*La muestra se inaugura este 9 de octubre con imágenes colocadas en la barda perimetral de Ciudad Universitaria de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca

*»El placer de fotografiar -el acto mismo, mas no la diversión- es mi redescubrir constante y punto de partida. Otros modos de expresión acallan la conciencia, la fotografía la exalta.»

Oaxaca de Juárez, Oax. 3 de octubre de 2024.- «Nacho López, testigo del tiempo» es una muestra fotográfica que da a conocer el trabajo del destacado fotógrafo Ignacio López Bocanegra en piezas de gran formato que se colocarán en la barda perimetral de la Ciudad Universitaria de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, este 9 de octubre, para dar a conocer al público oaxaqueño la obra de este gran artista de la lente.

NACHO LÓPEZ, TESTIGO DEL TIEMPO

La virtud de la fotografia -porque ésta no cambiará al mundo- consiste en servir de enlace de comunión entre los seres humanos. Y más entre aquellos que, procurando un esfuerzo inaudito por aislarse de las imágenes machaconas de la televisión, tienen la paciencia para contemplarse de cerca, y quizás en absoluto silencio.

Mi oficio (obedeciendo a preocupaciones y disciplinas) capta la belleza, la fealdad, la miseria o la riqueza; traduce en emociones o ironías lo trascendente y lo intranscendente, e interpreta lo que en mi mente bulle como olla de grillos. Lleno de gustos o disgustos, en un afán de análisis sociopsicológico, celebro la denuncia de la injusticia o del buen humor, en el reclamo de la vida. Y a través de ésta, pretendo que el veedor advierta que también hay otras configuraciones hermosas y trágicas; otras fisonomías que respiran, viven y mueren en busca de los mismos satisfactores eternos: dignidad, comida, trabajo y vestido.

El placer de fotografiar -el acto mismo, mas no la diversión- es mi redescubrir constante y punto de partida. Otros modos de expresión acallan la conciencia, la fotografía la exalta.

Nacho López, abril de 1981.

Ignacio “Nacho” López Bocanegra (1924-1986)

Originario del puerto de Tampico, Tamaulipas, en su juventud estudió en el Instituto de Artes y Ciencias Cinematográficas, en la Ciudad de México: allí, algunos de sus maestros fueron Ricardo Razzeti, Xavier Villaurrutia y Francisco Monteverde. Alo largo de su carrera, realizó varias películas, documentales y cortometrajes para cine y televisión. Asimismo, fue profesor de la Universidad Veracruzana y del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la UNAM, además de reportero gráfico y camarógrafo para cine publicitario y noticiarios televisivos.

Junto con Alfonso Muñoz y Oscar Menéndez. fundó en 1977 el Archivo Etnográfico Audiovisual del entonces Instituto Nacional Indigenista (INI). antecesor del actual Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI). Durante su estancia en el INI. generó un valioso registro fotográfico de diversos pueblos indigenas de México, que hoy forma parte esencial de la fototeca del INPI, emanada del Archivo Etnográfico y que lleva el nombre de Nacho López en honor a su labor y trayectoria.

Nacho López también es autor de tres libros: Los trabajadores del campo a la ciudad, Yo, el ciudadano y Los fotopoemáticos, este último inédito. Además, ilustró con sus fotografías dos libros de Fernando Benítez: Viaje a la Tarahumara y La última trinchera.

Creador de un estilo propio, dominó diversas técnicas de la fotografía publicitaria, documental y monográfica. Ejemplos de su quehacer fotográfico son más de 17 exposiciones individuales y 20 colectivas, en México y el extranjero, trabajo por el que recibió importantes premios y reconocimientos. Nacho López también se caracterizó por una visión humanista, que en los años 60 lo llevó a conformar, junto con los pintores Arnold Belkin, Francisco Corzas, Antonio Rodríguez Luna y Francisco Icaza, el movimiento nacionalista plástico “Los interioristas”.