Salvador Flores Durán
Oaxaca.- El gobernador Gabino Cué Monteagudo afirmó que Oaxaca es hoy en día un estado reconciliado, y que las profundas heridas de antaño han sido sanadas, y donde predomina un clima de paz y progreso, para continuar impulsando su desarrollo y el bienestar de los oaxaqueños.
A 15 días de concluir su mandato constitucional, en un mensaje transmitido en cadena estatal, el mandatario leyó su Sexto Informe de Gobierno, y deseó éxito a Alejandro Murat Hinojosa, quien asumirá el cargo de Gobernador Constitucional el 1 de diciembre.
“A pocos días de asumir la gubernatura del Estado, hago propicio este espacio para desear a Alejandro Murat y al equipo de trabajo que lo habrá de acompañar, el mayor de los éxitos en su gestión, pues en su mandato descansará la esperanza de las y los oaxaqueños, para seguir avanzando en la construcción del horizonte de paz y progreso que merece nuestro Pueblo”, señaló.
Informó que durante este año trabajó para entregar el Gobierno de Oaxaca en forma ordenada, colaborativa, transparente, y con estricto apego a la legalidad, preparándose con mucha anticipación, para construir una “transición gubernamental inédita en Oaxaca y el país, estableciendo estrechos vínculos de comunicación política e institucional con el Gobierno Electo”.
Dijo que los equipos del Gobierno en Funciones y del Gobierno Electo, participaron en 66 Mesas Mixtas de Transición, donde se analizaron los temas más relevantes de la agenda gubernamental, además de compartir información estratégica que permita al nuevo gobierno, asumir sus responsabilidades de manera clara y asertiva.
“Con ese mismo espíritu de apertura y colaboración, reconozco la sensibilidad y convicción del Maestro Alejandro Murat Hinojosa, para hacer de la transición gubernamental en Oaxaca, un ejemplo de civilidad política en el país”, destacó.
Cué Monteagudo rechazó que en los seis años de su gobierno haya habido “fragilidad gubernamental, sino un profundo respeto por la legalidad, humanismo y tolerancia razonada en la atención de la problemática que afecta a nuestro estado”.
Dijo que su gobierno se afanó en construir amplios consensos con todas las expresiones políticas y sociales de Oaxaca, privilegiando el diálogo, como única vía para alcanzar acuerdos y garantizar gobernabilidad.
Señaló que con el trabajo de todos, “cumplimos nuestro compromiso de promover la paz y el desarrollo de Oaxaca; obedeciendo –sin reserva alguna— el mandato supremo de nuestro Pueblo”.
Cué Monteagudo, el primer gobernador emanado de una coalición de partidos que derrotaron al gobierno priista de Ulises Ruiz Ortiz después de la crisis política y social que vivió el estado en el 2006, señaló que las acciones y obras de su administración “es un claro testimonio del esfuerzo colectivo, que Sociedad y Gobierno hemos desplegado, para enfilar a Oaxaca en su cita indetenible con la justicia, la prosperidad y la grandeza”.
Con un traje gris oscuro, camisa blanca y una corbata azul cielo, el gobernador lució muy distinto del hombre robusto de cabello negro que asumió el poder con grandes expectativas de cambio para Oaxaca. Cué Monteagudo lució muy delgado, con el cabello canoso y las huellas de la preocupación en el rostro.
En el último mensaje dirigido a los oaxaqueños, el gobernador dijo que el balance de logros y resultados que presentó, revela “el sólido compromiso de las y los servidores públicos de esta administración –que en todo momento y en todas las trincheras del quehacer gubernamental— contribuyeron para dignificar la función pública, trabajando por el bien común y sirviendo a las mejores causas de nuestro estado”.
Reconoció a su “profesional equipo de colaboradores, a quienes reconozco mérito y agradezco –en todo lo que vale— su acompañamiento profesional para servir a Oaxaca, remontando las complejidades de un estado de profundo contrastes y desafíos, pero también de insuperable potencial y oportunidades, que supimos aprovechar en beneficio de nuestro Pueblo”.
Cué Monteagudo, quien logró ganar las elecciones de gobernador en la segunda ocasión que compitió como candidato, dijo que “con el trabajo de todos, cumplimos nuestro compromiso de promover la paz y el desarrollo de Oaxaca; obedeciendo –sin reserva alguna— el mandato supremo de nuestro Pueblo”.
Destacó que su gobierno se afanó para construir amplios consensos con todas las expresiones políticas y sociales de Oaxaca, privilegiando el diálogo, como única vía para alcanzar acuerdos y garantizar gobernabilidad.
Reconoció que “hondos rezagos –acumulados en muchas décadas— cuya magnitud y enorme complejidad, supera con mucho las posibilidades de un gobierno, para ofrecer soluciones absolutas, en solo un sexenio”.
De cara a las cámaras, Cué Monteagudo leyó un largo mensaje donde resumió las acciones de su gobierno en los diferentes ámbitos de la administración pública y dijo que “solo quien ama a Oaxaca; quienes conocen y respetan la pluralidad de nuestro Pueblo y la templanza de nuestra gente, saben que el autoritarismo, el abuso de la fuerza y la intolerancia, solo alentarían enconos, confrontaciones y violencia”.
Por ello, dijo que con “profundo orgullo, el primer Gobierno de la Alternancia cumplió a cabalidad sus compromisos con resultados tangibles que nos alientan a seguir adelante”.
Destacó que Oaxaca es un estado reconciliado, en el que “las profundas heridas de antaño han sido sanadas, y donde predomina un clima de paz y progreso, para continuar impulsando su desarrollo y el bienestar de nuestra gente”.
Reconoció el apoyo y ánimo de colaboración de las instituciones del Gobierno de la República y expresó en nombre del Pueblo y el Gobierno de Oaxaca, “nuestro aprecio y gratitud a la administración del Presidente Enrique Peña Nieto, por el respaldo solidario y generoso que a lo largo de su mandato, ha dispensado a Oaxaca”.
Agradeció también a los gobernadores del país durante su gestión como presidente de la Comisión Nacional de Gobernadores, a los legisladores federales, los titulares de los Poderes del Estado, “a nuestro glorioso Ejército Mexicano y a la Marina Armada de México, a las instituciones estatales y federales de seguridad pública y procuración de justicia”, cuyo “legado de lealtad, trabajo y valentía, ha sido fundamental para el mantenimiento del orden público y la concordia social de nuestro estado”.
También agradeció a la sociedad y sus organizaciones, “cuyo acompañamiento corresponsable, ha sido el mejor activo para encausar a Oaxaca por el derrotero de la transformación”.
Cué Monteagudo recalcó que “tengo una fe inquebrantable en el futuro de Oaxaca, porque conozco su potencial; y porque sé del enorme talento y capacidad que distingue a nuestra gente, a quienes reitero mi gratitud y amistad por su alta contribución al proyecto de transformación que juntos impulsamos”.
“Tengamos siempre presente que a pesar de las grandes complejidades de nuestro tiempo y circunstancia, la fuerza de la razón y el tesón de nuestro Pueblo serán los faros que iluminen a Oaxaca en su devenir de grandeza”, destacó.