La hora de la verdad / Mujeres y Política

Soledad Jarquín Edgar
Vivimos tiempo de agotamiento. Tiempos difíciles. En algunos lugares, la violencia es más cruenta que en otros sitios.
En breve en México tendremos que elegir a un candidato, a una candidata, para que sea la representante del distrito en el que vivimos en lo que será la LXIII Legislatura y hoy, a 13 días, una gran mayoría de la población no tiene nada claro y los nubarrones se esparcen en el cielo mientas un halo ilumina de amarillo, rojo y azul el contorno del Sol.
¡Hasta dónde llegan los partidos políticos con su propaganda! Exclamaría un conocido con ironía. No es para menos, los partidos políticos han sido capaces de todo, a pesar las reglas, de la transparencia, de las sanciones millonarias, a pesar de todo.
¿Qué buscamos de una diputada, qué queremos de un diputado? La tarea de un o una legisladora es hacer leyes ¿entonces por qué siguen las denuncias por el reparto de despensas, material de construcción, hasta becas o mochilas con relojes, cuadernos, playeras y hasta una tarjeta de descuentos? Y qué lástima por no poder denunciar la mentira, la repetición de frases hechas, el engaño de sus promesas, peor aún qué lástima que nada suceda, que nadie sea castigado.
Pero salvo el caso del Partido Verde cuya evidencia está en miles de hogares del país, del resto lo saben las y los candidatos de los partidos chiquitos y nuevos que acusan a los peces grandes de cometer esos ilícitos que hasta ahora han dejado mil 196 denuncias por la presunta compra y coacción del voto, así como uso de programas sociales, como aseguró en Oaxaca el titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, Santiago Niego Castillo.
Cómo depositar nuestro voto en quienes reparten dinero para “ganar adeptos”, un voto costoso, con instituciones políticas igualmente gravosos para un país donde la pobreza crece desmesurada, como lo indican las versiones del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, que señaló el año pasado que 53.3 millones de personas, medio millón más que en 2010, viven en pobreza.
Pero eso solo es posible en un país de desigualdades porque mientras por un lado vemos la creciente pobreza y las consecuencias dramáticas que ha creado de la mano del crimen organizado y la desesperanza en la gente joven; por el otro, permanecemos en silencio ante el presupuesto destinado a organizar las elecciones, al financiamiento de los partidos y gastos personales (del INE) que suman más de 18 mil millones de pesos.
¿Y quién aprueba ese presupuesto? Los representantes populares de cada partido. Los mismos que serán renovados este 7 de junio. El saldo de las diputaciones federales no es tan meritoria de esos gastos ni menos aún de los sueldos que ganan. En siete legislaturas las y los diputados oaxaqueños han producido dos reformas constitucionales. Lo que hay que reconocer es que han logrado multiplicar los recursos, en el caso de Oaxaca. El problema es que no se ve, que el Ejecutivo local no da color, a pesar de los muchos colores con los que llegó.
Y frente a esa inversión millonaria, que rebasa el presupuesto de muchos municipios del país, ¿vale la pena no votar? Y como dice la propaganda política ¿valdrá la pena dejar que otros decidan? O será una idea descabellada que le abre la puerta a los partidos políticos con militancia real. Los mismos de siempre.
Si no hay confianza, dicen no hay credibilidad, fórmula que va de ida y vuelta. Si no hay credibilidad en los partidos, en el INE, en el consejero presidente Lorenzo Córdova, balconeado al meter la pata en una conversación telefónica haciendo comentarios discriminatorios sobre un grupo indígena de Guanajuato, ¿en quién se puede depositar la confianza, en quién se puede confiar?
Luego, dice, el senador del PAN, Javier Corral, que la filtración correspondió a ese juego sucio que hay entre la televisora más potente y el Partido Verde para presionar al INE. Otra vez el verde que ofende y que el halo del sol no reflejó esta semana, ¿será un presagio? Miden fuerzas los poderes fácticos, como caciques que piensan que pueden asustar al pueblo.
Nada tan deslucido como estas campañas 2015. Lo viejo vuelto nuevo, los mismos pasos y las mismas acciones, solo que en versiones de redes sociales, electrónicas, para llegar a “las masas digitales”, porque en la vida real no juntan ni a una docena de personas, algunos despistados que abren sus puertas cuanto les tocan, les toman la foto y se van; algunas comerciantes sorprendidas en los mercados y, otro vez, foto. El paseo para darse baños de pueblo y foto para las redes sociales. Además, claro está de la media docena de boletines que produce cada aspirante, atiborrando las redacciones de los diarios y los buzones electrónicos de las y los reporteros.
Lo que si pinta en estas elecciones es la violencia. Los focos rojos se prenden, son intermitentes y cada vez más frecuentes, en orden cronológico han sido asesinados: Carlos Martínez Villavicencio, pre-candidato del PRD a una diputación federal por el distrito de Tlaxiaco, así como otras dos personas que lo acompañaban; Aidé Nava González, candidata a la presidencia municipal de Ahuacuotzingo, Guerrero; Ulises Fabián Quiroz, también del PRI, aspirante a la alcaldía de Chilapa de Álvarez, Guerrero; Héctor López Cruz, del PRI, quien aspiraba a ser regidor en Huimanguillo, Tabasco, y Enrique Hernández, candidato de Morena por la alcandía de Yurécuaro, Michoacán, además de las otras violencias, como los secuestros de al menos tres candidatos y las constantes amenazas que reciben en el camino algunas aspirantes, como denunció a esta reportera Beatriz Dominga Pérez López, candidata de Morena, en el distrito 06 de Tlaxiaco y otra que siendo precandidata fue “saludada” por un grupo armado.
El proceso electoral es reflejo de lo que es México. Aún así, la ciudadanía debe elegir, debe acudir a las urnas, para votar por el o la candidata que mejor le parezca; por el partido con el que simpatiza. Una recomendación sana y saludable es leer las plataformas político-electorales así al menos sabremos hacia dónde van.
Y aunque usted no lo crea son una chulada las plataformas electorales, decálogos maravillosos para transformar al país, recomendaciones para acabar con la pobreza, la corrupción de las instituciones y hacer un nuevo país, los resultados, insisto, son los que no favorece la confianza de la ciudadanía.
Y cuando revisamos cuidadosamente estas plataformas me pregunto ¿y dónde están las mujeres? Aunque todos los partidos hacen planteamientos “de género”, lo cierto es que para los cerebros, los políticos abusados, los planeadores, los creadores de las plataformas las mujeres seguimos cargando con los estereotipos y la supuesta “perspectiva de género” pasa de la creación de leyes que garanticen la igualdad en todos los ámbitos a lo que les resulta indisoluble, los binomios: mujer-hijos o mujer-familia. Busque por donde busque lo que parece una acumulado de oportunidades para las mujeres termina en la casa, el hogar y la familia, como destinos únicos de las mujeres.
Ni modo, tenemos que votar y elegir.
La expectativa está puesta. ¿Más mujeres al congreso federal? Esa es la apuesta. Lo que no sabemos cuál es la perspectiva, pero eso será harina de otro costal.
Buena noticia
Y finalmente la reforma constitucional al Artículo 2 promovido por la diputada federal Eufrosina Cruz Mendoza fue publicada este 22 de mayo en el Diario Oficial de la Federación, con lo que se garantiza a mujeres y hombres, pero en específico a las mujeres de las comunidades indígenas a ejercer su derecho a votar y a ser votadas en condiciones de igualdad, así como acceder y desempeñar los cargos públicos y de elección popular para los que hayan sido electos.
Lo inadmisible
En el gobierno de Gabino Cué la cifra de mujeres asesinadas sigue creciendo. Cada vez son más las jóvenes sacrificadas en ese ritual del machismo y la misoginia. El asesinato de la estudiante del Colegio de Bachilleres ha indignado al pueblo de Huautla, pero no parece molestar a nadie más. Para quienes duermen tranquilos cada noche, me refiero al gobernador Cué, al Procurador de Justicia, a la titular del IMO y a todas las personas que tienen que ver con la terrible “desprocuración” de justicia van 25 asesinatos en este año y 376 en los cuatro años y meses de su gobierno. ¿Pueden dormir tranquilos? ¿Pueden cobrar sus quincenas quitados de la pena?
Cuando un trabajador falla en su trabajo, generalmente los corren, es despedido por ineficiente. Por eso pregunto ¿pueden dormir tranquilos sabiendo que le han fallado a la sociedad? Porque por ningún lado se observa la más mínima acción, el más mínimo intento.
La violencia ha convertido a las mujeres en una especie de Penélope en espera de la justicia.
@jarquinedgar

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