*Con “Rius en pedacitos” (Editorial Almadía), espera arrancar sonrisas, si son 10, será prueba superada, dice
Ernestina Gaitán Cruz.- Eduardo del Río, Rius, tiene seis décadas de hacer caricaturas, más de cien libros publicados y 400 historietas a cuestas, por lo tanto ya ha hablado de todos los temas, dice, y a los 80 años de edad, se dio el gusto de hacer un libro de dibujos que espera, provoquen sonrisas al menos cinco o seis veces y si son 10, será prueba superada.
El creador de las historietas “Los supermachos” y “Los agachados” y personajes como Calzontzin, Doña Eme, Don Plutarco y Don Perpetuo del Rosal, habitantes de San Garabato, ha sido promotor del vegetarianismo y crítico de la Iglesia Católica, el consumismo, el imperialismo y del sistema político mexicano, vive en Oaxaca hace más de un año y aún sigue sorprendido por la intensa actividad cultural.
Se ha hecho asiduo visitante de las bibliotecas, dice, pero en especial de una que presta libros en inglés y del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, y justamente en este sitio fundado por el pintor Francisco Toledo, presentó su reciente libro “Rius en pedacitos” (Editorial Almadía), una colección de dibujos con los que se acerca al humor cotidiano y deja a un lado lo político.
El libro que contiene 100 imágenes fue ilustrado por Alejandro Magallanes y tiene muchos espacios en blanco que pueden servir para escribir poemas, dibujos, la lista del mandado o anotar los resultados del Mundial en Brasil, propuso el mismo Rius en la presentación de su libro ante casi 200 lectores de todas las edades.
El autor de Cuba para principiantes, Cómo suicidarse sin maestro, Cristo de carne y hueso, La panza es primero, No consulte a su médico, La revolución femenina y Manual del perfecto ateo, entre otros, explicó que “Rius en pedacitos” es un libro inofensivo que quiso publicar en Almadía, una de las pocas editoriales mexicanas que aún existen.
En la presentación de su libro respondió todas las preguntas de sus seguidores quienes básicamente le agradecieron sus libros. Les platicó también que en sus ratos de ocio pinta acuarelas y acrílicos que hace como una actividad egoísta porque no busca vender sus obras, sino sólo satisfacer su gusto.
Y la caricatura sí la comparte, aunque reconoce que con ellas no cambia el mundo ni la sociedad, que no es tan peligrosa ni influyente como muchos quisieran. Que incluso hay quienes compran las caricaturas para presumir, pero no porque tomen en cuenta la crítica. En cuanto a qué hacer para mejorar la sociedad, dijo que no sabe.
Su propósito es que los lectores tomen conciencia de los problemas que vive la sociedad y que traten de organizarse y de paso dijo que los partidos políticos no sirven ni se preocupan para sensibilizar a la sociedad. “Estamos sometidos a los partidos y eso no es democracia. Parece que el único derecho que tenemos es votas y te vas”.
También comentó que Don Perpetuo del Rosal, su personaje en “Los supermachos”, sigue existiendo y el modelo lo copió de un presidente municipal como hay muchos en México que se perpetúan en el poder. “Estamos todos convertidos en agachados”.
Le pidieron que ofreciera un taller y dijo que el humorismo no se puede enseñar, que se nace con ese defecto igual que quien lo hace con la poesía. “El humor hace a uno ver con lentes de otro color la realidad y que se dice que por cada millón de habitantes, hay un humorista gráfico, que aunque no haya dónde aprenderla, se desarrolla leyendo, además “si leemos y hacemos niños lectores, tenemos muchas posibilidades de hacer cambios en la sociedad.
Rius quien actualmente lee a Paul Auster, Roberto Bolaño, Julio Cortázar, Gabriel García Márquez (todo) y Mario Vargas Llosa, agregó que leyendo, cada quien puede encontrar su verdad, mientras él tiene la misión divina de volver ateos a los mas que pueda, como un encargo de Dios.
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