La fotografía digital, instrumento fabuloso para impactar en la conciencia social: Julien André Mégoz

Salvador Flores Durán

*El artista de la imagen de raíces francesas y españolas platica con Crónica de Oaxaca sobre las posibilidades y el impacto de la fotografía en la conciencia individual y colectiva

*Señala que, ante un mundo en conflicto, con medios que difunden información negativa o imágenes gráficas dramáticas, “creo yo, que la naturaleza humana quiere balancear ese desequilibrio, de cualquier forma. Una de ella sería entonces enfocarse en el bello”.

* “La diversidad humana es justamente el canon de belleza actual y eso debería perdurar. Es lo que nos une, en toda esa diversidad, todos somos seres llevando luz y belleza”

* La fotografía es un arte social y en eso reside el poder y el impacto.

Oaxaca.- Julien André Mégoz es un destacado fotógrafo que ha logrado un trabajo impactante con su mirada sobre la belleza de la naturaleza y de las personas, y que considera la fotografía como un mecanismo o proceso lúdico que cambia nuestra precepción del mundo y de nuestro ser interior, nuestra forma de concebir la belleza y lo efímero, la impermanencia y la transitoriedad.

En una nota publicada en Crónica de Oaxaca se difundieron algunas de sus fotografías realizadas en el Pueblo Mágico de Mazunte, en la que no se había aclarado el origen y la autoría de las imágenes. Esta situación sirvió para entablar la conversación a distancia que les presentamos, y que revela la filosofía creativa del fotógrafo, porque finalmente, la imagen y la foto no reflejan únicamente la belleza visual, sino que rebela el arte como una forma de vida que busca la armonía y el equilibrio en lo transitorio.

¿La fotografía cómo modifica o cambia nuestra percepción del mundo?, ¿cómo impacta en nuestro ser interior o nuestra conciencia?

Bueno, esta pregunta se aplica a todas practicas artística, no solamente a la fotografía. Pero con la digitalización, que permite tener acceso a contenidos que nos inspiran, que nos mueven o que nos transmiten emociones, nunca fue tan abundante. Desde que la fotografía se digitalizó en los años 90, cambió nuestra percepción del mundo porque nunca fuimos tan cercanos, tan conscientes o estuvimos tan enterados de lo que sucede en nuestro planeta. Eso tal vez es mi forma utópica de de verlo, aunque también tiene su lado oscuro.

Puedo hablar de mi experiencia personal en lo que impacta mi ser interior, aunque no todos lo viven de esa manera. Tengo en mente una galería fotográfica en cual puedo acceder a mis recuerdos, a mis momentos más impactante en el tiempo. Es como un diario visual que me permite vivir de nuevo, recordar antiguas sensaciones, activar sentidos, tocar de nuevo con emociones, y de esa manera ser consciente de los cambios que sucedieron. Ahora, la fotografía tiene ese mismo efecto, podemos activar sensaciones de una luz del pasado y revivirla en el presente. Eso tiene un poder increíble al nivel de la conciencia.

¿Estamos obsesionados con buscar la belleza física o natural?

Bueno, Las obsesiones son un trastorno mental. Se caracterizan por imágenes intrusivas que surgen repetidamente y son difíciles de descartar de la mente. No creo que todos vivimos esa manera de buscar la belleza. Creo más bien que en vivir en un mundo con tantos conflictos, con tantos medios de comunicación que nos inyectan diariamente informaciones negativas o imágenes gráficas dramáticas, es natural creo yo, que nuestra naturaleza humana quiera balancear ese desequilibrio, de cualquier forma. Una de ella sería entonces enfocarse en el bello.

¿Estamos obligados a buscar la belleza del instante?

No creo que haya obligación. Creo que a veces el aspecto emocional en el cual nos encontramos en un instante no nos permite conectar con la belleza, pero nace, en algunos casos, mucho más tarde. Cada uno tiene su forma de experimentar y decidir en qué se quiere enfocar. Hice un trabajo fotográfico en Nueva Zelanda que era sobre el terremoto que destruyó toda la ciudad de Christchurch en 2011, en ese momento, no veía nada más que destrucción, soledad, traumatismo. Cuando hoy veo esas fotos, obviamente me conecta de nuevo con todo eso, pero hay ahora una cierta belleza de saber que esta cuidad tiene ahora más colores que nunca. Es La belleza de la impermanencia.

 

 

¿En las redes sociales, imperio de la imagen y de lo “bello”, se banalizan y se vuelven superficiales los seres humanos?

No sé si podemos reducir al ser humano a las redes sociales, pero si tomamos solamente el aspecto virtual que el ser humano quiere mostrar, sí, se puede notar un movimiento de banalización, por lo menos en Instagram o Facebook. El mundo virtual es superficial en sí mismo, los seres humanos, somos mucho más complejos y necesitamos conectar, sentirnos integrados en la vida real. No conocí hasta hora alguien que está conectada en sus redes sociales las 24 horas del día y creo que eso es una buena noticia para la humanidad.

¿La moda sigue imponiendo mediante las imágenes un canon de belleza parcial ante la diversidad humana?

Para ser sincero, creo que ya estamos en una nueva era desde hace varios años. La moda siempre seguirá imponiendo modelos, pero el canon de belleza cambió y siempre cambiará. Lo bueno en esto es que la gente se cansa, por eso la moda cambia. Si vemos el trabajo de Tom Hoops (https://www.famososfotografos.com/2014/11/tom-hoops.html), él justamente va en contra del canon de belleza estándar y sus fotos son muy poderosas. La diversidad humana es justamente el canon de belleza actual y eso debería perdurar. Es lo que nos une, en toda esa diversidad. Todos somos seres llevando luz y belleza.

¿Cómo lograr que más allá de la técnica de la fotografía, la imagen comunique o impacte nuestra conciencia?

¡El amor simplemente! Tal vez puede sonar muy romántico, pero el amor es lo que impacta positivamente nuestra conciencia. En ser apasionado por esa forma de expresión, en tomar el tiempo de conectar con el “aquí y ahora”, en amar lo que vivo, es como comunico mis emociones. No quiere decir que todas las fotos que tomo son positivas, pero busco ser sincero conmigo mismo, conectar con mis propias emociones para poder transmitirlas y expresarlas. La fotografía es un arte social y se comparte. En eso reside su poder y su impacto.

¿Lo ha logrado con su trabajo?

Sí, pero es como todo, va y viene. Le puedo dar un ejemplo. En el cabaret “Lido” en Paris, estábamos 12 fotógrafos y cada noche teníamos 2horas para fotografiar 1000 personas. Teníamos reglas de retrato y ¡todos tomaban la misma foto! No había creatividad y cero formas de expresarse. Hoy agradezco esa experiencia, porque tenía que vivirla para entender qué me inspiraba para hacer otro tipo de fotografía. Hoy, en todas mis sesiones, me tomo el tiempo para conectar con la gente, saber lo que le gusta, qué emociones tiene y compartimos para tener creatividad juntos. Cuando ese intercambio sucede, es cuando puedo decir que logro hacer mi trabajo como fotógrafo porque la experiencia me hizo entender que tenía la inspiración de hacer otro tipo de fotografía.”

https://www.instagram.com/777.julienandremegoz/?fbclid=IwAR2eldz9z6oUMVSbZX6Qna3rfJt0BJTXtDH5mqqZOE0RmTCCZQOm3yvgkr0

Usted ha tenido la gran oportunidad de fotografiar escenas naturales espectaculares, en sus fotografías los animales y seres humanos lucen integrados a la naturaleza, especialmente en paisajes marinos y de playas, pero en muchos casos esa naturaleza y especies animales están en peligro por muchos factores, ¿este elemento o riesgo no impacta en su visión fotográfica?

Claro que sí. El mundo del consumismo y el turismo impactan muy negativamente el entorno natural, pero de otra forma ayudan al desarrollo y a sostener comunidades. Es lo mismo en todo, todo tiene su luz y su sombra. Si tomo el ejemplo de la historia de Mazunte, era un pueblo de pesca de tortugas (que no iba a ser sostenible a largo plazo), pero cambió con la concientización de los pobladores que entendieron que, si el entorno está afectado, la comunidad también lo estaría. Y hubo un cambio bastante positivo para las tortugas y los pobladores que ahora viven del turismo que viene a ver esas tortugas o ballenas…. Ahora, no es lo mismo para otras especies. Ser consciente de estas situaciones es lo más importante para mí, ahora prefiero enfocarme en las soluciones y en inspirar con la belleza.

https://www.julienandremegoz.com/?fbclid=IwAR0-JQ2OvVRfQBnUnPerVwB28aOZE4-TyeX7aUjYayjr9vIrx5048M56GTc

En una época en la que se toman más fotografías que en cualquier época de la historia humana, ¿la fotografía como arte no está condenada a la fugacidad, a la misma fugacidad de la belleza del instante?

¡Obviamente, como todo en este mundo! Absolutamente todo está condenado a la fugacidad, y es en ser consiente de esa regla del universo es cuando empezamos realmente vivir o a expresarnos. ¡Por lo menos en mi caso! Perdí a un ser querido cuando tenía 11 años, ¡tuve la mejor pero la más fuerte lección de vida que pude tener! Vivo aquí y ahora porque justamente sé que la vida misma es fugacidad.

https://www.julienandremegoz.com/sets/personal-work/?fbclid=IwAR1kJISwgTDY6YI121auYhYhqz4Ug9IRZewgP-9dBhHGj1G7_k8x91wLSFM

Actualmente hay quizá millones de páginas y sitios web de fotografía donde millones de personas comparten su trabajo, ¿cómo visualiza el futuro de la fotografía, no está en riesgo la fotografía como arte en una época de producción masiva?

Bueno, todo es relativo, ¿no? Cuando Kodak sacó por primera vez sus cameras al público, todo el mundo tomaba fotos, pero eso no quería decir que todo el mundo era bueno. Lo más importante es que la gente comparte y siguen compartiendo. Aunque la fotografía digital es la más importante, seguimos teniendo galerías que exponen trabajo análogo. Creo que el contacto con la materia, con el papel es muy importante, ¡aunque con el mundo de los NFTs ya todo es virtual! El mundo del arte se volvió un mercado que no entiendo bien, para ser sincero.

¿Cómo ha sido su encuentro con Oaxaca?

Después de haber estado en Quintana Roo un tiempo a mi llegada a México, sentía que quería visitar más, conocer la diversidad y la cultura de este hermoso país. Me fui de viaje a Yucatán, Chiapas, Campeche y llegué a Mazunte en Oaxaca para un retiro de silencio. ¡Desde ese tiempo la vibra oaxaqueña me atrapó!

¿Cómo fue su experiencia en Mazunte para su trabajo?

Mazunte tiene algo muy particular. Hay muchas texturas con el mar, las rocas, las nubes, los colores, los elementos, los animales… es un laboratorio constante para componer, la luz del amanecer y del atardecer es uno de los elementos que me hizo quedarme. Tiene una riqueza de inspiración para un trabajo creativo. 

 

Su serie Tehuantepec ¿no es algo parcial al trabajar retratos con una modelo alejada de la diversidad natural y cultural de esa región?

Esta serie no es sobre una región de México, es sobre el viento que la cruza, el Tehuano. Durante mi tiempo en Francia empecé una serie de retratos sobre los vientos. Más que identificar la región en donde pasa el viento, es más bien la energía del o de la modelo que me inspiró darle un nombre de viento. Por eso tengo una serie sobre un viento francés que se llama “bise” y la modelo es vietnamita. La primera impresión que me dio la modelo Siris al verla fue su fuerza y ​​su carácter. Desde allí empecé a buscar un viento mexicano que le corresponde. ¡Espero no ofender al viento!

 

¿Qué le puede recomendar a los jóvenes que se inician en la fotografía?

Practicar, ser curioso, sacar su cámara cada día, experimentar y sobre todo jugar, son las recomendaciones que daría. Tomarse el tiempo, estudiar la luz, la sensibilidad, observar y ser paciente, todo llega a tiempo. Inspirarse del trabajo de otros fotógrafos sin hacer lo mismo, encontrar su propio estilo, eso toma tiempo y práctica.

¿Cuál considera usted que sea su trabajo más importante a la fecha o con el que usted está más satisfecho?

Tal vez no es la respuesta, pero mi trabajo más importante a la fecha con el cual estoy lo más satisfecho no está en mi camera o en mi computadora. Está en mi corazón y en mi mente. El Trabajo de fotógrafo me llevo a ser más sensible, más atento y a estar en paz conmigo mismo. Eso es lo más importante para mí.

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