Salvador Hernández.
El monstruo del Peluquín, el colonizador trasnochado pero que con sus berridos y cuentos de espanto, amenaza a los gobiernos que considera débiles, no así a las potencias económicas con armas nucleares (llámense Rusia, China o Corea del Norte), y sólo se limita a decir que ve “barcos chinos y rusos por todos lados” o que “en una semana terminará con la guerra Rusia-Ucraniana. ¡Lógico!, no va a patrocinar misiles de largo alcance a los ucranianos para que destruyan las empresas que tiene en Moscú.
Vladimir Putin lo describe como un cliente “burdeliano”, manipulable e inofensivo. El rico Donald se atasca con los países tercermundistas que dañan sus vulgares intereses de empresario, ya sea por la venta de productos chinos, la mano de obra -barata-, mexicana o el jugoso negocio de las drogas (al escribir este trabajo, escuchaba una entrevista del Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez señaló sobre el narcotráfico en Colombia: “…no es la producción, es la demanda…en Estados Unidos hay 30 millones de consumidores”.
Por otra parte, el gobierno de los republicanos gringos, no baja de delincuentes a los braceros mexicanos, (no me imagino a los gabachos clasemedieros destapando caños o cortando algodón), “bastante” hizo ya el neoliberalismo prianista que se encargó por décadas de empobrecer a los paisanos, optando éstos, por mejores horizontes.
En el mismo tenor, ahora, que el “petirrojo” racista, quiere comprar, y/o agandallarse medio mundo: comprar o “si es necesario invadir” Groenlandia, aunque las autoridades danesas ya lo mandaron por un tubo; anexar a Canadá como el 51 Estado de EUA; invadir Panamá para quedarse con el canal de aquel país, o cambiarle de nombre al Golfo de México por el de “Golfo de América”; no estaría mal que en esta retahíla de pendejadas, México, le pidiera la devolución de la mitad del territorio robado, para repartirlo entre nuestros compatriotas expulsados.
El futuro presidente en su alucine barato cree en la homogeneidad de Estados Unidos. No estaría mal, que antes que llegue a la Casa Blanca, tomara un curso intensivo de geopolítica, para que mire otras latitudes, países que se han unido al BRICS (Brasil, Rusia, China y Sudáfrica) además de la India, Emiratos Árabes, Etiopia, Egipto e Irán. Que México volteé a mirar otras opciones, sin las humillantes expulsiones de connacionales y leoninos aranceles a los productos mexicanos, y que el gringo, en su retrograda mente colonizadora e imperialista, quiere aplicar.
Hay muchas otras cosas que escribir, pero tengo que sacar a pasear a mi perrita “Dignidad”. Espero que no se le ocurra aflojar la tripa -como siempre-, en el consulado gringo, porque esta vez, no pienso recoger sus heces. Ciao.