La relación entre las personas que vivieron la Shoah y la música fue compleja. Según James Grymes, músico y escritor del libro “Violines de Esperanza” (Violines of Hope, su nombre en inglés), las víctimas del Holocausto usaron la música como resistencia espiritual. Ya sea cantando o tocando instrumentos “la música les permitía mantener una sensación de normalidad y pertenencia cultural” aseguró el especialista en el Panel “Música y el Holocausto: Historia, Memoria y Justicia”.
Los instrumentos musicales, como muchas otras posesiones de las personas judías, fueron arrebatados o destruidos durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, algunos instrumentos sobrevivieron y hoy honran la memoria de las víctimas del Holocausto.
En 2017, en la Ciudad de México se fundó la asociación “Instrumentos de la Esperanza” dedicada a la búsqueda y cuidado de instrumentos musicales relacionados con el Holocausto con el objetivo de rendir homenaje a las víctimas así como promover la educación, tolerancia y sensibilización a través de la música. A partir del 2024, el Museo Memoria y Tolerancia es el encargado de resguardar los instrumentos musicales y mantenerlos con vida.
“Esta colección da testimonio de las ganas de vivir, de sobrevivir y reconstruir la vida. Algunos de los sobrevivientes decían que nadie salía vivo de los campos de concentración y hasta cierto punto esto podría parecer cierto, porque la labor del campo de concentración era justamente arrancar la vida, no solamente el asesinato sino despojarte de tu ser y de tu identidad. Entonces, quienes sobrevivieron físicamente tuvieron que reconstruir la vida, rehacer su vida y estos instrumentos dan fe de ello en algunos casos”, comentó Adán García Fajardo, director académico del Museo Memoria y Tolerancia.
El chelo de Jacques Hakkert
Jacques Hakkert, nacido en Róterdam, fue un laudero que construyó más de cien violines y chelos con sus propias manos. Su camino no fue fácil: lo persiguieron, arrestaron y deportaron.
El chelo de Hakkert se convirtió en el primer instrumento de la colección de “Instrumentos de la Esperanza”. Actualmente, la colección está conformada por quince instrumentos musicales que pertenecieron a personas que vivieron el Holocausto.
El chelo de Hakkert, junto a los demás “Instrumentos de la Esperanza”, se encuentra en el Museo Memoria y Tolerancia. Algunos de los instrumentos musicales están exhibidos en las salas de exposición permanente mientras que otros se encuentran en resguardo.
Los instrumentos son utilizados durante presentaciones especiales, como ocurrió en el acto conmemorativo por el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, en un evento ofrecido por el Museo Memoria y Tolerancia, en el que se leyeron los poemas “Si esto es un hombre” de Primo Levi; “Primero vinieron por los judíos” de Martin Niemöller; “Si acaso” de Wislawa Szymborska; y “Salmo” de Paul Celan; los cuales fueron musicalizados con composiciones originales de Luis Reyes Ticó y Gabriel Bitrán, realizadas especialmente para este evento.
“Mis abuelos paternos y maternos, todos murieron en el Holocausto, he vivido con las historias de mis padres de cómo llegaron a México (…) Me conmueve profundamente el ver gente joven, el ver chicos que no son judíos, y que están interesados en conocer. Para mí es importante que se conozca, que se sepa, que no se olvide lo que ocurrió en el Holocausto (…) Conozco la historia de los “Instrumentos de la Esperanza”, el otro día toqué un violín y me llegó hasta el alma”, comentó Doris Zimmerman, nieta de víctimas del Holocausto.
A 80 años del Holocausto, por la dignidad y los derechos humanos
En 2025 se cumplen 80 años del final de la Segunda Guerra Mundial y del Holocausto. Hace ochenta años, en respuesta a las atrocidades de la guerra y el Holocausto, los gobiernos de todo el mundo crearon las Naciones Unidas y se comprometieron a trabajar juntos para construir un mundo justo en el que se consagraran los derechos humanos y todos pudieran vivir con dignidad y en paz.
La memoria del Holocausto salvaguarda los recuerdos de los supervivientes y es un llamamiento a la acción colectiva para garantizar el respeto de la dignidad y los derechos humanos, y el derecho internacional que los protege.
“Debemos condenar el antisemitismo, del mismo modo que debemos condenar todas las formas de racismo, prejuicio y fanatismo religioso. Y debemos renovar nuestra determinación de defender la dignidad y los derechos humanos de todos”, concluyó el Secretario General de las Naciones Unidas.
Texto: Tania García | Fotografías: Tania García/CINU México | Video: Luis Arroyo | Centro de Información de las Naciones Unidas en México, Cuba y República Dominicana