Por Armando Bonilla
Ciudad de México.- Como parte de las actividades de la exposición Plántate contra el cambio climático, el Papalote Museo del Niño emprendió un taller donde enseña a los visitantes a construir bombas de vida.
Se trata de una exhibición montada en el marco de las actividades de la XXIII Semana Nacional de Ciencia y Tecnología, a celebrarse entre el 24 y 28 de septiembre en la explanada del Zócalo de la Ciudad de México, donde también se les enseña a los visitantes, principalmente niños y jóvenes, a construir una maceta ahorradora de agua y un huerto casero.
Entrevistado por la Agencia Informativa Conacyt, Alan Silva Yáñez, jefe de piso para la exposición Plántate contra el cambio climático, explicó que son cuatro los atractivos principales que ofrece la exhibición; se trata de una intervención artística a un Volkswagen, la cual se aprovecha para realizar una introducción en torno al cambio climático.
“Una vez concluida la introducción, por cuestiones de logística, el grupo de asistentes se divide en dos, a uno se les involucra en la actividad llamada ‘maceta ahorradora’, donde básicamente los participantes elaboran una maceta que permite ahorrar agua y, a su vez, administrar mejor los tiempos de riego de las plantas”.
Detalló que esta actividad les pareció adecuada para la temática porque en muchas ocasiones las personas no acostumbran tener plantas porque se les dificultan los tiempos para regarlas o sencillamente no saben cuándo deben hacerlo. “Esta actividad busca que cada vez sean más las personas que cuentan con plantas en sus hogares, ya que son básicas para mitigar el cambio climático”.
Entretanto, el otro grupo se involucra en una actividad denominada Metro cuadrado, en la que se les enseña una técnica para crear en un pequeño espacio un huerto. “Lo importante es que la gente tenga claro que no necesitamos una gran superficie para construir un huerto en casa, incluso pueden hacerlo en áreas de 30 por 30 centímetros”.
Las bombas de vida
En la parte final del recorrido, ambos grupos desarrollan la misma actividad que consiste en enseñarles una técnica para crear bombas de vida. “A través de materiales como arcilla, tierra, agua y algunas semillas, los visitantes crean una bola seca de arcilla que asemeja una bomba”.
Dicha bomba tiene la finalidad de ser arrojada en zonas con poca vegetación para que una vez que llegue la temporada de lluvias o sencillamente entren en contacto con el agua, comience un proceso de vida vegetal.
Sobre la construcción de la bomba
De acuerdo con Silva Yáñez, en primera instancia, los “cuates” (guías) explican los ingredientes que se utilizan como son la arcilla, semillas como girasol, alfalfa y rábano, solo por mencionar algunas; y un objetivo para la bomba, es decir, la superficie de suelo con escasa vegetación.
“Los niños toman un poco de una mezcla especial hecha a base de arcilla e integran en ella las semillas de su elección, después generan una bolita similar a la que se realiza con plastilina; no obstante, en este caso deben dejar secar muy bien su bolita de arcilla, 24 horas aproximadamente, porque la bomba no se debe romper al ser arrojada, debe estar totalmente sólida para que al caer la lluvia inicie en su interior un proceso de vida”, concluyó.