En el día de su partida, compartimos una traducción de la canción Take Me To Church, una composición de Sinéad O’Connor de 2014 que sintetiza muchas de sus emociones y vivencias.
Trascendió a la masividad tras la edición de su versión de la canción de Prince «Nothing Compares 2 U», que luego formaría parte de su segundo disco «I Do Not Want What I Haven’t Got», publicado en 1990 y que obtuvo un suceso mucho mayor que su predecesor «The Lion and The Cobra».
El éxito fue controversial en el caso de la nacida en Dublín el 8 de diciembre de 1966, ya que al ser nominada a los Grammy desistió de participar del evento con esta postura “No acepto premios que se me hayan concedido por mi éxito material. Los Grammy se dan al disco que más ha vendido, pero no al mejor artísticamente hablando. No me interesan. No quiero tomar parte en nada que anime a la gente a creer que el éxito material es importante, especialmente si eso representa que te has de sacrificar personalmente para obtenerlo”.
Ninguno de sus trabajos posteriores obtuvieron la masividad de este disco y mucho tuvo que ver su actitud de denuncia contra la Iglesia Católica por los casos de pedofilia dentro de sus filas, llegando a romper en un programa de televisión una fotografía del Papa Juan Pablo II.
Abrazada siempre al misticismo y la religosidad, su música fue mutando al ritmo de esas búsquedas y sentimientos. En el año 2022 perdió a su hijo Shane O’Connor, víctima de un suicidio, algo que su madre había intentado realizar en varias oportunidades en su turbulenta vida.
Llevame a la iglesia
No quiero amar del modo en que antes amé
no quiero amar de ese modo nunca más
¿para qué estuve escribiendo canciones de amor?
no quiero escribirlas nunca más
No quiero cantar desde donde antes canté
no quiero cantar de esa manera nunca más
¿para qué estuve cantando canciones de amor?
no quiero cantarlas más
Ya no quiero ser esa chica nunca más
ya no quiero llorar más
ya no quiero morirme
Así que bajame de este árbol
cortá la cuerda que me ata
sentame en el piso
soy el único al que debo adorar
Oh, llevame a la iglesia
hice tantas cosas malas que me duele
Sí, llevame a la iglesia
pero no a esa que hiere
porque ahí no está la verdad
y no es eso lo que vale la pena.
Voy a cantar canciones de amor y de perdón
canciones de comer y de beber,
canciones de vida, canciones que llamen en la noche
porque las canciones son como un rayo de luz.
Y el amor es el único amor al que tendrías que invitar
canciones que no te dejen quedarte quieto
canciones que reparen los huesos rotos
y que no te dejen solo
Así que bajame de este árbol
cortá la cuerda que me ata
sentame en el piso.
¡Soy el único al que debo adorar!
Oh, llevame a la iglesia
hice tantas cosas malas que me duele
Sí, llevame a la iglesia
pero no a esa que hiere
porque ahí no está la verdad
y no es eso lo que vale la pena.
Sinead O’Connor lanzó 10 álbumes en su carrera musical, iniciando en 1987 con “The Lion and The Cobra”, pero siempre será recordada por su versión a “Nothing Compares 2 U” del álbum “I Do Not Want What I Haven’t Got”.
La cantante irlandesa Sinead O’Connor, conocida por su éxito “Nothing Compares 2 U“, falleció a los 56 años, informó el miércoles el diario Irish Times.
“Con gran tristeza anunciamos el fallecimiento de nuestra querida Sinead. Su familia y amigos están devastados y piden privacidad en este momento tan difícil”, indicó la familia en un comunicado difundido por el canal público RTE.
O’Connor irrumpió en la escena musical mundial con su fascinante versión de la canción escrita originalmente por Prince, mirando directamente a la cámara en un video musical que ha sido visto casi 400 millones de veces en YouTube.
La cantante, que en 2018 anunció su conversión al islam, dio que hablar también con una serie de polémicas.
Según dijo, fue maltratada por su madre durante su infancia, y criticó enérgicamente a la Iglesia católica, a la que acusaba de no haber protegido a los niños víctimas de abusos sexuales a manos de religiosos. En 1992 rompió ante una televisión norteamericana un retrato del papa Juan Pablo II durante una aparición televisiva en “Saturday Night Live“.
En 1999 protagonizó otra polémica cuando una iglesia irlandesa disidente la ordenó sacerdotisa.
Reconocible por su cabeza rapada, la cantante desapareció después poco a poco de los focos, aunque en 2005 regresó con su álbum reggae “Throw Down Your Arms”, tras haber vivido un período en Jamaica y experimentado con las creencias rastafaris.
“Todo el mundo quiere a una estrella del pop”, escribió en sus memorias de 2021, “Rememberings”. “Pero yo soy una cantante de protesta. Sólo tenía cosas que sacar de mi pecho. No tenía ningún deseo de fama”.
En los últimos años se explayó en redes sociales, amenazando a sus antiguos socios con llevarlos ante la justicia, y hablando de sus problemas de salud física y mental e incluso de sus pensamientos suicidas.
“Su música era apreciada en todo el mundo y su talento era incomparable”, publicó el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, en la red social Twitter, compartiendo sus condolencias con “todos los que amaban su música”.