Fue presentado en la Feria Internacional del Libro de la Universidad de Guanajuato
Inteligencia Artificial y problemas sociales brinda un panorama interdisciplinario de la discusión actual sobre el impacto de las ciencias y tecnologías relacionadas con la IA
María Teresa Cedillo Nolasco
La reflexión en torno a la Inteligencia Artificial (IA) requiere ser abordada no solo desde una perspectiva del uso, sino desde sus implicaciones sociales, políticas, democráticas y laborales, sostuvo Alfredo Zárate Flores, investigador del departamento de Arte y Empresa de la Universidad de Guanajuato.
Durante su participación en la presentación del libro Inteligencia Artificial y problemas sociales, editado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y coordinado por Arturo Luna Ramírez, académico de la Unidad Cuajimalpa, el investigador señaló que si como usuarios “accedemos a un factor venido de aplicaciones tecnologías como estas” no se debe olvidar que en términos ideológicos hay una huella y, por tanto, saber desde dónde se plantea esa huella.
No se trata solo de utilizar las aplicaciones, sino de “tener la conciencia precisa de sus alcances, sobre todo a nivel político”, apuntó.
Tras comentar el ejemplo de un político virtual de Nueva Zelanda, que desde la IA generativa “está atrayendo datos que le van a permitir hacer un discurso de satisfacción de todos los usuarios y claro, parece que va a convencer porque tiene muchísimos elementos más que otros candidatos que tienen su propio juicio”, eso es así por el gran manejo de datos implicados en ese objetivo.
Reconoció que “efectivamente la tecnología soluciona problemas” y esto ha sido así a lo largo de la historia, pero también es posible ver que más allá de la solución de un problema en particular, existen implicaciones en distintos ámbitos, desde los que se abordan en el origen de estas inteligencias artificiales hasta el manejo de datos que ahora “tenemos para poder decir que estamos en la palestra de programar emociones”, factor que desde la psicología y la filosofía, siempre dejamos a la subjetividad.
Por otra parte, coincidió con uno de los autores, Enrique Gallegos, al advertir que una de las formas más valiosas de modificar e intervenir la realidad, es mediante acciones técnicas, las cuales suelen adaptarse a los deseos y necesidades del mercado.
“Hay un riesgo inherente en que las soluciones basadas en IA perpetúen condiciones de desigualdad”, ese es uno de los elementos más interesantes que contiene el ejemplar pues reconoce que si bien “la IA nos ayuda, en el uso que hacemos de ella necesitamos pensar en sus implicaciones sobre todo de tipo social”.
Por su parte, Wulfrano Arturo Luna Ramírez dijo en entrevista que este recurso informático ya se ha utilizado en beneficios sociales desde hace tiempo; existen, por ejemplo, muchas aplicaciones médicas que ayudan a sistematizar procesos o a identificar ciertos patrones, por ejemplo, en imágenes o en un conjunto de datos a partir de ellos los especialistas pueden ayudarse a tomar decisiones, pero “lo que no podemos hacer es la ‘fetichización’ de la aplicación, sino que es solo una herramienta muy sofisticada que nos permite llevar a cabo estas tareas”.
Además del área médica, el investigador del Departamento de Tecnologías de la Información de la sede Cuajimalpa de la UAM abundó que hay aplicaciones en otras áreas relacionadas con el procesamiento de datos para “ver cosas que nosotros no podemos ver a simple vista; si bien solemos usar anteojos para ver ciertos patrones de manera más adecuada, ahora contamos con ojos electrónicos que nos permiten tener un mayor alcance para identificar algunos elementos”.
Sin embargo, advirtió, que la IA “no es la solución completa”, porque debe haber el juicio humano atrás y un plan muy claro de por qué se va a emplear.
La ciencia y la tecnología “no son neutrales” y ni a la IA ni a una computadora le puede ser atribuida una decisión ético-moral, ésta la toma quien la genera y quien la consume; por tanto, debería atender problemas sociales y no solo a la mercadotecnia, la cual ha primado en su desarrollo.
Inteligencia Artificial y problemas sociales, aportación de la División de Ciencias de la Comunicación y Diseño de la Unidad Cuajimalpa de la Casa abierta al tiempo, muestra un panorama interdisciplinario de la discusión actual sobre el impacto de las ciencias y las tecnologías relacionadas con esta herramienta en la vida cotidiana de nuestra sociedad y reúne puntos de vista de diversos especialistas, tanto de esta disciplina como de las ciencias sociales y humanidades.