*La Iglesia católica de Oaxaca vive su peor crisis por casos de violación y pederastia, y en medio de acusaciones en contra del Arzobispo José Luis Chávez Botello, de quien demandan su renuncia, por encubrir los delitos sexuales de sacerdotes
Redacción Crónica de Oaxaca
Oaxaca.- “Tú me violaste”, gritó el joven catequista Lenin Moisés López Jiménez, irrumpiendo la conferencia de prensa convocada por el vicario de Pastoral de la Catedral de Oaxaca, Carlos Franco Pérez Méndez, para “limpiar” su nombre.
La conferencia terminó en una debacle para quien la víspera había salido libre luego de ser detenido acusado por la violación de López Jiménez.
La Iglesia católica de Oaxaca vive su peor crisis por casos de violación y pederastia, y en medio de acusaciones en contra del Arzobispo, José Luis Chávez Botello, de encubrir los delitos sexuales de sacerdotes.
La conferencia inició con normalidad, pero a los pocos minutos llegó Lenin Moisés, acompañado por su madre y varios feligreses. El Vicario de Catedral terminaba la lectura de un comunicado de prensa, cuando los catequistas le gritaron “violador”, “pervertido”, y la madre del joven la decía mírame a los ojos.
“Yo afirmo que el padre Carlos Franco Pérez Méndez me violó”, dijo a gritos Lenin Moisés. El sacerdote alcanzó a responder: “¡Soy inocente de la infamia cometida contra mi persona!”.
A las acusaciones se sumó otra catequista, madrina de Lenin Moisés López Jiménez, quien a gritos lo acusó: “mírame a los ojos. Mírame. To te vi. Yo subí a la recámara y te vi”, señalándolo con el índice.
El rostro del Vicario cambió de color, estupefacto, veía a través del cristal de los lentes con los ojos enrojecidos, y no alcanzaba a articular una sola palabra ante las acusaciones de las mujeres y de Lenin Moisés López Jiménez, quien atrás del Vicario le recriminaba. Todo se convirtió en un desorden, el abogado y una mujer que conducía la conferencia con el micrófono no acertaban a hacer nada.
Ante la presión y los gritos, el Vicario se levantó y salió huyendo del lugar lo más rápido que pudo y tras el cerraron las puertas, cuando era seguido por decenas de periodistas, fotógrafos y camarógrafos, quienes atestiguaron los hechos.
El hombre era seguido por los catequistas que le gritaban: “pinche violador. No huyas, dame la cara”.
Pérez Méndez había sido detenido el pasado viernes 15 de julio. El juez cuarto penal, Juan Gómez Ríos otorgó el auto de libertad al sacerdote por falta de elementos para procesarlo por el presunto abuso sexual agravado.
Luego de la liberación, Lenin Moisés denunció públicamente los hechos para exigir justicia. Versiones extraoficiales, indicaron que había “línea” para liberar al acusado, luego de que el sacerdote Alejandro Solalinde, acusó al propio Arzobispo de Antequera Oaxaca, José Luis Chávez Botello, de encubrir a violadores y pederastas.
En el documentó que leyó ante los medios, Pérez Méndez dijo que fue acusado injustamente. “Fui objeto de violaciones a mis derechos humanos, de un enjuiciamiento, sentencia y linchamiento a través de los medios de comunicación, ya que personajes dieron por ciertos hechos que nunca sucedieron, afectando mi nombre, a mi familia, la feligresía, mi ministerio, mi arzobispo y mi arquidiócesis”.
Pérez Méndez acusó al juez Juan Gómez Ríos de negarle el derecho a la intervención legal y después a aportar las pruebas para demostrar su inocencia. “Comprendí la fragilidad del ser humano ante el abuso de poder”, apuntó.
Lenin Moisés también acusó al juez Juan Gómez Ríos, quien dijo que aportó las pruebas suficientes para consignar al sacerdote. Acusó que el arzobispado se niega a dar pruebas, como los videos de las cámaras de seguridad de la Catedral que no ha querido proporcionar. “No los quieren sacar a la luz porque ahí está todo, hay evidencias que en ese curato entraban y salían jóvenes a altas horas de la noche”.
La denuncia de Lenin Moisés por violación fue presentada el 29 de marzo de 2016, la cual quedó asentada en el expediente penal 274/2016.
La violación ocurrió la madrugada del 25 de marzo pasado, el Viernes Santo, cuando de acuerdo a la denuncia del catequista tomaron mezcal, y Pérez Méndez empezó a acariciarlo y lo jaloneó; luego él se golpeó la cabeza y después no supo qué pasó.
El sacerdote fue detenido por elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) y trasladado al Centro Penitenciario de Miahuatlán de Porfirio Díaz como probable responsable del delito de violación equiparada agravada, pero antes de que venciera el término constitucional, el juez le otorgó la libertad.
En conferencia de prensa realizada el pasado domingo, el arzobispo José Luis Chávez Botello aseguró que no se encubría a nadie y que desde el pasado 10 de abril, Pérez Méndez había sido separado de su cargo eclesiástico para “facilitar las investigaciones civiles y eclesiásticas”.
La coordinadora de Proceso Evangelizador de la Catedral, Laura Antonio Zaragoza, encaró al sacerdote porque “la verdad estamos indignados, primero, por el dictamen que dio la justicia. No cabe duda que por eso muchos proceden de otra manera (hacerse justicia por propia mano). Hoy nos damos cuenta que justicia no la hay”.
“A mí me consta, porque yo lo encontré (a Lenin Moisés López Jiménez), que lo que él declaró yo lo afirmo, es la realidad. El padre Carlos lo violó, abuso de él, lo golpeó y lo violó”.
La mujer dijo que un principio pensó que había sido una simple borrachera, pero ante la negativa a entregar los videos de las cámaras de la Catedral “es porque algo esconden”.
“¿Por qué no quieren entregar los videos? Y ahora hay que soportar estas injusticias cuando muchos se quedan callados”, subrayó.
Destacó que Lenin tuvo el valor de hacer a un lado el estigma o que lo critiquen, “y todo para que la justicia hiciera esto con el poder de monseñor José Luis, porque estoy segura que acá se soltó dinero para comprar al juez”.
Relató que encontró a Moisés en un cuarto del curato, en la parte de arriba, “todo ido, con el pantalón roto, había vómito y heces fecales. Mi ahijado no coordinaba bien y el padre Carlos declara otra cosa”.
Lenin Moisés dijo que la primera versión que dio el sacerdote fue que “la cosa había pasado entre yo y mi amigo, que yo y él tuvimos sexo consensuado. Y luego dijo que después de que pasó eso nos corrió de la Catedral y nos dijo que no nos volviéramos a presentar, y yo tengo pruebas de que tres días después me mandó mensajes y pedía que regresara a Catedral y me reincorporara a mi servicio”.
“Queremos desenmascarar aquí al padre de los falsos testimonios, agregó la coordinadora de Proceso Evangelizador de la Catedral.
Acusó que “hay otras veces que Pérez Méndez ha intentado abusar de otras personas, pero por miedo no se presentan ante un juzgado, por el poder de la arquidiócesis. Don José Luis dijo que nos iba apoyar cuando no fue así. Y el padre Lorenzo Fannelli tampoco hizo nada y no pasó nada”.
“Llevo cuatro años en Catedral y esa noche terminamos a la una de la mañana. Por eso decidí quedarme. No pensé que el padre se iba a quedar y comenzó a hacerle cariños a mi compañero, le tocó la entrepierna y la espalda. Mi compañero estaba mal por tomar mezcal y no me podía ir. Luego quería pasar a ver a mi amigo. Y quería entrar en otra actitud, tuvimos una discusión fuera del cuarto y me golpeó con la parte de la esquina de la puerta y ahí es hasta donde recuerdo”, señaló Lenin Moisés.
“Cuando desperté, desapareció mi camisa y otros hechos y yo afirmo que él me violó” y aseguró que buscarán otras opciones para exigir justicia “porque muchos chicos están en peligro, entonces, lo que exijo es destituir al sacerdote para evitar que siga dañando a otros más”.