Oaxaca.- El Gobierno Federal y el Gobierno del Estado han dejado solo al Pueblo de Oaxaca, hay desprecio por los problemas sociales de las oaxaqueñas y oaxaqueños, como es el conflicto magisterial; y falta de actuación ante la presencia impune del crimen organizado en diversas regiones del estado, asentó el Comisionado Político Nacional del PT en Oaxaca, Benjamín Robles Montoya.
El también senador oaxaqueño lamentó la ejecución de otra familia, ahora en Juchitán, lo cual se ha convertido en un crimen recurrente en la entidad, sin que hasta el momento las autoridades responsables de la procuración de justicia, tanto federales como estatales, hubiesen dado con alguno de los responsables.
“Es muy doloroso ver este desprecio hacia los problemas del Pueblo de Oaxaca, tanto del Gobierno Federal como del Gobierno del Estado. Vemos la soberbia de un Gobierno Federal que aún sin resolver los conflictos sociales que provocó su mal llamada reforma educativa ahora presenta un nuevo modelo educativo, nuevamente sin consultar a los principales responsables de la educación pública, que son los maestros”.
“Mientras que por otro lado, en el estado observamos asesinatos de familias completas y ejecuciones a mansalva, ante el vacío de autoridad que hay en Oaxaca desde hace más de 3 años, lo que ha permitido la libre operación de bandas criminales en territorio oaxaqueño”, reprochó Robles Montoya.
En ese sentido, como representante de Oaxaca ante el Pacto Federal, hizo un llamado a la Federación a dar atención responsable, institucional, puntual y en el marco de sus atribuciones, a la grave situación de inseguridad que se vive en la entidad, debido a que la presente administración estatal, a 4 meses de fenecer, carece de interés por atender estos problemas.
Asimismo, exigió a la Federación terminar con las medidas de represión en contra del movimiento magisterial, tanto estatal como nacional, e instalar mesas de diálogo serias y comprometidas con los representantes de los trabajadores de la educación que se han manifestado en contra de la reforma laboral punitiva, la que quiso hacerse pasar como reforma educativa y hoy pretende ser presentada como nuevo modelo educativo.