Desarrollo de la Medicina Tradicional, que contará con tres elementos fundamentales: un vivero para preparación de plantas; un jardín botánico que pueda constituirse como un banco de germoplasma donde la flora medicinal se conserve y se multiplique; y un centro donde se realicen cursos, talleres y atención a pacientes que pueda convertirse en una sede de la medicina tradicional en el estado de Yucatán, mediante el concurso de médicos y parteras.