*El cantante Mario Vázquez Morillas, actual director de la Escuela de Bellas Artes de la UABJO, señala que ante la dolorosa realidad de las desapariciones y los feminicidios es necesario que la música y el arte ayuden a crear conciencia sobre este grave problema que ha manchado de sangre el territorio nacional
(Fotos tomadas de Facebook)
Salvador Flores Durán
Oaxaca de Juárez, Oax. 19 de junio de 2024.- El músico y artista Mario Vázquez Morillas, actual director de la Escuela de Bellas Artes de la UABJO, señaló que ante la dolorosa realidad de las desapariciones y los feminicidios en México es necesario que la música y el arte ayuden a crear conciencia sobre este grave problema que ha manchado de sangre el territorio nacional.
Mediante el proyecto Testimonios de la Tierra se realizaron canciones en torno a casos de feminicidios y mujeres desaparecidas de manera forzada en todo el país partiendo de entrevistas a personas relacionadas con mujeres víctimas de feminicidio y desaparición forzada, Vázquez Morillas buscó que la música y arte sean una catarsis ante el dolor por estos casos, que han manchado de sangre la tierra en todos los rincones del país.
El proyecto se desarrolló antes de que radicara en Oaxaca y abordó los casos ocurridos en Ciudad Juárez, el Estado de México, Michoacán y Puebla, entre otros.
Este proyecto surgió cuando Vásquez Morillas realizaba estudios de posgrado en la Universidad Estatal de Arizona y su asesora de tesis era una experta en género, quien lo impulsó a buscar algunas problemáticas que aquejaban a la sociedad mexicana.
“En Estados Unidos enfoqué mis estudios a lo que tiene que ver con problemáticas de género en la música, específicamente a todo lo que tiene que ver con el estereotipo francés de la mujer fatal y al momento de regresar a México, sentía la responsabilidad de tocar algún tema pertinente a las mujeres y vino la idea de hacer Testimonios de la Tierra, que parte de la premisa que cuando una mujer es asesinada a causa de la violencia, a través de un feminicidio o es desaparecida, hay muchas ocasiones en las que no se sabe quién fue el responsable y hay ocasiones en donde sí se sabe quién es el responsable, pero tarda en el proceso de justicia en llevarse a cabo. Testimonios de la Tierra se llama así porque partimos de la idea de que el único ente o ser que sabe realmente, qué pasó con estas mujeres es el último elemento de la naturaleza que las vio con vida entonces”.
Vázquez Morillas es cantante y estudio la Maestría en ópera performance y luego el doctorado en vocal performance básicamente en artes vocales y se ha dedicado a la docencia, la gestión cultural y canta principalmente en las actividades de la UABJO, con la banda de alientos y las agrupaciones universitarias para eventos especiales y ha dado también algunos conciertos como solista.
El proyecto consistió en ponerse en contacto con las familias de las víctimas y escribir las letras de las canciones escritas en un género académico contemporáneo, “es decir, como música clásica, pero contemporánea. “Una de ellas es más popular, que es la que tratamos de dejar al final del ciclo porque es un poco más digerible dentro de la temática, pero pues básicamente la forma de llevar a cabo el proyecto es que yo había escrito unos textos originales sobre ideas que habían surgido sobre casos específicos de Ciudad Juárez, especialmente en el campo algodonero, que es uno de los lugares donde más se habían encontrado cuerpos de mujeres”.
Vázquez Morillas explicó que empezó a escribir un texto desde el punto de vista de un cactus, de una serpiente de cascabel, contando historias de las mujeres que habían sido asesinadas y cuando publicó el proyecto en las páginas de Facebook que atienden temas pertinentes a feminicidio fue contactado por la activista del Paso Texas, Elizabeth Juárez, quien se sumó al proyecto.
Juárez fue quien los puso en contacto con familiares de víctimas, de donde se abordó uno de los dos casos de Ciudad Juárez. Además, Vázquez Morillas escribió sobre el caso de Diana Angélica ocurrido en el Estado de México. El caso de Michoacán abordó el feminicidio de una mujer colombiana que desapareció en ese estado, Alia Vanessa.
Otros dos casos abordados fueron los ocurridos en el Estado de México, el de la señora, Irina Buendía y Mariana Lima.
Relató que al entrar en contacto con las familias de las víctimas viajaba al lugar. Así, viajó a Ciudad Juárez para hacer dos entrevistas, a Puebla, el Estado de México, y una se realizó en línea. “Al momento de hacer la entrevista el proceso creativo era complejo porque había ocasiones en las que las familias me daban una idea de lo que sucedía con su caso y yo llevaba una propuesta de texto. En otras ocasiones el texto se iba haciendo con las familias y a lo largo de las entrevistas o en el proceso posterior una vez que los textos estaban aprobados los textos iban a las compositoras”.
“Las compositoras ponían la música que ellas creían pertinente y que el texto les inspiraba. Así terminamos haciendo una canción desde el punto de vista de un árbol en el caso de Ángela una niña que fue encontrada en una maleta en la Ciudad de México. Hicimos una canción desde el punto de vista de las urracas, que es el de la Diana Angélica. Del Cenzontle, del arcoíris, de la mariposa”, explicó.
“Todas las piezas son duras. Considero que algunas de las que son especialmente emotivas son las canciones del perro y del gato, respectivamente de los casos de Mariana Lima Buendía asesinada en el Estado de México y de Olga Nayeli Sosa Romero, asesinada en el estado de Puebla”, explicó.
La intencionalidad emotiva de las canciones señaló, es que no se habla nada más de la violencia, hacia las mujeres, “sino de todas las violencias que han sido tan normalizadas, que cuando tú te encuentras algún tipo de noticias cuando te encuentras información sobre mujeres que habían sido asesinadas, muchas veces la gente ya lo pasa por alto y alguna vez escuché el término que alguien me dijo: es que como asesinan a mujeres todos los días ya en lugar de ponerme triste lo paso por alto y entonces lo que yo quería era invitar a la gente a que teníamos que volver a sentir el dolor”.
Las ocho canciones del proyecto se estrenaron en 2017 en el auditorio del Poder Judicial de la Federación en la Ciudad de México. En el 2020 tuvieron una segunda presentación en el Centro Cultural Ollin Yoliztli en Ciudad de México también, no a manera de conciertos, sino a manera de conferencia de los casos en 2021 y 22 en el Museo de la Memoria y Tolerancia en Ciudad de México.
“Me encantaría presentarlas en Oaxaca pero hay muchas cosas que tomar en cuenta, cuestiones de logística, cuestiones de espacio, traslado de instrumentistas, quienes viajan desde lugares lejanos. No es el tipo de proyecto que nos gusta estar cambiando a las personas que están involucradas para presentarlo sino que realmente generamos como una conexión con las personas que ya la están tocando y a veces es complicado moverlas y eso es lo que nos ha impedido traerlo para acá”, explicó.