No quiero que me levanten estatuas: AMLO

 El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador afirmó que no le gustan las estatuas luego de que fuera derribado su monumento en Atlacomulco.

“No quiero que pongan calles, parques, bibliotecas, escuelas, mi nombre, ni quiero que me levanten ninguna estatua, no quiero nada de eso, lo he expresado varias veces, si ellos me hubiesen preguntado seguramente los hubiese convencido, pero no me consultaron”, dijo.

López Obrador agradeció las buenas intenciones de quienes mandaron a instalar la estatua, pero reiteró que no le gusta lo que tenga que ver con la vanidad y con el culto de la personalidad.

Aseguró que tiene confianza con su gobierno y que le tiene fe al pueblo.

El presidente agradeció la iniciativa y el gesto que tuvo el expresidente municipal y varios seguidores de su gobierno, sin embargo pidió no construir ninguna otra estatua, pues es algo que ya ha expresado que no le gusta.

“Darle un mensaje a los habitantes de Atlacomulco, del Estado de México, a los que se organizaron e hicieron una estatua de mi persona. Decirles que los quiero mucho, que les agradezco mucho por su iniciativa, que son mis amigos del alma como millones de mexicanos, que los queremos mucho y que amor con amor se paga. Pero que tomen en cuenta de que yo he expresado de que no quiero que pongan a calles, a parques, a bibliotecas, a escuelas mi nombre. Ni quiero tampoco que me levanten ninguna estatua”, comentó durante su conferencia matutina.

La noche de este 31 de diciembre desconocidos decapitaron y derrumbaron la estatua del presidente que se había develado apenas este 29 de diciembre en “la cuna del priismo” y del “Grupo Atlacomulco” al que pertenecen el expresidente Enrique Peña Nieto y su primo, el actual gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo. La estatua fue develada a fin de “romper estigmas y paradigmas y que la gente reconozca lo que hizo”, aseguraba Roberto Téllez Monroy, exalcalde morenista del lugar.

No quiero nada de eso; lo he expresado varias veces. Si ellos me hubiesen preguntado, seguramente les hubiera yo convencido, como no me consultaron ellos mandaron a hacer esta estatua que derribaron, los que lo hayan hecho eso ya es secundario”, agregó López Obrador.

“Aquí lo importante es decirles que no se sientan mal, que yo les agradezco mucho por sus buenas intenciones, pero que también me hagan caso porque no me gusta lo que tenga que ver con la vanidad, el culto a la personalidad”. López Obrador añadió que se siente muy seguro de lo que está haciendo: “Me siento muy contento, estoy muy feliz y todos los días me confieso con el tribunal de mi conciencia, y me siento muy satisfecho de tenerle amor al pueblo”.

“Entonces eso es muy íntimo, esa es mi recompensa, eso no lo cambio por nada y que dejemos a la gente sin necesidad de que se pongan estatuas o que las calles o escuelas lleven mi nombre, que la gente tenga su criterio sobre lo que ha representado y seguirá representado mi gobierno; tenerle confianza al pueblo. Si tengo esto, entonces para que quiero las estatuas, si además sólo muy pocas son respetadas”, finalizó el mandatario.

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