Proliferan atracos en Zona Metropolitana gracias a la complicidad con taxistas, mototaxistas, urbaneros y policías

Redacción

Oaxaca.- La inseguridad reina en la capital del estado y la zona metropolitana, donde el robo a mano armada, especialmente de teléfonos celulares es una pandemia, sin que las policías estatal y preventiva y de los municipios conurbados actúen, porque prácticamente son cómplices de las bandas delictivas, y a ello se suma que tampoco la Semovi actúa para aplicar el antidoping a conductores de camiones del servicio urbano, de los sitios de taxis y mototaxistas, quienes actúan en complicidad con los ladrones.

El robo de teléfonos celulares es uno de los delitos que más proliferan en la capital del estado y los municipios conurbados como Santa Cruz Xoxocotlán, Santa Lucía del Camino o San Antonio de la Cal.

Ahora la delincuencia opera en total complicidad con los choferes de los sitios de taxis, quienes “ponen” a los turistas, a jóvenes mujeres y a jóvenes que usan ese transporte, ya que mediante claves, se comunican con los asaltantes que se desplazan en motocicletas y acuerdan los lugares del trayecto en los que pararán el vehículo para cometer las fechorías.

La zona en que operan estos taxistas atracadores son las zonas de las márgenes del río Salado, la zona de Sams, donde ya han robado a múltiples trabajadores y trabajadoras de una compañía telefónica y a quienes laboran en las empresas de la zona.

La Semovi ha olvidado la función de regular y vigilar que los conductores del transporte público y taxistas cumplan con la ley, se ha olvidado de supervisar que no se trate de sujetos adictos a diversas drogas, como ocurre en realidad.

De esta manera, debido a la facilidad con que se revenden los teléfonos celulares y a la permisividad de los elementos policiacos, el robo de equipos se ha disparado en las zonas del Centro Histórico, la Central de Abasto, Periférico, Santa Cruz Xoxocotlán y Santa Lucía del Camino, lugares donde los elementos policiacos prácticamente son cómplices porque dejan operar a los delincuentes a sus anchas, e incluso cobran cuotas para que operen con total impunidad, sin embargo los jefes policiacos dejan que esto ocurra porque también resultan beneficiados.

En la Central de Abasto miles de personas, estudiantes y trabajadores, y quienes acuden diariamente a realizar sus compras se han vuelto las victimas perfectas, ya que en un descuido los ladrones les arrebatan los celulares para salir huyendo a gran velocidad internándose en los pasillos de este centro comercial.

FOTO DE ARCHIVO.

Los policías y los jefes policiacos saben perfectamente en qué lugares se comercializan los teléfonos robados, pero ninguno actúa, además de que las casas de empeño reciben cualquier celular sin verificar si son robados.

En la Central de Abasto, incluso en los camiones, para quienes llevan los celulares en las manos y van junto a una ventanilla, los ladrones se impulsan de las llantas del camión y arrebatan el celular por la ventana, pero en muchas ocasiones están en complicidad con los choferes que les permiten subir a atracar a los pasajeros.

Oponer resistencia no es una opción, porque los asaltantes, muchos de ellos adictos a diversas drogas, son sumamente violentos, actúan en parejas y se encuentran armados, comúnmente con cuchillos o navajas.

Los puntos donde se ha detectado la presencia de un mayor número de personas dedicadas al robo de teléfonos son: Santa Cruz Xoxocotlán, Cinco Señores, Infonavit Primera Etapa, Calzada Héroes de Chapultepec, Central de Abasto, Ánimas Trujano, Auditorio Guelaguetza, Símbolos Patrios, Tinoco y Palacios, avenida Ferrocarril, Periférico, colonia Reforma, Montoya, Pueblo Nuevo, Santa Lucía del Camino, Reyes Mantecón, Atzompa, San Antonio de la Cal, Riveras del Río Atoyac, San Martín Mexicapan, Plaza Bella, Cuilápam.

La situación se agrava debido a la complicidad de conductores de taxistas y de mototaxis en todas las colonias populares.

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