· Los sillares de piedra del inmueble histórico estaban afectados por pintas hechas en años previos durante diversas manifestaciones sociales
· Especialistas en restauración aplicaron materiales compatibles con la naturaleza de la cantera que caracteriza al templo del siglo XVIII
Expertos en conservación del patrimonio cultural concluyeron la limpieza y restauración de diversos sillares de piedra del exterior de la Catedral Metropolitana de Oaxaca, los cuales fueron afectados en años previos por pintas durante diversas manifestaciones sociales.
Tales labores estuvieron a cargo de una empresa contratista especializada en restauración, la cual, bajo supervisión de la representación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Oaxaca, atendió un área de 29.62 metros cuadrados, dañada por grafitis.
La atención al inmueble, consagrado a la Virgen María, en su advocación de Nuestra Señora de la Asunción, comenzó con un reporte generado desde el Centro INAH Oaxaca para accionar el seguro institucional que protege los bienes muebles e inmuebles que sufren alguna vulneración por fenómenos naturales y/o antropogénicos.
Así, la empresa contratista JV Desarrollo en Obra Civil inició la intervención en la edificación del siglo XVIII, con el acondicionamiento de las áreas de trabajo y una etapa de limpieza superficial.
Asimismo, se retiró una intervención previa, en la que se aplicaron resanes de resina epóxica en los sillares ubicados en las bases de los muros, debido a que la incompatibilidad material entre la resina y la roca cantera provocó comportamientos diferenciados de ambos elementos y, en algunos casos, los resanes habían caído y dejado los núcleos de la roca expuestos al intemperismo.
La eliminación de los grafitis se realizó mediante solventes, tarea que reveló la superposición de capas de pinturas en las superficies de cantera, producidas por pintas hechas durante años en diversas manifestaciones.
Entre los materiales encontrados estaban pinturas en aerosol y pinturas vinílicas de varios colores, las cuales fueron limpiadas con el uso de papetas, hisopos rodados y brochuelos de cerdas naturales.
Los restauradores aplicaron nuevas pastas de resane, con materiales afines a la naturaleza de la cantera, para recuperar el volumen de algunos de los sillares. Esta labor se hizo en capas para lograr el secado y la integración visual adecuados.
Como última fase de la intervención, se colocó una capa de sacrificio en los sillares, con miras a proteger la cantera ante alteraciones futuras.
Aunque estos procedimientos ya se han usado en otros inmuebles y zonas arqueológicas de Oaxaca, las condiciones de la catedral de la entidad son distintas, por ello, su aplicación representa una propuesta innovadora, adecuada y respetuosa a la naturaleza del recinto religioso.
Cabe destacar que, tras la conclusión de las obras de limpieza, estas fueron entregadas el 29 de enero de 2024, al custodio legal del inmueble y párroco de la catedral, Alejandro Rodríguez González, en conocimiento de autoridades del Ayuntamiento de la capital oaxaqueña y de actores y entidades que colaboran cotidianamente con el INAH en la protección del patrimonio cultural.