*Los equipos de rescate han recuperado cinco cuerpos; 13 personas se encuentran a salvo
Los equipos de salvamento chinos buscan a más de 400 personas desaparecidas tras el hundimiento la pasada noche de un crucero en el río Yangtsé, el más largo de China. Hasta el momento han sido rescatadas con vida al menos 13 personas y se han localizado cinco cuerpos, según los medios estatales chinos. También según estas fuentes, un número indeterminado de pasajeros está vivo y atrapado el interior del barco.
La mayoría de las 458 personas que viajaban en el Estrella de Oriente son turistas jubilados entre los 50 y los 80 años que participaban en una excursión turística contratada a través de una agencia en Shanghái. El pasajero más joven es un menor de sólo tres años, según una lista de los pasajeros citada por varios medios chinos. Todos son de nacionalidad china.
Entre los supervivientes figuran el piloto y el capitán del transbordador, que según el periódico China Daily se encuentran bajo custodia policial. El accidente sucedió a las 21.28 horas (13.28 GMT) en el tramo del río que atraviesa el condado de Jianli, en la provincia central de Hubei, cuando el buque zozobró en apenas un par de minutos sin emitir ninguna señal de socorro debido a un temporal en la zona. Según la emisora estatal de televisión CCTV, siete personas consiguieron llegar a nado hasta la orilla y alertar de lo sucedido a la Policía.
Cerca de 2.100 militares y policías, así como un millar de civiles, se han desplazado a la zona para tratar de rescatar a los pasajeros. En torno a 150 embarcaciones participan también en las tareas de búsqueda y salvamento, unos trabajos que se ven dificultados por el fuerte viento y la lluvia intensa que azota la zona y la mala visibilidad debido a la niebla.
En total viajaban en el barco 405 turistas, 47 miembros de la tripulación y cinco trabajadores de una agencia de viajes. El barco hundido cubría la ruta de Nanjing, capital de la provincia oriental de Jiangsu, hasta Chongqing, una de las mayores ciudades de China, en el suroeste del país. La nave, con capacidad máxima de 534 pasajeros, era propiedad de una empresa de Chongqing especializada en cruceros que atraviesan el popular destino turístico de Las Tres Gargantas.
El presidente chino, Xi Jinping, ha ordenado dedicar todos los recursos necesarios para rescatar a los pasajeros. El primer ministro, Li Keqiang, ha llegado a la zona para coordinar los esfuerzos y ha pedido que se dediquen “todos los esfuerzos” a las tareas de rescate de los pasajeros, ha informado la agencia de noticias Xinhua.
El barco se encuentra hundido a unos 15 metros de profundidad y sobresale parte de la quilla. Imágenes distribuidas por CCTV muestran a miembros de los equipos de rescate sobre ella mientras intentan captar sonidos del interior del barco. Según la agencia oficial Xinhua, que cita al Ministerio de Transporte, el barco no estaba sobrecargado y contaba con los suficientes chalecos salvavidas. Todos aquellos que han podido ser rescatados vestían uno.
La agencia organizadora del viaje en Shanghái, Xiehe, mantiene este martes cerradas sus puertas, donde una nota escrita a mano indica que los responsables se encuentran en la escena del accidente. El accidente es el peor que se produce en el Yangtze desde el pasado enero, cuando se hundió un remolcador en pruebas y murieron 22 de las 25 personas a bordo.
Familias rotas a la espera de información
Los familiares de pasajeros del barco que ha naufragado en el río Yangtsé han comenzado a reunirse en distintos puntos a la espera de noticias. Decenas de ellos se han acercado a la agencia de Shanghái en la que se vendieron billetes para el viaje entre lloros para reclamar información sobre los desaparecidos en la tragedia. “Todavía tengo tantas cosas que decirles. Pensé que regresarían sanos y salvos”, ha afirmado un hombre que no ha querido identificarse y cuyos padres estaban a bordo.
Los afectados se han encontrado con una agencia de viajes cerrada en la que no paran de sonar los teléfonos. Un cartel en la puerta avisa de que los responsables de la agencia han dejado las oficinas para ocuparse de los familiares de las víctimas.
En la ciudad de Nanjing, desde donde zarpó el barco siniestrado, y en el destino al que no llegó, la ciudad de Chongqing, también se han concentrado familiares ansiosos de noticias. Muchos de ellos se quejan de la falta de información sobre el accidente.
Wang Yiping, ante la agencia de viajes, ha comentado que a su padre, ya retirado, le gusta viajar “con un grupo de amigos”. Muchos de los pasajeros originarios de Shanghái son jubilados.
Un hombre de 64 años llamado Zhang (no dio su apellido) ha explicado que el lunes habló con su esposa horas antes del accidente. La mujer le contó que hacía mal tiempo y que llovía mucho. “Normalmente la llamo dos veces al día, pero hoy, después de conocer la noticia, no lo he conseguido”, ha relatado.