Salvador Flores Durán
Oaxaca.- De 1988 hasta el 2014, Oaxaca se ubicaba como el quinto lugar en el país con más casos de linchamientos, con 27, solo detrás del Distrito Federal, Estado de México, Puebla y Morelos, de acuerdo con un estudio de los investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Azcapotzalco, Raúl Rodríguez Guillén y Norma Ylse Veloz Ávila.
Los académicos señalan que el fenómeno se debe al descontento social y que los linchamientos no puede explicarse por un hecho aislado, como los robos, ataques policíacos, o atropellamientos, ya que sus orígenes son “más profundos y se remontan a la enorme desconfianza de la gente hacia sus autoridades, por el lazo de complicidad entre delincuentes y los agentes de la ley, lo que erosiona la confianza de la gente en sus autoridades”.
El estudio publicado por la UAM, indica que en los años que abarca el análisis se registraron al menos 366 linchamientos en 26 años.
Señala que los linchamientos “no pueden ni deben considerarse –ni con mucho- como hechos aislados, ya que sería un error tratar de minimizarlos”.
Explica que 752 personas en México habían sufrido intentos de linchamiento y 186, lo que representa el 25 por ciento, murieron en ellos.
Entre las causas que motivan estos ataques están el “desgaste institucional que se expresa en la violencia política y social”, la irritación social, la predisposición de una comunidad a la violencia y la percepción de la gente de que las autoridades no actúan o de que están coludidas con delincuentes.
Los linchamientos han ocurrido casi en todo el país, alentados por la inseguridad, la impunidad y la inacción oportuna y permanente de las autoridades policíacas de los tres niveles de gobierno, lo que nos habla “de una historia de agravios” a la sociedad por parte de quienes deberían cuidarla.
“Podríamos hablar entonces de una historia de agravios a la sociedad que se ha convertido a su vez en una historia de impunidades, en donde el abuso, la prepotencia y la corrupción política, policíaca o judicial, por la corrupción de jueces, magistrados y funcionarios públicos, sumadas a la negligencia de autoridades políticas, expresan también la inoperancia del sistema de administración de justicia”, señalan Rodríguez Guillén y Veloz Ávila.
El estudio de los investigadores de la UAM que abarca desde 1988 hasta el 2014, precisa que el Estado de México, la Ciudad de México, Puebla, Morelos y Oaxaca conforman el “top 5” de las entidades con más casos de linchamiento.
Destaca que solamente cuatro estados: Colima, Nuevo León, San Luis y Zacatecas no han tenido situaciones en que una turba ataque y/o asesine a alguien para hacerse justicia por mano propia.
El análisis refiere que El Estado de México suma 109 casos acumulados entre 1988 y 2014, un estado que siempre ha sido gobernador por el Partido Revolucionario Institucional, y es en el que más linchamientos ha habido y supera por más del doble a su más cercano perseguidor, la ciudad de México, que registra 54 casos.
Puebla ocupa el tercer lugar de la lista con 38 casos, mientras que el cuarto es un estado pequeño, pero “bastante violento y vecino de Puebla: Morelos, que registra 33 linchamientos intentados o consumados”. El análisis de la UAM precisa que en muchas ocasiones las “muchedumbres no logran concretar sus intenciones homicidas”.
Detalla que “con 27 casos, una entidad históricamente conflictiva, Oaxaca, cierra el “Top 5” de los estados con linchamientos. El sexto lugar lo ocupa Chiapas, con 19 ataques, pero en este estado la crisis por este tipo de acontecimientos se dio entre 1996 y 2009, con 16 sucesos.
Oaxaca, quinto lugar en casos de linchamientos en el país
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