* El mole oaxaqueño, la sopa de guías, las tlayudas y los chapulines, entre otras variedades de la gastronomía oaxaqueña fueron declarados patrimonio cultural inmaterial del Estado en el año 2010
IVONNE JIMÉNEZ
La gastronomía oaxaqueña es reconocida internacionalmente por la diversidad de sus comidas, entre los que destacan sus siete moles, la sopa de guías, las tlayudas y los chapulines, entre otras variedades de antojitos.
Por ello, fueron declarados patrimonio cultural inmaterial del Estado en el año 2010, por constituir parte de la expresión de la identidad cultural, que conserva las tradiciones y costumbres milenarias y ancestrales del pueblo de Oaxaca.
Pero hoy, hablaremos de la tlayuda que proviene del náhuatl tlao-li (maíz desgranado), más el sufijo español uda (abundancia), es decir maíz desgranado en abundancia. En su nombre lleva la descripción, ya que sus principales características es que puede medir incluso más de 40 centímetros de diámetro.
Este tradicional antojito de Oaxaca, conocido en toda la República Mexicana y famoso en el extranjero, porque combina maíz en la preparación de la tortilla que es la base, se acompaña de pollo, tasajo, mole, queso, ensaladas de nopales y salsa. Se ha ganado el nombre de la pizza mexicana, entre los turistas, pues comparten características similares.
La tlayuda se ha convertido en un manjar bastante comercial dentro de la misma ciudad de Oaxaca, en los Valles Centrales, dentro de los mercados más visitados por los turistas, como son el Mercado 20 de noviembre y La Merced y sus alrededores, localizados en el centro de la Ciudad de Oaxaca.
Tiene tanta demanda y aceptación en los comensales de la gastronomía oaxaqueña que en los estados de la República Mexicana y en la ciudad de México, no es raro encontrar restaurantes que ofrecen toda su variedad de antojitos.
La historia de la tlayuda viene de un poblado que se encuentra a menos de media hora de la Ciudad de Oaxaca, llamado San Antonio de la Cal, en donde originalmente las mujeres de la localidad venían caminando hacia el centro de la ciudad de Oaxaca y con su “tenate” en la espalda y descalzas repartían sus encargos.
Su sabor es completamente diferente al de otro tipo de tortilla y la ligera dureza en su consistencia, que adquiere al momento de cocerse en un comal comúnmente de barro, en el que se deja semi-tostar, es decir, un cocido mayor que el del otro tipo de tortilla, para luego al ser guardada en un tenate (recipiente hecho de hojas de palma).
Una muy ligera cantidad de sal en la masa de nixtamal con la que se prepara en algunos casos, así como su cocimiento casi hasta el tueste, hacen que la tlayuda dure más tiempo sin descomponerse, como ocurre con las tortillas comunes.
La tlayuda en la mayoría de las regiones de Oaxaca, en el momento de servirse se acompaña de un chile verde asado, comúnmente llamado chile de agua, y de cebollitas cambray también asadas, y opcionalmente limón; también hay quienes la acompañan con rábanos y unas ramas de una verdura llamada chepil, típica de la entidad.
Cabe resaltar que el día 18 de julio se realiza la tradicional Feria de la Tlayuda, en el marco de las fiestas de la Guelaguetza, en el Municipio de San Antonio de la Cal, donde miles de visitantes nacionales y extranjeros, así como habitantes de esta ciudad y poblaciones aledañas asisten a deleitarse de este tradicional platillo oaxaqueño.
Si quieren disfrutar del delicioso sabor de la tradicional tlayuda oaxaqueña, pueden entrar a google y buscar un lugar de comida típica oaxaqueña en el estado o ciudad que vivan o visitar el hermoso estado de Oaxaca.