Ciudad de México.- El gobierno de México ha aceptado iniciar un diálogo político con los líderes del magisterio disidente, luego del estallido de violencia en las protestas en Oaxaca, saldadas con al menos 10 muertos y un centenar de heridos.
El objetivo del encuentro es escuchar los planteamientos y razonamientos de dicha organización, y “avanzar en la construcción de soluciones que permitan regresar la tranquilidad a las regiones del país que se han visto afectadas por sus movilizaciones en fechas recientes”, dijo el gobierno federal en un comunicado.
La reunión de diálogo se llevará el miércoles 22 de junio, en la sede de la Secretaría de Gobernación, en el llamado Palacio de Cobián, que durante más de un siglo ha sido sede del poder político interior de México.
De esta manera, el diálogo no será sobre la implementación de la reforma educativa aprobada por el Congreso en 2013 ni a través de la secretaría de Educación Pública, que encabeza Aurelio Nuño, considerado el delfín del presidente Enrique Peña hacia las presidenciales de 2018.
El responsable de la política interior, el secretario de Gobernación y jefe de gabinete de seguridad nacional, Miguel Ángel Osorio, encabezará el encuentro con el magisterio rebelde “en el marco de sus atribuciones y con absoluto respeto a la ley, con integrantes de la SNTE-CNTE”, dijo el gobierno federal en un comunicado.
El gobierno ha convocado como contraparte al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación que en Oaxaca está bajo control de la Coordinadora de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Algunos de los líderes de ese movimiento han sido arrestados este mes, bajo acusaciones judiciales de peculado, pero tiene unos 100 mil seguidores disidentes del oficialismo del SNTE, con 1,5 millones de afiliados, el sindicato más grande América Latina.
La secretaría de Gobernación, “siempre ha estado dispuesto a abrir canales del diálogo, de acuerdos, de soluciones, incluso muchas de estas ocasiones hemos sido señalados y criticados, particularmente en el tema de la CNTE, por sentarnos con ellos”, dijo horas antes Osorio.
Sin embargo “acatar la ley no es una opción, es un mandato, es una obligación”, advirtió el alto funcionario.
Los bloqueos de carreteras y enfrentamientos que se han venido suscitando en algunos estados, “en Guerrero hace algún tiempo, Michoacán, Oaxaca, Chiapas, son de la mismo índole, son protestas por la reforma educativa”, pero durante su proceso de aprobación, en el gobierno “abrimos canales, escuchamos, incluso fuimos conducto para sentarnos con los legisladores”, agregó.
Los disidentes fueron recibidos en la cámara de Diputados y Senadores, antes de que se aprobara la ley educativa, pero esas reuniones “no han permitido encontrar puntos de acuerdo, que han llevado a ellos a manifestarse, están en su derecho y seguiremos respetando la libre manifestación, pero siempre y cuando respeten los derechos de los demás”, dijo el responsable de la político federal.
En Oaxaca, en los últimos ocho días no podían llegar insumos, dinero efectivo, turistas, ni podían pasar en emergencia, eso es “lo que nos hizo tomar acciones”, explicó.
La Policía Federal en apoyo al gobierno de Oaxaca “ha venido conteniendo, no ha venido enfrentando” a los manifestantes afirma Osorio, pero ellos han “agredidos a los cuerpos de seguridad”.
Finalmente dijo que investiga “si fue adecuado o no el uso de armas de parte de las policías estatal y federal, quién lo hizo, quién lo ordenó, y si esto obedeció a los protocolos que tenemos establecidos”.
Por su parte, el secretario de Educación Pública, Nuño dijo en rueda de prensa que “la reforma educativa no se detendrá, ya que este es un proyecto para mejorar el cambio en el sistema de enseñanza del país”, y la mesa de diálogo “solamente se presentará en términos políticos”, terminó.
