El mariscal de campo, ganador de siete anillos de Super Bowl, explicó que su separación del equipo con el que construyó su legado estuvo marcada por crecientes tensiones con el entrenador Bill Belichick.

“Después de veinte años juntos se desarrolló una tensión en el rumbo que tomábamos el entrenador Belichick y yo en nuestras carreras. Era el tipo de tensión que sólo se pudo resolver con una separación”, declaró el ex ‘quarterback’ de 47 años, quien será un futuro miembro del Salón de la Fama.

La relación entre Brady y Belichick, que en sus inicios parecía inquebrantable, se fue desgastando con el tiempo.

El propio Brady admitió que llevaba un par de años contemplando la posibilidad de marcharse, hasta que en marzo de 2020 tomó la decisión definitiva.

“Fue una decisión que me rondó la cabeza durante dos o tres años, hasta que un torbellino de emociones me hizo darme cuenta de que la separación llegaría más pronto que tarde”, explicó.

Tras dejar a los Patriots, Brady se convirtió en agente libre por primera y única vez en su carrera, una experiencia que calificó como desafiante.

“Solo estuve en la agencia libre una vez, fue al final de mi carrera. Sé que la agencia libre fue algo muy diferente para mí que para un suplente que pasó por una temporada decepcionante o un joven que viene del último año de su contrato de novato”, mencionó.

El exmariscal de campo, ahora propietario minoritario de los Las Vegas Raiders, destacó lo difícil que es para los jugadores tomar la decisión correcta en este proceso.

“Lo complicado es determinar cuáles son tus prioridades. A lo largo de los años he visto a muchos buenos jugadores cometer errores por no tener prioridades claras”, advirtió.

Según Brady, muchos jugadores han tomado decisiones equivocadas al priorizar factores como el dinero o la comodidad en lugar de centrarse en su desarrollo y éxito profesional.

“Algunos buscaron dinero en equipos que no les convienen. Otros se precipitan y acaban en lugares que no les ofrecen las mejores opciones de éxito”, señaló.