Salvador Flores Durán
Oaxaca.- El fotógrafo italiano Vittorio D´Onofri consideró que en Oaxaca hay un enorme potencial creativo en las artes y la cultura, y desde hace 20 años se ha convertido en uno de los centros productores de fotógrafos más importantes del país, y está en vías de convertirse en un centro internacional de la fotografía.
En entrevista, el organizador del Encuentro Internacional de Fotografía FotOax 2016 que se realiza del 30 de julio al 6 de agosto en diferentes museos, galerías y espacios culturales, recordó que llegó hace 21 años y que Oaxaca le dio la oportunidad de realizar su sueño de ser fotógrafo profesional, “para mí es una manera para regresarle algo a la sociedad que me acogió y que me dio la posibilidad de realizar mi sueño”.
D´Onofri explicó que en Oaxaca hay una gran producción de fotografías desde hace muchos años y desde hace tiempo vienen fotógrafos de todas partes del mundo, pero lo que ha catapultado a la fotografía fue la formación del Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo a instancias del maestro Francisco Toledo.
En el CFMAB, indicó, se formaron muchos fotógrafos y es el escenario correcto para poder organizar el Encuentro Internacional FotOax 2016, y Oaxaca puede ser un centro internacional de la fotografía.
En el encuentro se inauguran 12 exposiciones, se imparten 12 conferencias, se presentarán cinco libros, tres revistas, y comprende la revisión de portafolios de fotógrafos, cursos y otras actividades en diferentes museos y galerías de la capital del estado, y expuso que en la bienal de fotografía se seleccionaron a cuatro oaxaqueños.
“La fotografía oaxaqueña tuvo una evolución muy importante también porque se dieron muchos talleres, muchos cursos, vinieron también del exterior a enseñar aquí. Esto hizo que las aportaciones de visiones diferentes de otros países ayudó mucho al desarrollo de la fotografía oaxaqueña”, señaló.
Dijo que actualmente hay oaxaqueños que están exponiendo fuera del país y que han logró reconocimiento internacional, uno de ellos es Nelson Morales, fotógrafo del Istmo de Tehuantepec, cuyas están siendo reconocidas a nivel internacional. Otro oaxaqueño es Baldomero Robles, entre otros.
Maquinista de trenes en Italia, D´Onofri decidió dejar su país y echar raíces en Oaxaca desde 1995 en busca de lograr su sueño de ser fotógrafo, y se ha dedicado también a la promoción de este arte. “Yo creo que en Oaxaca hay una potencialidad creativa muy grande, en cualquier ámbito de las artes veo que hay muchas potencialidades y en la fotografía porque hoy es el medio más usado para expresarse, entonces muchas personas se dedican a la fotografía para expresar sus ideas, para contarle a la sociedad y en particular Oaxaca, porque repito hay gran creatividad, entonces la fotografía es un medio para expresar su creatividad”.
Dijo que en Oaxaca se están conjugando las tradiciones en la fotografía, con la influencia de fotógrafos internacionales que han estado en la entidad y colaborado con los oaxaqueños, “se juntan nuestras tradiciones con visiones que vienen desde fuera, porque la tradición en sí misma, parada no sirve de nada. Aquí la tradición se empiezan a ampliar y a adquirir otros elementos, creo que puede aportar muchísimo más, creo que estas personas que culturalmente son de Oaxaca están recibiendo otra información del exterior. Esto hace toda una mezcla, hace un mixer para poder generar obras muy interesantes”.
Desde 1996, cuando se formó el CFMAB a la fecha han pasado miles de artistas, “creo que todos los fotógrafos que hoy ejercen, los jóvenes, por una razón o por otra, tuvieron contacto con el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, y desde que se formó el Centro de las Artes de San Agustín contamos con otro lugar donde pueden aprender a desarrollar su arte”.
En todo este escenario, señaló, vemos la mano de Francisco Toledo, “que es un gran artista además una gran mecenas, que aportó a la ciudad oaxaqueña creo que sin él Oaxaca tendría menos del 50 por ciento de la producción artística y cultural”.
D´Onofri considera que el mundo indígena es parte de la cultura de los oaxaqueños “lo traen dentro, como información a nivel celular, entonces sus obras expresan en parte también su pertenencia indígena.
Recomendó a los fotógrafos jóvenes “leer, leer, leer, porque lo que hay hoy es que los fotógrafos no leen, o leen poco. Hay que informarse no solo de fotografía, sino de cualquier arte, de pintura, de escultura, de cualquier cosa. Esto puede enriquecer su manera de ser, porque somos más ricos en información y así podemos obtener más aportaciones al arte en este caso la fotografía”.
La explosión de la fotografía oaxaqueña se debe a una exposición nivel mundial por la facilidad que hay ahora para hacer fotos, “se abrieron visiones y se rompieron prejuicios, sobre todo a las mujeres. Los cursos están llenos de mujeres, entonces están buscando más. Yo creo que se están rompiendo varios vínculos sociales y esto también genera una masterización del arte fotográfico”.
Dijo que las mujeres están participando más en la práctica de este arte “porque se les abre un mundo que antes lo tenían casi prohibido, por cultura. Para mi es fantástico ver que se pueden ver visiones del mundo radicalmente diferentes de hombre y mujeres, diferentes aportaciones que nos enriquecen muchísimo, es algo extremadamente positivo”.
Oaxaca, con enorme potencial artístico, es un centro productor de fotógrafos
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