Oaxaca.- En el marco del 27 de junio, Día del Orgullo LGBTTTI, Católicas por el Derecho a Decidir y la Red Nacional Católica de Jóvenes por el Derecho a Decidir celebramos el significativo avance en el reconocimiento de los derechos de las parejas del mismo sexo en México: la Resolución de Jurisprudencia 43/2015, determinación histórica de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, emitida el 12 de junio.
Esta Resolución establece que el matrimonio entre personas del mismo sexo se puede realizar en todas las entidades federativas de México y será de observancia obligatoria para todas y todos los jueces, quienes deberán seguir este criterio favorable en los amparos que se interpongan, en cualquier parte del país, incluso en donde no están legalizados este tipo de matrimonios. Además, les permite gozar de todos los beneficios que ello implica, como la seguridad social y la adopción de menores.
La resolución se basa en la consideración de que la finalidad del matrimonio no es la procreación, “por lo que no tiene razón justificada que la unión matrimonial sea heterosexual, ni que se enuncie como entre un solo hombre y una sola mujer”. (J.43/2015)
Esta resolución abre caminos para un México más justo e igualitario y respetuoso del Estado laico, al ampliar las libertades y los derechos civiles de una población históricamente discriminada. La Jurisprudencia se circunscribe al ámbito civil y no obliga a ninguna Iglesia a que le de la bendición a estas uniones.
Por otra parte, de acuerdo con los resultados de la 3ª Encuesta Nacional de Opinión Católica (2014), la población católica mexicana está cada vez más alejada de las posturas retrogradas y discriminatorias de la jerarquía católica en relación con los derechos de la comunidad LGBTTTI:
➢ 87% de la población católica cree que los homosexuales y las lesbianas deben tener los mismos derechos que todas las demás personas.
Llamamos a la jerarquía católica mexicana a que abra su corazón y amplíe su mirada a la realidad actual de su feligresía, y a que respete la libertad de conciencia y la autonomía de quienes profesamos esta fe. El Papa Francisco mismo, afirmó que se “debe acoger a las personas homosexuales con respeto y sin discriminación”; aspiramos a que nuestra jerarquía deje de obstaculizar las leyes que reconocen los derechos humanos de esta población y siga este espíritu de apertura al que ha convocado el Obispo de Roma.