Salvador Flores Durán
Oaxaca de Juárez 23 de diciembre de 2023.- Con 50 años participando en la Noche de Rábanos con sus imaginativas creaciones, a sus 75 de edad Serafín Florencio Muñoz ganó el primer lugar en la categoría Tradicional con la obra “Antes era un Tianguis, hoy noche de rábanos (donde se vendía lechuga, pescado y rábano para la vigilia del 24 de diciembre)”.
Tradición única en el país, esta festividad reconocida por los Congreso como Patrimonio Cultural de Oaxaca, es una expresión popular en que se conjuga la cultura y la refinada creatividad e imaginación de las personas hortelanas de los barrios tradicionales de la capital del estado y de municipios aledaños.
Florencio Muñoz recuerda que desde niños ayudaba a su padre en la siembra de hortalizas en Consolación, uno de los barrios de Oaxaca de Juárez, colindante con el de Trinidad de las Huertas y el barrio de La China, conocido por la horticultura, la floricultura y la orfebrería. El barrio se originó en 1529 como un territorio de horticultores y también es conocido por su templo dedicado a la Virgen de Consolación y el Ex Convento de San Francisco, construido en 1692.
Don Serafín se inspiró en historia del tianguis que se instalaba en el Zócalo y la Alameda en las vísperas de Navidad, al cual acudía para ayudar a su madre en la venta de sus productos.
Desde niño, los rábanos han acompañado a Serafín, orgulloso ganador del premio principal. Con sus hábiles manos, su imaginación y creatividad inigualables, le dio vida a las piezas humanas talladas en los tubérculos para el deleite de miles de familias oaxaqueñas y de visitantes nacionales y extranjeros que abarrotaron el zócalo capitalino.
Miles de personas disfrutaron de la música oaxaqueña previo a la ceremonia de premiación encabezada por el Gobernador Salomón Jara Cruz.
Ahora sus nietos y bisnietos le dieron la sorpresa de que participaron en la categoría infantil, como una muestra de que el amor por Oaxaca y sus tradiciones se llevan en la sangre y en el corazón para ser plasmados en las figuras de infinitas formas que salen de las manos de los hombres y mujeres de un pueblo forjado en el trabajo y en el arte.
Noche de Rábanos: una celebración única de arte efímero y tradición cultural
En el corazón de Oaxaca se lleva a cabo esta celebración única que fusiona la creatividad, la tradición y la agricultura: la Noche de Rábanos, que tiene lugar el 23 de diciembre, la víspera de Navidad, que atrae a lugareños y visitantes por igual para presenciar la transformación de modestos rábanos en obras maestras temporales.
El origen de la festividad
La historia de la Noche de Rábanos se remonta al siglo XIX, cuando los vendedores del mercado empezaron a tallar rábanos para atraer a los compradores durante la temporada navideña. La habilidad y creatividad de estos vendedores llamaron la atención de la comunidad, llevando a la formalización de la celebración en 1897.
La Noche de Rábanos ha evolucionado desde su inicio modesto. Ahora, este evento atrae a escultores aficionados y profesionales que compiten en diversas categorías, incluyendo rábanos, flor inmortal y totomoxtle (hojas de maíz). Los participantes tallan con maestría escenas detalladas que representan desde escenas bíblicas hasta figuras folklóricas y tradicionales de la región.
La noche antes del evento, los participantes seleccionan aquellos que son lo suficientemente grandes y uniformes para transformarse en obras de arte efímeras, luego de que fueron cultivados especialmente para la ocasión por la secretaría encargada del agro en el bosque El Tequio.
Desde hace 126 años, las figuras se muestran en el Zócalo de Oaxaca donde miles de personas de todas las edades hacen largas filas para maravillarse con las creaciones de las y los hortelanos.
La Noche de Rábanos no solo es una oportunidad para admirar el ingenio y la destreza de los participantes, sino que también destaca la conexión profunda entre la comunidad y la tierra. La celebración resalta la importancia de la agricultura y fomenta el respeto por los productos locales.
Con el paso de los años, la Noche de Rábanos se ha convertido en un evento turístico de renombre, atrayendo a visitantes de todo México y el mundo. La combinación de la tradición, la artesanía y la atmósfera festiva hace de esta celebración una experiencia inolvidable para quienes tienen la suerte de presenciarla.
La Noche de Rábanos en Oaxaca es más que un simple concurso de esculturas; es un homenaje a la rica herencia cultural de la capital y a la habilidad artística de su gente. Esta festividad efímera demuestra que la creatividad puede florecer en los lugares más inesperados, incluso en un modesto rábano, y que la tradición puede ser una fuente continua de inspiración y celebración.