*Los migrantes evitaron la caída en la población desde que comenzó este siglo e hicieron que el número de habitantes de América del Norte creciera un 42 por ciento
Naciones Unidas 18 de diciembre de 2017.- La inmigración evitó que Europa sufra un retroceso poblacional desde que comenzó este siglo e hizo que el número de habitantes de América del Norte creciera un 42 por ciento.
Lo anterior según un informe que la ONU hizo público este lunes coincidiendo con el Día Internacional de los Migrantes
Desde el año 2000, el viejo continente acogió a 22 millones de nuevos migrantes, que representan 78 millones en total, una cifra sólo superada por Asia, donde viven en la actualidad 80 millones.
El estudio apunta que, entre los años 2000 y 2015, Oceanía también logró incrementar su población un 31 por ciento gracias a la inmigración.
Mientras que el número total de migrantes en el mundo se disparó un 49 por ciento en lo que va de siglo y alcanzó los 258 millones.
El jefe de Migraciones de la ONU, Bela Hovy, desveló en una rueda de prensa que, pese a la abultada cifra, los migrantes únicamente representan un 3.4 por ciento de la población mundial, aunque el porcentaje es mucho mayor en los países prósperos, siendo Estados Unidos el que mayor cifra de migrantes acoge, con casi 50 millones.
Hovy recordó que la comunidad internacional abordará este debate el próximo año en la Cumbre Global para una Migración Segura, Ordenada y Legal y deseó que el informe “The International Migration Report 2017” arroje algo de luz en una cuestión que suele estar rodeada de mitos.
El responsable de Migraciones de la ONU definió a un migrante como una persona que vive en un país diferente al de nacimiento y explicó que el estudio, que se elabora periódicamente, había utilizado los datos del censo propios de cada país.
En 2017, el 74 por ciento de todos los migrantes internacionales estaba en edad de trabajar, tenían entre 20 y 64 años, una cifra que contrasta con el 57 por ciento de la población general en esa misma situación.
En Latinoamérica, el Caribe, África y Asia, el saldo neto del flujo migratorio es negativo, aunque el efecto es pequeño comparado con otros cambios poblacionales.
Sin embargo, en algunos pequeños países en desarrollo el impacto puede ser sustancial, sobre todo porque deja al país sin un importante número de adultos en edad de trabajar.
El informe indica que el 64 por ciento de los migrantes, 165 millones, vive en países prósperos, que acogen 64 de los 85 millones de nuevos migrantes de este siglo.
Del total, 26 millones, el 10 por ciento, tienen un estatus especial, el de refugiado o demandante de asilo, y en este caso la gran mayoría, un 84 por ciento, se concentra en países pobres o con rentas medias.
Aunque la edad media de los migrantes creció, pasando de los 38 años a los 39.2, en algunas regiones como Asia, Oceanía y, sobre todo, Latinoamérica y el Caribe, se redujo unos tres años.
El reparto por género varía mucho en función de la región: el 48.4 por ciento de los migrantes son mujeres, que son mayoría en todas las regiones excepto África y Asia, y en algunos países asiáticos los hombres que residen en el extranjero triplican a las mujeres.
Los indios son los que más migran, 17 millones residen fuera de su país de origen, seguidos de los mexicanos, 13 millones, y de los nacidos en Rusia, China, Bangladesh, Siria, Pakistán y Ucrania.
Los migrantes se concentran en unos pocos países: en 2017, veinte países acogían a dos tercios de ellos y diez países alojaban a la mitad.
El país con más migrantes, 49.8 millones, es Estados Unidos, seguido de Arabia Saudí, Alemania y Rusia, con unos 12 millones cada uno, y Reino Unido donde viven unos 9 millones.
Más del 60 por ciento de los migrantes vive en Asia o Europa, con 80 y 78 millones respectivamente, mientras 58 millones viven en América del Norte, 25 en África, 9.5 en Latinoamérica y el Caribe, y 8.4 en Oceanía.
En cuanto al origen de los migrantes, la mayoría proviene de Asia, 106 millones; Europa, 61 millones; Latinoamérica, 38 millones; y África con 36 millones.