*Una guerra de palabras se ha desencadenado entre Arabia Saudita y naciones que producen menos crudo; países como Venezuela o Argelia quieren que la OPEP frene la producción para levantar los precios.
NUEVA YORK.- La caída en los precios del petróleo está formando una revuelta contra Arabia Saudita al interior de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)
Una guerra de palabras se ha desencadenado entre el líder de la OPEP, Arabia Saudita, y países que producen menos crudo que la monarquía de Medio Oriente, como Venezuela o Argelia. Estas naciones quieren que la organización frene la producción para ayudar a levantar los precios deprimidos, y de esta manera ayudar a sus propias economías que están en problemas.
Al ser el mayor productor de petróleo, los sauditas tienen una enorme influencia sobre el cártel del petróleo. Su apuesta a largo plazo es mantener bajos los precios, para exprimir a los productores de petróleo shale (no convencional o de esquisto) y dejarlos fuera del mercado.
De esa manera, los sauditas pueden volver a ganar las acciones del mercado que perdieron ante Estados Unidos.
Hace tan solo 10 años, Arabia Saudita era la nación más grande en cuanto a producción de petróleo, produciendo casi el doble de crudo que los Estados Unidos. Pero la producción estadounidense se ha disparado en años recientes gracias a la revolución del shale, que ha cambiado por completo la ecuación de la energía global. Hoy en día Estados Unidos produce casi lo mismo que Arabia Saudita.
Esta producción estadounidense ha enviado los precios a un espiral de más de 100 dólares por barril, a mediados de 2014, a unos 40 dólares actualmente.
Este colapso en los precios del petróleo está dañando especialmente a los integrantes menos afluentes de la OPEP como Argelia, Angola, Ecuador, Nigeria y Venezuela. Estas naciones están rogándole a los sauditas que cambien de estrategia, pero hasta ahora sus llamadas no han sido contestadas.
“La OPEP jamás había estado más divida”, consideró Fadel Gheit, un analista de Oppenheimer que ha estado cubriendo de cerca la industria del petróleo por 35 años.
El ministro de petróleo de Venezuela advirtió que el precio del crudo podría hundirse a 25 dólares si la OPEP no actúa rápidamente. Argelia ya ha solicitado que se establezca un precio mínimo, mientras que el ministro de Ecuador aseguró que la única manera de balancear el mercado es reduciendo la producción.
El exgobernador del banco central de Nigeria Muhammad Sanusi II recientemente le dijo a CNN que la decisión de Arabia Saudita de inundar los mercados mundiales con su petróleo es un error. “No les ayuda y no ayuda a nadie”, dijo el experto.
Una revuelta podría destruir a la OPEP
Toda la belicosidad de los integrantes de la OPEP se presenta mientras el grupo está preparándose para lo que será una reunión incómoda en Viena para el próximo 4 de diciembre a fin de tomar una decisión al respecto.
Pocos esperan que Arabia Saudita ceda ante las demandas de las otras naciones, pero hay que estar preparados para las confrontaciones verbales.
La disidencia profunda amenaza con destruir a la OPEP, al menos con el panorama actual.
“Por supuesto, eso es un riesgo”, dijo Philipp Chladek, un analista de Bloomberg Intelligence que cubre el sector de la industria del gas y el petróleo en Europa, Medio Oriente y África.
Los sauditas difícilmente cederán
La caída del 60% en los precios del petróleo desde junio de 2014 han reducido las ganancias de la OPEP en casi 500,000 millones de dólares al año, según información de la Agencia Internacional de Energía.
Este lunes, la agencia oficial de noticias de Arabia Saudita reportó que el país está listo para “cooperar con los países que producen y exportan petróleo”.
Pero los comentarios no detallaron o indicaron que hay voluntad para reducir la producción, además de que la monarquía ha hecho comentarios similares en el pasado.
Una fuente ministerial saudita le dijo a John Defterios, de CNN, que los sauditas no cederán si Rusia continúa produciendo cerca de 11 millones de barriles por día, México siga sin ser parte de la ecuación de la OPEP y si Iraq se rehúsa a vivir a cuota de la organización.
En otras palabras, el status quo parece intacto.
Los sauditas tienen el respaldo de países vecinos ricos como Qatar, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos. Estas naciones tienen el poder financiero para soportar un petróleo barato, al menos por unos años más.
Los países del Golfo, especialmente Arabia Saudita, también podrían recortar su producción. Pero estas naciones temen que al hacerlo, cederían más mercado a Estados Unidos, Rusia y los rivales de la OPEP.
EU y su shale han cambiado el panorama
El verdadero factor de cambio ha sido Estados Unidos. La OPEP no vio venir la revolución del shale y ahora parece no tener opciones para responder a este rival.
La organización también minimizó la flexibilidad y resistencia del shale. La decisión tomada en 2014 para mantener la producción no ha logrado noquear al petróleo no convencional. Y los productores de shale están listos para aumentar la producción tan pronto suban los precios.
“La tecnología del shale ha cambiado a la industria por siempre. No desaparecerá. Solamente va a mejorar porque está basado en tecnología. El tiempo no está a favor de la OPEP”, dijo Gheit, el analista de Oppenheimer.
Los sauditas amarían que los productores de Estados Unidos acuerden dejar de inundar el mercado con petróleo. El problema es que la industria de la energía estadounidense, contrario a la OPEP, no es un cártel diseñado para fijar los precios.
“No hay un señor shale al que pueda llamar Arabia Saudita. En Estados Unidos, todos trabajan para su propia empresa”, dijo Chladek de Bloomberg.
Revuelta en la OPEP por caída de precios del petróleo
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