Oaxaca de Juárez, Oax. Agosto del 2023.- Representantes del Comedor Lilí, que de lunes a sábado brinda desayunos calientes y nutritivos a población en situación de calle, en promedio 70 personas por día, recibieron un reconocimiento del colectivo Poder y Unidad Ciudadano de Oaxaca, a nombre de las más de 100 personas benefactoras y voluntarias que lo conforman.
Carmen Galván quien junto con Doris Acevedo coordina las actividades del comedor, pidió que se voltee a ver a los “invisibles” que conforman la población de comensales a quienes brindan el alimento matutino desde hace 13 años. Esto como continuación de una labor que inició la maestra Lili Porras (+), quien falleció hace dos años y es la inspiración de esta labor.
Este momento de reconocimiento a este trabajo que realizamos y que debe ser la obligación de las autoridades, es nuestra oportunidad para darle voz a quienes no la tienen porque no los vemos. Les hablamos aquí de esas personas que pueden ser invisibles o transparentes, como los definió el escritor sudafricano Ndalu de Almeida, Ondjaki:
“Hay gente que a los ojos no sólo de los políticos, sino de cualquier persona son transparentes. Cuando una persona se pone transparente socialmente no la miras. Está ahí, la tocas, pero no sabes, no te importa, no hay relación con esas personas… al invisible nunca lo has visto y al transparente es como un vidrio, sabes que está ahí pero no te interesa tanto, entonces miras más allá, pasando por él, pero ignorándolo porque es una transparencia social”.
En breves entrevistas con las personas del Comedor Lilí que asistieron a la ceremonia, comentaron que:
“Quienes conformamos el Comedor Lilí que da desayunos a personas indigentes y últimamente también a migrantes que pasan por Oaxaca, queremos que vean a esos seres que todos los días sortean el hambre con sobras o lo que encuentran por caridad en las calles, a quienes tienen futuros inciertos y cada día viven su propio drama porque no interesan a la sociedad”.
“Y sin embargo son seres humanos que deberían tener los mismos derechos. No sabemos sus historias, las que los orillaron a esta situación, pero en el Comedor Lilí nos hemos enterado de mujeres violadas, personas enfermas de cáncer, gente con deficiencias mentales, con alcoholismo y drogadictos y que en sus momentos lúcidos nos reconocen por las calles y nos saludan alegres”.
En el Comedor, dijo una de las benefactoras que una vez al mes junto con su equipo brinda el desayuno: “es una convivencia en la que nos miramos a los ojos, como nos enseñó la maestra Lilí. Los desayunos son los de cualquier hogar: salsa de huevo, de chicharrón o de queso, enfrijoladas, entomatadas, arroz, frijoles, quesadillas, tortas, tortitas de espinacas, albóndigas…
Complementamos con café, atoles, aguas, panes de dulce, tortillas, frutas, gelatinas, yogurs y lechitas para las niñas y niños que también acuden. También nos donan y les entregamos, ropa y zapatos. Últimamente necesitamos zapatos porque andan todo el día caminando de acá para allá en busca del sustento diario, dijeron otros entrevistados.
Otros asistentes invitaron a la población para sumarse como benefactores o como voluntarios para ayudar a servir a los equipos. También refirieron y agradecieron la ayuda de quienes donan el pan, las tortillas, el café, “porque ésta es una labor de equipos y de convivencia humana muy rica que nos llena el alma”.