Por Ignacio García
Pachuca, Hidalgo.- A pesar de que se aprobó la ley de paridad de género en la reforma político-electoral de 2014 para garantizar la participación de las mujeres en puestos de elección popular, las mujeres aún son relegadas en la participación política, pues ocupan y presiden las comisiones legislativas menos importantes, aseguró la investigadora en ciencias de la comunicación Josefina Hernández Téllez.
La académica explicó que desde el año pasado comenzó un estudio para identificar la paridad de género en el Congreso de Hidalgo, mientras que otras investigadoras también se unieron a este proyecto en 12 entidades federativas y coincidieron en que la paridad de género no representa necesariamente que exista equidad en la toma de decisiones.
De acuerdo con la integrante nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), las mujeres que forman parte del poder legislativo en el estado cuentan con un mayor grado de estudios que los varones, pues incluso tienen dos maestrías o doctorados, mientras que los hombres en ocasiones no concluyeron con la educación básica.
Agregó que, en las entrevistas que realizaron a las diputadas, reconocieron que las mujeres se rigen bajo criterios machistas y aun no aceptan que existe igualdad, ya que admiten que persiste la violencia política entre sus compañeros en el Congreso local.
Para la también jefa de área académica de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), las legisladoras también comparten su rol de ser las responsables de la educación y crianza de los hijos, mientras que esta situación no existe con los varones que únicamente se dedican a su labor política.
Aseveró que existe discriminación entre las mujeres que se dedican a la política, ya que las cuotas partidistas las relegaron históricamente, pues ocuparon las comisiones de menor importancia o fueron ubicadas en los últimos lugares de los listados de diputaciones plurinominales o fueron utilizadas como “Juanitas”, es decir, que eran utilizadas como titulares y una vez en el cargo renunciaban para dejar que los suplentes varones tomaran los cargos.
Hernández Téllez indicó que también las diputadas tienen mayor cuidado en su imagen, pues deben cumplir con las exigencias sociales de ser limpias y arregladas, mientras que los varones no tienen ese compromiso, y por ello en algunas ocasiones identificaron que las mujeres están más preocupadas por su apariencia física que en sus propuestas.
Paradójicamente, el estudio arrojó que las legisladoras no tienen en su agenda temáticas relacionadas con la equidad de género o problemas como los feminicidios, pues están más comprometidas con sus partidos políticos que en agendas enfocadas en ver los problemas sociales que padecen las mujeres.
Los avances de esta investigación se publicarán en un libro financiado por la Universidad de Guanajuato en el que participan 16 investigadores de estados como la Ciudad de México, Estado de México, Guerrero, Tamaulipas, Oaxaca, Sonora, Sinaloa, Chihuahua, Guanajuato, Hidalgo y Tlaxcala.
La investigadora afirmó que Hidalgo se retrasó diez años con respecto a lo que ocurrió a nivel nacional, pues apenas son dos legislaturas que suman elecciones de mujeres, por lo que prevé que será una de las últimas entidades que contará con una gobernadora y por ello se sigue presentando la violencia política de género.
Al mismo tiempo, la especialista desarrolla un proyecto sobre el nivel de violencia y percepción de los jóvenes universitarios sobre las series que abordan temas del crimen organizado como El Señor de los Cielos, el cual contempla reanudar en las próximas semanas y que ha elaborado con otras universidades como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y la Universidad Iberoamericana.