Tania Pastrana, una fotógrafa mixteca documentando las raíces profundas de sus pueblos

*La fotógrafa inaugura el 2 de agosto próximo una muestra de 20 imágenes “El acto fotográfico como arte” en el Museo Regional de Huajuapan, que es un proceso documental de seis años en el que incluye la matanza de los chivos

*“Desde niña tengo conciencia de esta tradición, veía que pasaban muchos chivos. Mi papá nos llevaba a La Hacienda cuando éramos muy chiquitos, de 8 o 9 años y veíamos la matanza. Es algo de lo que tal vez no quería acordarme. Es algo muy fuerte cuando lo vives de niño.

* “El maestro Francisco Toledo cobijó a la fotografía y le dejó una responsabilidad muy grande a quienes manejan sus instituciones. Yo creo que ha influido mucho y pues tenemos que agradecerle al maestro que nos dio la oportunidad de tener algo muy accesible”

 

Salvador Flores Durán

Santiago Juxtlahuaca, Oax.- Tania Pastrana es una fotógrafa mixteca que documenta las raíces profundas de sus pueblos con una mirada de respeto y homenaje a la tierra, rica en costumbres y tradiciones que sorprenden por su fuerza ritual, su profundo sentido religioso y lúdico, que incluye sacrificios de animales en medio de festines y fiestas jubilosas.

Pastrana inaugura el 2 de agosto próximo una muestra de 20 imágenes “El acto fotográfico como arte” en el Museo Regional de Huajuapan. La misma es un proceso documental de seis años en el que incluye la matanza de los chivos y un trabajo de estudio que inició a partir del 2019 que se llama granos y semillas y algunas festividades oaxaqueñas como los Días de Muertos.

-Tú eres nativa de Huajuapan ¿cómo te impactó la tradición de la matanza de los chivos y cómo llegaste en la fotografía?

-Estudié Ciencias de la Comunicación en la Universidad Mesoamericana. Ahí conozco la fotografía en 12 meses y me gustó mucho. Trabajaba y estudiaba al mismo tiempo. Termino y empiezo a tomar talleres con maestros como Jorge Luis Plata, en el IAGO, el MACO, el Álvarez Bravo. Con Juan Carlos Abreu y con su esposa. Ellos fueron los que me introdujeron a la fotografía en campo. Prácticamente soy autodidacta.

Documentar la matanza de chivos con la memoria de niña

Recuerda que vivió desde niña la matanza de los chivos, la cual ha tenido un cambio muy drástico, “desde niña tengo conciencia de esta tradición, veía que pasaban muchos chivos, mi papá nos llevaba a La Hacienda cuando éramos muy chiquitos, de 8 o 9 años y veíamos la matanza. Es algo de lo que tal vez no quería acordarme. Es algo muy fuerte cuando lo vives de niño. Éramos cinco hermanos y nos llevaba a comer el mole de caderas. A mi papá le gustaba mucho el Chito pero cuando uno crece deja ese tipo de cosas y ahora que regreso a la matanza quise documentarla porque ha cambiado mucho. Yo recuerdo que como niña veía que pasaban miles, miles de chivos. No sé cuántos chivos mataban antes, pero eran muchísimos”.

“Platicando con Manuel Masa que es el encargado de la matanza de la hacienda El Rosario me decía que ha bajado mucho la cantidad por el movimiento animalista”. Sin embargo, la matanza y la festividad del Señor de los Corazones han tomado de nuevo mucha fuerza. Son tradiciones de Huajuapan de León muy arraigadas en el pueblo mixteco.

Pastrana lleva dos años en este proyecto y le falta el proceso de documentar el trabajo de andar con los chiveros en el campo para armar una exposición completa de la matanza de los chivos.

Los inicios como fotógrafa de museo

La fotógrafa trabajó profesionalmente en el desaparecido Museo del Palacio (que funcionaba en el palacio de gobierno de Oaxaca) donde hacía registro de todas las exposiciones, de artistas, de plástica, fotografía y arqueología.

Poco a poco empezó a combinar la foto documental y la foto de estudio. “Lo mío es lo documental, lo antropológico, pero la foto de estudio a me gusta mucho. Trabajar con seres, enseres. La foto de una vaina, un guaje, lo trabajé y me gustó mucho el resultado. O la de una mazorca que la trabajé en 2018 y 2019 con un lienzo negro, jugando con la luz y el efecto que yo quería, que la mazorca hiciera el rebote de la luz de los granos en el fondo negro. En esto notas cierto disgusto en el tema del maíz transgénico que estamos aceptando y que estamos metiendo a México. Es como una es como una pequeña protesta”.

-Los retratos que he visto en tus redes tampoco son fáciles, tienen una visión crítica del sujeto.

-Sí. No me he formado tanto con fotógrafos. He tenido pocos maestros fotógrafos. Me he criado mucho en museos, mis amigos son artistas plásticos, ceramistas. Entonces tal vez mi mirada está enfocada desde otro punto de vista y desde otra perspectiva, más cercana a la plástica. Yo no pinto, sin embargo, la paleta de colores y la luz que ocupan en ese juego hace una diferencia. Cuando veo un rostro, pues no lo acomodo, voy y lo saco, busco la luz. Yo creo que eso influye mucho también en mi mirada. No visito galerías de fotografía, ni de fotógrafos, siempre visito más plástica, más pintura.

La explosión de fotógrafos provocada por Francisco Toledo

– Hay muchísimos fotógrafos oaxaqueños con mucha calidad, de gran nivel, ¿qué tanto han influido las instituciones que creó Francisco Toledo en esta explosión que ha tenido en la fotografía en los últimos años?

-El maestro Toledo cobijó a la fotografía y le dejó una responsabilidad muy grande a quienes manejan las instituciones. Yo creo que ha influido mucho y pues tenemos que agradecerle al maestro que nos dio la oportunidad de tener algo muy accesible. El maestro tiene un gran trabajo fotográfico, tiene un registro fotográfico muy grande y muy amplio. Trabajó con los mejores, con los que nos abrieron camino en este andar para las nuevas generaciones. Yo creo que las instituciones y los directivos tienen un papel muy importante de incentivar lo análogo y dejar un poco lo digital.

Una diferencia abismal entre la fotografía digital y la análoga

Pastrana dice que Toledo trabajaba para que la fotografía análoga no se perdiera, “vemos a diario millones de imágenes. Yo misma he sacado ráfagas, pero de repente a veces siempre cargo mi análoga y siempre la diferencia es abismal. Cuando tú vas con tu cámara digital tiras porque no te cuesta, o sea, ves la imagen, pero no te cuesta el tiro. No es cuestión económica, sino que no tienes un proceso mental como lo tienes con lo análogo. Piensas la imagen ¿Qué es lo que pasa? Ves una imagen y la piensas y es diferente. El click en la cabeza es completamente distinto. Yo creo que las instituciones y los directivos que dejó el maestro Toledo deben de tener la mirada en que como individuos retomemos los procesos análogos y los procesos químicos.

El boom fotográfico

-Creo que ahorita hay un boom de la fotografía. Yo así lo siento, veo muchísimos fotógrafos de todo, de celular, de repente ves imágenes que andan y que circulan en libros que pagan ellos mismos para que los publiquen en libros a nivel nacional e internacional.

La fotografía debe hablarle a la gente

Pastrana dice que un trabajo fotográfico siempre tiene que “hablarle” a la gente y expresarle algo. “No es nada más llegar y tomar una fotografía, porque siempre debe haber una antropología y un discurso social. Y un discurso que te defina la fotografía, aunque sea solo una imagen. Hay mucha carga visual, mucha saturación de imágenes. Las agencias han de estar bien saturadas de imágenes de tantos fotógrafos”.

– ¿Cuesta trabajo distinguir la calidad de las imágenes entre este universo de fotos que vemos a diario en las redes sociales?

-Sí, estamos bombardeados de imágenes. Fíjate que yo últimamente he sido muy fanática de las redes sociales, pero de repente me cuesta un poco seguir a alguien en fotografía. Como fotógrafo ves todo el tiempo imágenes, se te presentan a cada momento. Entonces de repente es muy, muy complicado poder hacer una pausa y la separación entre lo que ves y lo que quieres decir en una imagen.

La fotografía como discurso y resultado de un proceso mental

– ¿Cómo distinguir la calidad entre esta gran cantidad de imágenes?

– Una fotografía que tiene discurso, que tiene una carga intencional, un proceso mental de discurso, pues la misma imagen habla por sí sola. Cuando ya tienes el ojo, la mirada y puedes distinguir entre algo que es posado, acomodado, o en un proceso y un contexto espontáneo. Mucha gente y muchos críticos dicen la fotografía pensada, la fotografía robada, la documental robada. Nacimos con la fotografía documental robada, o sea, nadie posaba nada, los que nos abrieron camino no paraban a la multitud de la revolución para tomar una foto, simplemente contextualizan la imagen, la pensaban.

Cámaras simples, sin lentes enormes que estorban

Tania lleva tres cámaras: una digital, una análoga y un teléfono. Camina ligera, mira y determina el instante. A veces da una breve indicación al personaje y dispara. Se mueve fugaz, no le gusta cargar enormes, pesados y carísimos lentes. En las mañanas revisa su equipo y besa la cámara análoga, pequeñita, comparada con los equipos de otros fotógrafos. Pastrana tiene un sentido de economía y ligereza.

“Las redes sociales nos han introducido en un mundo digital de rapidez y fugacidad, todo es muy fugaz. Entonces nos bombardeamos nosotros mismos en esta rapidez y en esta fugacidad de imágenes. Nos han echado a perder porque vemos tanto de todo el mundo, que pues te bombardean de tantas imágenes que lo que te hacen es viciar tu mirada. No es que no tenga redes sociales, subo poco y lo que yo considero y lo que yo quiero que se vea de mi trabajo, no sigo a alguien más y no me bombardeo de imágenes.

“Cuando tú ves una imagen que es real y que es pensada, es parte de ti y la imagen habla y tiene sentimiento propio, sentimiento en cuanto a contexto social. Cuando en una imagen no se siente la textura ni el lenguaje, entonces yo creo que las redes sociales nos han saturado y nos han vaciado de sentido”, señala.

La muestra en Huajuapan se inaugura el viernes 2 de agosto a las 7:30 de la noche y estará hasta el 6 de septiembre.

A finales de octubre también participará en una muestra colectiva de plástica, cerámica (barro negro) y fotografía “es como un conjunto un poco complicado de entender” a la que fue invitada por el maestro Carlomagno Pedro Martínez en la que participa el artista Rosendo Vega, con el tema de la muerte en el Museo de San Bartolo Coyotepec.

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