* Descontrol hormonal causa retención de líquido, hinchazón, caída del cabello, falta de concentración, fatiga y bajo deseo sexual.
IVONNE JIMÉNEZ
En el mundo existen particularidades que diferencian a las mujeres, el idioma, la raza y sus características físicas, pero hay un factor que afecta a todas sin distinción: el rol que juegan las hormonas en su vida y como marcan cada etapa de la misma.
Los cambios hormonales en la mujer, van desde inicio de la pubertad hasta la menopausia, en la que experimentan cambios en sus cuerpos estrechamente relacionados con su sistema endocrinológico.
La primera menstruación, llamada menarquia sucede cuando al interior del organismo se liberan ciertas sustancias del hipotálamo (glándula ubicada en el cerebro), como las hormonas denominadas folículo-estimulante y luteinizante, que tienen la función de inducir la actividad ovárica.
Ésta última incrementa los niveles de estrógenos que intervienen en el crecimiento del útero (matriz) y endometrio (recubrimiento de la cavidad uterina).Las hormonas, son liberadas al torrente sanguíneo y regulan algunas de las funciones del cuerpo y estas mismas fluctuaciones pueden afectar el ánimo de la mujer.
Según información del portal CNN México, dos días antes de que llegue la menstruación, 80% de las mujeres presentan el Síndrome Premenstrual (SPM), que puede generar alrededor de 150 síntomas distintos, 15% de ellos severos.
La doctora Karen Berman, del Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos destacó que las hormonas no sólo tienen un papel en el estado de ánimo, por ejemplo los estrógenos son hormonas femeninas producidas principalmente en los ovarios, su función principal es la maduración del aparato genital femenino para hacerlo fértil.
Además de que interviene en el crecimiento del cabello y las uñas, aumenta la acumulación de la grasa corporal y en la zona genital, aumento de los senos, desarrollo del pezón y areola, amplitud de la pelvis, ablandamiento de huesos y cambios en el sistema venoso.
Por otro lado, la función de la progesterona es acondicionar el endometrio para facilitar la implantación del embrión en este, y durante el embarazo reduce las contracciones del útero para evitar que se expulse el óvulo en caso de fecundación. Esta hormona se encarga de desarrollar las células de las mamas que segregan leche.
¿Pero qué pasa cuando esta producción no es balanceada? Lo anterior es provocado por una incorrecta relación entre la progesterona y los niveles de estrógeno en el cuerpo femenino.
Las variaciones en el equilibro entre estas dos hormonas afectan a la salud de la mujer y se producen efectos negativos en el cuerpo y en la mente, como pueden mostrarse a través de una reacción alérgica, a través de sudores nocturnos, migrañas que te bloquean durante horas, retención de líquido, la hinchazón, la caída del cabello o una falta de concentración, fatiga, bajo deseo sexual o períodos menstruales abundantes o largos.
Los principales factores que inciden en la falta de balance en las hormonas son: disposición genética, alimentación, estilo de vida, niveles de estrés, el ejercicio, la ovulación, las emociones y la edad.
Un dato relevante es que pasados los 30 años la mujer comienza a perder progesterona dieciséis veces más rápido que cualquier otra hormona femenina, por lo que en ocasiones es difícil embarazarse, mientras que el estrógeno se mantiene en sus niveles normales.
Entre los 45 y 55 años inicia la menopausia, es la etapa en que en la mujer comienza a cesar la menstruación y hay cambios bruscos de manera física y emocional, por lo que es importante estar alerta a la depresión durante esta etapa.
Los especialistas en ginecología recomiendan que las mujeres deben evitar el consumo de sal y limitar las bebidas alcohólicas para controlar la retención de líquidos, no ingerir irritantes como la cafeína, refrescos de cola, vino tinto y no fumar para evitar que los cambios hormonales crezcan.
Al contario deben comer chocolate, de preferencia amargo, pero no más de 50 gramos y con al menos 70% de cacao; y tomar ácido acetil salecílico, que ayudan a adelgazar el endometrio.Por último, deben comer mucha fruta todos los días y hacer ejercicio al menos tres veces por semana.
Si en algún momento sienten algún indicio físico o emocional, como los que describimos, es importante acudir a un ginecólogo o un profesional especializado en el diagnóstico y tratamiento del desajuste hormonal para que determine si tienen un problema en el balance de hormonas o sólo deben cambiar de estilo de vida.