* Originario de San Juan Bautista Tuxtepec, Oaxaca, y perteneciente a la etnia mazateca, Gerardo decidió dejar el terruño y a su familia por seguir su sueño de estudiar en la Facultad de Ciencias
Ameyalli Villafán
México, DF.- Su inquietud por la naturaleza y el frecuente cuestionamiento hacia los fenómenos naturales despertaron el interés de Gerardo Rangel Paredes por el estudio de las ciencias que, años más tarde, lo llevaría a descubrir su vocación: la Física Experimental.
Originario de San Juan Bautista Tuxtepec, Oaxaca, y perteneciente a la etnia mazateca, Gerardo decidió dejar el terruño y a su familia por seguir su sueño de estudiar en la Facultad de Ciencias (FC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Dentro de la oferta de la UNAM existe el Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad (Puic) que cuenta con el Sistema de Becas para Estudiantes Indígenas (SBEI). Gerardo Rangel obtuvo esa beca mientras cursaba el séptimo semestre de su carrera.
Con un promedio de 9.2 y la obtención de una mención honorífica, Gerardo Rangel se tituló con un proyecto denominado “Estabilidad de una gota que oscila verticalmente”; actualmente cursa la maestría en Ingeniería en Energía de la UNAM.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, el joven de 24 años cuenta cómo fue que su empeño le permitió ser un alumno destacado en dicha área, así como sus planes a futuro y la importancia de pertenecer a una etnia.
La UNAM, su objetivo principal
Desde que cursaba la preparatoria, Gerardo sabía que quería realizar sus estudios profesionales en la máxima casa de estudios del país. Contó con el apoyo de su familia y se aventuró a dar frase gerardo rangelun cambio en su vida. Así, llegó a la ciudad de México con la idea de dar lo mejor en el inicio de su carrera.
Sin embargo, Gerardo reconoce que al principio fue difícil la adaptación, tanto a la vida en la ciudad como a la dinámica de la FC. “Para mí fue un cambio total. Las matemáticas y el concepto de física que yo llevé en mi preparatoria eran muy distintos a lo que encontré aquí en la facultad. En un principio sí fue como una caída, pero no podía echar en saco roto el esfuerzo y enfrenté la situación”.
Comenta que en Tuxtepec, su pueblo natal, se tiene la idea de que la UNAM es una universidad lejana a la que pocos tienen acceso. “Muchos, en esta idea cegadora, no la solicitan y hay mucha gente talentosa por allá y sería bueno que se quitaran este estigma que se tiene”, expone durante la entrevista realizada en una sala de juntas de la FC. Sin embargo, reconoce que su historia pudiera servir a la gente de su tierra para que se motive e interese en estudiar alguna carrera en dicha entidad académica.
¿Qué significa para Gerardo Rangel Paredes pertenecer a la UNAM después del esfuerzo y sacrificio que ha realizado? “Estoy muy agradecido por estar aquí, la universidad te da la oportunidad de crecer y motiva seguir adelante para prepararse.” Agrega que tiene buenos recuerdos de profesores que lo incentivaron y de anécdotas con grandes amigos.
Ser mazateco
Gerardo Rangel es originario de San Juan Bautista Tuxtepec, una ciudad oaxaqueña que se localiza en la cuenca del Papaloapan y que se caracteriza por ser un punto importante para el intercambio comercial, agrícola y ganadero con Puebla y Veracruz.
Ahora le resulta más sencillo poder hablar de sus orígenes, pero confiesa que no siempre fue así debido a la discriminación que alguna vez sufrió su familia paterna. “Haber recibido la beca SBEI y estar lejos de mi tierra natal me hizo darme cuenta de que soy un individuo inmiscuido en un sistema cultural bastante distinto al de la ciudad”, expone.
“Allá se inculca mucho que al oaxaqueño lo pueden discriminar por creer que es menor, pero en mi caso debo agradecer que la beca me empoderó en ese sentido y pude decir que soy de esta etnia y hay que darle a entender a mucha gente que no es inferioridad, sino que se es parte de un sistema cultural y que lo debes vivir como tal”, comenta el joven.
La importancia de los detalles
Como parte de la asignatura Dinámica de medios deformables, impartida por la doctora Catalina Stern, el ahora licenciado en Física comenzó a desarrollar el proyecto con el cual se tituló.
“La doctora nos dio la oportunidad, a varios estudiantes, de llevar este trabajo a congresos y hacer nuestra tesis en el tema de mecánica de fluidos (…) Con este proyecto me di cuenta de que se puede hacer ciencia con los elementos que se cuentan, aunque no sea el equipo más costoso”, explica.
“Estabilidad de una gota que oscila verticalmente” es el nombre del proyecto de tesis que trabajó. Al principio estaba enfocado en conocer cómo se movía una gota; sin embargo, en el transcurso de la experimentación surgió un accidente que cambió el rumbo de la investigación: “Se derramó brillantina en la gota que estudiábamos, entonces comenzamos a estudiar las corrientes dentro de la misma gota, y ya en la tercera etapa pensamos que esto puede tener una aplicación en la industria química, farmacéutica o en la nanotecnología”, detalla.
La imaginación, la creatividad y el conocimiento fueron fundamentales para la construcción de un proyecto exitoso que puede tener aplicación en diversas áreas; no obstante, la observación, considera el físico, fue vital para el desarrollo y conclusión de su tesis.
“La observación es la parte más importante porque de alguna manera fui consciente de que existe un vínculo entre el observador y el fenómeno. Debo reconocer la intervención de mi tutora porque gracias a su asesoría comencé a ver que los detalles eran importantes”, comenta Gerardo Rangel.
Docencia: vehículo para acercar la ciencia
Una de las oportunidades más importantes que ha recibido el físico es poder dar clases en la FC como profesor ayudante. Para él, la relación docencia-investigación es indisoluble y le gustaría seguir haciéndolo. “Considero que ser profesor y estar en contacto con estudiantes, no solo universitarios, ayuda a terminar con la idea de que la ciencia es complicada ya que esto puede dejar fuera de la FC a mucha gente brillante”, argumenta.
Haberse titulado es una de las mayores satisfacciones en su vida académica, pero la docencia le ha permitido tener contacto directo con alumnos con quienes ha logrado establecer una relación profesor-alumno productiva con el objetivo de motivar a los estudiantes y sacar su potencial en beneficio de la ciencia mexicana.
Parte del compromiso que el físico tiene con la UNAM se refleja en un plan multidisciplinario que apenas inicia y que busca apoyar a comunidades indígenas con proyectos útiles para estas.
Gerardo Rangel Paredes cursa actualmente la maestría de Ingeniería en Energía. Eligió este programa con la idea de aplicar sus conocimientos hacia un problema en concreto que es la producción energética. Asimismo, es consciente de que a través de sus estudios podría, en un futuro, aplicar su conocimiento en su comunidad a partir de la generación de energía limpia, pues comenta que hay problemas ecológicos en el río Papaloapan. “Yo no veo la ciencia lejana a la sociedad, esta debe ser aplicada para el bien social. Por eso elegí esta maestría”.