Gildardo Mota
Mientras el rector de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, Eduardo Martínez Helmes propicia el caos en diversas escuelas y facultades al realizar actos de revanchismo político y personal, la dirigencia del Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Oaxaca observa los abusos cometidos en contra de docentes en calidad de cómplice de la parte patronal.
Mauro Pérez Carrasco, secretario general del comité ejecutivo del STAUO, en más de dos años sólo aprovechó el cargo para alcanzar acuerdos con el rector de la UABJO, Eduardo Martínez Helmes, relación que además de ingresar a la clase privilegiada universitaria, le ha permitido incorporar a su hijo, Mauro Pérez Jr., en calidad de académico en la Facultad de Contaduría y Administración.
Yeimi Jiménez Cisneros, integrante del comité del STAUO, también aprovecha la representación sindical y esto le permitió ingresar como académico del Centro de Idiomas a su esposo, Cristian Cervantes, quien carece de estudios de nivel superior.
La elección del nuevo comité ejecutivo del STAUO se realizará el 8 de mayo de 2016, en el mismo contexto de la elección de rector de la UABJO, razón por la que integrantes de la dirigencia sindical, como el caso del secretario de finanzas, Justino Cruz Cruz, se aceleran y manifiestan abiertamente sus aspiraciones por ser secretario general.
Similar actitud han asumido otros integrantes del comité ejecutivo del STAUO, Gil Cruz y Fernando Lorenzo, éste último sempiterno aviador del citado órgano sindical y del Sindicato de Empleados de Confianza de la UABJO, ambos personajes se ven ya en la secretaría general realizando acuerdos con el sucesor de Martínez Helmes.
Cabe referir que el STAUO registra la retención de sus cuotas sindicales desde la segunda quincena de 2009, cuyo monto supera los 16 millones de pesos, esto a conveniencia del secretario general, Mauro Pérez Carrasco, cuyo silencio e inmovilidad exhibe su alianza con el rector de la Universidad.
Pérez Carrasco momentáneamente tranquilizó a los integrantes del STAUO en 2012, cuando el rector de la UABJO, Eduardo Martínez Helmes indebidamente repartió 8 millones de pesos, cuyo recurso según correspondía a las cuotas sindicales, en dicho reparto estuvieron involucrados el secretario de Administración, Silvano Cabrera, el ex secretario general, Enrique Martínez Martínez y la secretaria general, Leticia Mendoza Toro.
Así mientras la UABJO se sumerge en una grave problemática en la que incluso el narcotráfico saca provecho, las complicidades se empiezan a construir desde la rectoría hasta las representaciones sindicales y estudiantiles, dejando de lado los principios y valores universitarios.