Oaxaca vive la peor crisis de inseguridad en su historia; no hay secretario de Seguridad

Salvador Flores Durán
Oaxaca.- El dirigente de Comuna, Flavio Sosa Villavicencio, acusó que Oaxaca vive la peor crisis de inseguridad en su historia, con asesinatos de niños y mujeres indígenas que presentas tiros de gracia; grupos que se disputan espacios a balazos en la capital y los municipios conurbados.
Además, acusó que hay operativos fallidos en Juchitán, mientras que los funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública aparecen disparando contra manifestantes en Nochixtlán.
En entrevista, Sosa Villavicencio acusó que esta situación se debe al “vacío de poder terrible” en la entidad, donde además, el secretario de Seguridad es “un personaje inexistente” que solamente cobra sin hacer su trabajo y que “nada más está de adorno”.
“Es un huracán de violencia brutal en el estado, los feminicidios están a la orden del día, siguen creciendo los crímenes en el Istmo, está incontrolable al situación en Juchitán y las balaceras en la ciudad de Oaxaca. Es verdaderamente terrible lo que estamos viviendo, una situación inédita en el estado, un huracán de violencia”, recalcó.
El dirigente de la organización Comuna, dijo que esta situación tiene que ver con la “caída” de Peña Nieto, “el estado fallido de nuestro país y con un vacío de poder terrible en Oaxaca”.
Dijo que la situación se recrudeció desde que el gobernador “Gabino Cué cedió al gobierno federal con el tema de la reforma educativa, con el “decretazo” del IEEPO, prácticamente el gobierno federal asumió el control político y educativo de Oaxaca, cuando militarizaron tomando el control del estado. Desde ese momento Gabino cedió las facultades a la federación y hoy lo dejan absolutamente solo, porque Gabino le apuesta a caminar con Peña y Peña va al abismo”.
Sosa Villavicencio dijo que “no hay Secretario de Seguridad en Oaxaca, es inexistente. Si actúan como criminales, y los criminales se balacean en las calles del estado. El secretario de Seguridad es un personaje inexistente nada más está cobrando, está de adorno”.
Quien fuera vocero de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca durante el conflicto del 2006, lamentó que se vea en el corto plazo un mecanismo para resolver esta crisis, “porque la venimos arrastrando desde hace muchos años y hoy se está agravando ante los vacíos que deja el cambio de gobierno. Se agravó, pero esto es parte de la situación nacional, es un reflejo pero agravado en el estado, es muy preocupante”.
Reiteró que no se ve una salida en lo inmediato, “a lo mejor pueden cambiar al Secretario de Seguridad, y está bien, pero así como está la política federal de mando único, van a mandar a otro igual o peor, entonces no veo salidas. Eso es lo grave”.
Dijo que ante ello la sociedad oaxaqueña debe apelar a la organización que siempre ha tenido para tratar de encontrar la seguridad, en los ámbitos vecinales y comunitarios, que son los espacios inmediatos que tiene la ciudadanía para protegerse porque “el gobierno federal o del estatal podemos esperar muy poco o nada”.
Lamentó que esta situación se haya generalizado en el país y en Oaxaca “todo mundo habla de que Peña ya concluyó se habla de la peor crisis en el gobierno de Peña y estamos hablando del vacío en Oaxaca y no veo cómo podamos salvar la situación en el corto plazo”.
La situación de criminalidad se disparó en los últimos meses y recientemente los oaxaqueños se indignaron en redes sociales por el crimen de un niño de 10 años a quien le dispararon un balazo en la cabeza, y por el caso de una maestra indígena triqui a la que le asestaron 10 balazos y le dieron el tiro de gracia, quien dejó huérfanos a 4 hijos.
Además, esta misma semana hubo un enfrentamiento a balazos cuando presuntos delincuentes trataron de asesinar a dos personas en un lava autos en la agencia municipal de Cinco Señores, y unos días antes, se registró un enfrentamiento a balazos entre grupos de transportistas en la agencia municipal de Pueblo Nuevo, que dejó un saldo de dos muertos, sin que la SSP interviniera.
Además, se han registrado crímenes de manera constante en las regiones de la Cañada, el Istmo de Tehuantepec y la Costa.

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